Kuhn toma el relevo en el equipo suizo de fútbol
Cerrado el capítulo Enzo Trossero, el balompié helvético pasa página y encomienda a Köbi Kuhn la responsabilidad de dirigir el plantel nacional, que tiene mínimas posibilidades de llegar al Mundial 2002 de Japón y Corea del Sur. Kuhn no pierde la esperanza.
El entrenador argentino, Enzo Trossero, tiró la toalla tras el aniquilador 0-1 ante Eslovenia, el pasado sábado 2 de junio en Basilea, y se va por decisión propia.
Para evitar un vacío en la conducción del equipo nacional y especulaciones innecesarias, la Asociación Suiza de Fútbol (ASF) delegó en el conocido entrenador suizo Jakob (Köbi) Kuhn, la sucesión de Trossero hasta el Campeonato de Europa en 2004.
Kuhn actuó en 64 partidos de Copa durante su excelente carrera deportiva de futbolista, pero es relativamente modesta su trayectoria de entrenador. A los 58 años de edad, ha dirigido con éxito la selección nacional U-21 en los últimos tres años.
No obstante, o precisamente por su conocimiento de la cantera en el equipo juvenil, la ASF deja en sus manos la formación del primer equipo suizo, sin prisas ni improvisaciones.
Köbi Kuhn quiere creer todavía en una probable clasificación en el Grupo Uno de Europa, en el que Rusia y Eslovenia dominan la tabla con 17 y 13 unidades, respectivamente.
Numéricamente, lo señalamos oportunamente, es posible, a condición de ganar los partidos en casa ante Rusia y Yugoslavia y a Luxemburgo de visitante, pero esta probabilidad es simplemente numérica y apenas se ajusta a la realidad.
En todo caso, la decisión de los directivos del balompié suizo tiene, aparentemente, orientación de largo alcance. Si el trabajo de Kuhn entra en ese marco, será necesario respaldar una empresa basada en la paciencia y no en la búsqueda de resultados inmediatos.
La era Trossero confirma que el fútbol suizo cuenta con jugadores experimentados y talentos juveniles.
Sforza (Bayern de Alemania) Vogel (PS Einhoven de Holanda) o Henchoz (Liverpool de Gran Bretaña), entre otros, pueden complementarse con el ímpetu de jugadores jóvenes como Frei o Nkufo.
En fin, Köbi Kuhn emprende una aventura interesante y difícil que, sin embargo, puede rendir frutos si no elevamos demasiado el listón de las expectativas inmediatas.
Juan Espinoza
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