Formación en derechos humanos
50 alumnos de 30 países concluyen en Ginebra la Universidad de Verano de Derechos Humanos, que dura 2 semanas. Auspiciada por la ONU y financiada por la cooperación suiza, la academia quiere dar una difusión mayor a la cultura de los derechos humanos.
Convencidos de que durante los últimos años la defensa de los derechos fundamentales se ha limitado a denunciar las crecientes violaciones de esos principios, los responsables de la Universidad de Verano de los Derechos Humanos (UVDH) consideran que es urgente colmar el déficit de formación que hay en ese campo.
50 alumnos de 30 países concluyen este viernes en Ginebra el sexto curso de este centro, creado en 1995, auspiciado por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y financiado por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE).
Domicilio de las grandes agencias internacionales y organizaciones no gubernamentales que se ocupan del debate de los derechos humanos, Ginebra tiene los expertos y los escenarios para el desarrollo de los estudios durante el mes de agosto.
“Estamos creando núcleos de formación en distintos países para conseguir una más vasta difusión de la cultura de los derechos humanos”, explica a swissinfo Alfredo Fernández, director de los cursos.
Dirigida a personas que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos, la formación, de dos semanas, intenta sacar los derechos fundamentales de su contexto estrictamente jurídico para poner énfasis en los derechos económicos, sociales y culturales, en la universalidad y en la relación entre las culturas y los derechos humanos.
Desde hace 4 años la escuela ginebrina incluye también una formación específicamente dirigida a líderes de comunidades indígenas, sobre todo de América Latina.
Para fomentar el intercambio entre el Norte y el Sur y evitar que la formación se limite a los países en desarrollo, la UVDH reserva un cupo a participantes de los países avanzados donde también hace falta un conocimiento más profundo de los derechos humanos.
Aparte de un programa teórico, los cursos incluyen una formación práctica en la subcomisión de derechos humanos de la ONU, el Comité contra la Discriminación Racial y en el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que funcionan en Ginebra.
La dificultad de trasladar a los expertos que se encuentran en la ciudad suiza impide que esta pedagogía pueda ser aplicada directamente entre los ciudadanos de los países víctimas de crecientes violaciones de los derechos humanos.
“Traemos a Ginebra a gente que viene de países de riesgo – Argelia y algunos países de América Latina – con el ánimo de que, más tarde, los egresados construyan sus propios centros de formación”, agrega Alfredo Fernández.
Jaime Ortega
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