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FIMM gana premio ‘Fomento de Interculturalidad’

H. Bütler, Annemarie Huber-Hotz, A. Da Cunha y C. Micheloni, en la premiación al FIMM. R. A. Fierro

Sin haber alcanzado aún la mayoría de edad, el Foro para la Integración de los Migrantes empieza a cosechar los frutos de su labor.

A cinco años de su creación, obtuvo el Premio Fomento de la Interculturalidad, otorgado por la Fundación Landis & Gyr, con sede en el cantón de Zug.

El FIMM, calificado como ‘una pequeña ONU dentro de Suiza’, representa a organizaciones de migrantes de más de 50 nacionalidades.

Hay actores comprometidos en la construcción de una sociedad pacífica y tolerante en una Suiza con estructuras muy complejas, pero el accionar del FIMM tiene características especiales como la de ser un foro para el intercambio dentro de una comunidad muy heterogénea, dijo Hugo Bütler, presidente de Landis & Gyr.

El FIMM es también válvula de escape de las frustraciones cotidianas, portavoz ante las autoridades, salvaguardia en cuestiones de derechos y deberes mutuos, y actor constructivo que asume responsabilidades del propio lado.

Conoce los puntos fuertes y débiles de Suiza

El Foro es además un intermediario entre diferentes opiniones e intereses, lo que permite alcanzar -por lo menos- una coexistencia pacífica, y es un puente con la perspecitiva hacia un futuro sin prejuicios, marcado, ignorancia ni miedos.

“Este foro conoce los problemas de sus integrantes, así como sabe de las insuficiencias y las cualidades que caracterizan a Suiza, que sobre todo en el siglo pasado se convirtió en un país de migración”, señaló Bütler.

A juicio de quien es también jefe de redacción del diario ‘Neue Zürcher Zeitung de Zúrich’, los migrantes han aportado a Suiza un gran potencial durante décadas, un potencial que debe ser puesto en la balanza común para ser utilizado en la construcción de un futuro en armonía.

Christoph Luchsinger, presidente de la ciudad de Zug, refirió a su turno -tras destacar el rol del Foro-, que los 25.000 habitantes de Zug conviven como es debido con personas de 97 naciones. Por eso la integración es para las autoridades políticas un tema central en su trabajo.

El FIMM, una respuesta a la exclusión

“Ha pasado mucho tiempo hasta tener un actor nacional de esta importancia, un actor que ha creado mucha acción y reacción y que en algo ha cambiado a la Suiza de hace 40 años” recalcó en su alocución el profesor Sandro Cattacin.

Si los años 80 transformaron la migración organizada en un conjunto de actores poco coordinados y con pocos socios fiables, la crisis de la política migratoria en general y de la integración en los 90 en particular aumentaron la presión para la acción, sobre todo a nivel de la Confederación, indicó Cattacin, director del Instituto de Sociología de la Universidad de Ginebra.

El FIMM es resultado de la exclusión de los concernidos en la política de migración e integración. Este foro, ‘hecho del pluralismo’, ha transformado el sufrimiento en acción, en lucha por el reconocimiento a una mejor existencia del migrante en Suiza y ha logrado influir en las políticas migratorias, concluyó Cattacin.

La integración beneficia a todos

La alocución final estuvo a cargo de Annemarie Huber-Hotz, canciller federal e hija predilecta de Zug. En su discurso remarcó que la integración, que beneficia a todos, es un también in asunto central desde el punto de vista de un pragmatismo inteligente y comercial.

¿Cómo se encontraría nuestra fuerza económica, el cuidado de nuestros ancianos y minusválidos y, no por último, nuestra simple y llana continuidad frente a la (baja) tasa de nacimientos sin la población extranjera?, se preguntó Huber-Hotz, y agregó que Suiza necesita respuestas diferentes a las ofrecidas hasta ahora.

“Tenemos extranjeros altamente calificados cuya formación no nos ha costado. Ellos enfrentan obstáculos para acceder al trabajo o son empleados en áreas en las que no pueden desplegar sus facultades (…) también hay trabajadores manuales y personas sin calificación. Todos tienen en común el haber dejado el suelo en el que se desarrolló su historia, sus amistades y sus sueños”.

Un trasplante de tal magnitud significa en la vida de cada ser humano una fase muy crítica, expresó Huber-Hotz con una comprensión del tema poco vista en los políticos. “Superar los prejuicios que niegan a los seres humanos su origen, su historia, que le roban el rostro y lo reducen a una etiqueta es clave en la integración”.

‘Que hablen nuestra lengua’

La participación, en su opinión, es un intercambio en todas las áreas, sobre todo en aquellas que conciernen personalmente a los extranjeros, quienes deben estar preparados para conocer la cultura suiza, entenderla y comprometerse a respetar los deberes y derechos constitucionales. Sólo puede participar quien domina nuestra lengua, aclaró, Huber-Hotz, quien como otros oradores, habló en alemán y en francés.

Se preguntó si Suiza no trata a sus extranjeros injustamente cuando con su trabajo e impuestos cofinancia al Estado, pero no los deja participar en cuestiones públicas. Es tiempo de que en cuanto a la participación política de los extranjeros sigamos el ejemplo de algunos cantones y hagamos avances a nivel federal, añadió.

En este sentido, precisó, el FIMM ha dado un gran paso hacia la participación real de los extranjeros en el plano federal. “Este foro es una organización hecha a la medida de nuestras ideas democráticas y es un excelente interlocutor para la Confederación”.

Algo abrumado por tanto reconocimiento, Antonio Da Cunha, presidente del FIMM declaró a Swissinfo: “Este premio es el reconocimiento de una parte importante de la población suiza a nuestra actividad, que es reforzar los derechos de los migrantes, sean económicos, sociales, cívicos o políticos”.

Trabajamos con todas las culturas, religiones y clases sociales para que los migrantes participen de la sociedad suiza, destacó Da Acunha, para quien, la falta de recursos financieros es el principal problema del FIMM. Las asociaciones de migrantes despliegan mucho trabajo voluntario, que es una contribución a la política de integración que las autoridades dicen querer hacer. Ese trabajo – sentenció- también debe ser reconocido.

swissinfo, Rosa Amelia Fierro

– La Fundación Cultural Landis & Gyr se fundó en 1971 con motivo del 75 aniversario de la existencia de la multinacional Landis & Gyr AG Zug.

– Desde entonces fomenta la cultura y la ciencia a nivel regional, nacional y europeo.

– El anterior ‘Premio de Fomento de la interculturalidad’ fue otorgado en 1999 al Festival de Cine Documental ‘Visions de Réel’ en Nyon.

– El Centro de Contacto Suiza-Inmigrantes de Ginebra obtuvo el segundo lugar del ‘Premio de Fomento de la Interculturalidad’

– El FIMM reúne a casi un millón, de los 1,5 millones de residentes no suizos de la Confederación. Cuenta con 220 delegados.

– Su modesta infraestructura es apoyada por la Oficina Federal para la Migración.

– El FIMM invertirá parte este premio, dotado de 100.000 francos, en una base de datos de todas las asociaciones de migrantes en Suiza.

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