Más afectados de la vista, menos medios de ayuda
El envejecimiento y el nacimiento prematuro modifican a menudo la lista de disminuidos visuales en Suiza.
La mayoría de los 10 mil ciegos y 90 mil discapacitados visuales en Suiza viven casi al margen de la sociedad.
En Suiza aumenta la esperanza de vida y mejoran las condiciones de salud. Pero el entorno médico y social debe adaptar sus mecanismos para atender a quienes viviendo más suelen verse impedidos por deficiencias visuales.
“No sabemos cómo financiarnos ante el crecimiento del grupo de personas afectadas”, explica Felix Schneuwly, secretario central de la Asociación suiza de invidentes y deficientes visuales, la organización de autoayuda más grande de Suiza que agrupa a unos 4 mil miembros, la mitad de los cuales son mayores de 65 años.
“Con el crecimiento de los casos de ceguera y deficiencia visual en la vejez crece la necesidad de prestaciones; pero se estancan para nosotros las contribuciones del seguro de invalidez”, advierte Schneuwly.
Complejos cuadros de minusvalías
La preocupación surge ante el paquete de ahorro anunciado por las autoridades helvéticas para el próximo año, incluyendo probables recortes de los subsidios a las organizaciones de apoyo social.
La Asociación suiza de invidentes y deficientes visuales, cuyo 30% de gastos cubre con subvenciones, sabe que no crecerá ese sostén. Otras instituciones sufrirán incluso recortes de subvenciones.
Es el caso de la Escuela e Internado de la Fundación para niños y jóvenes ciegos o con deficiencia visual de Zollikofen, dedicada a acompañar el proceso educativo y de integración de decenas de pequeños afectados.
Aún no ha sido tomada la decisión definitiva, pero se habla de una reducción de entre 3 al 5% en sus subvenciones, equivalentes al 95% del presupuesto anual de la institución de 10,2 millones de francos.
“Por una parte observamos cómo aumenta el ingreso en la escuela de niños con complejos cuadros de minusvalías que requieren mayor atención y una formación intensiva. Menos recursos y más niños con afecciones múltiples, no puede ser”, lamenta Peter Wüthrich, director operativo de la fundación a cargo de la escuela.
Problemas múltiples, mayores exigencias
Los avances en la asistencia médica demandan adaptaciones en el cuidado al niño y joven visualmente discapacitados, debido al creciente número de casos de niños prematuros con deficiecias diversas, explica Martin Schütz, encargado escolar en Zollikofen.
“Vivimos los grandes avances en la medicina para los problemas visuales simples, y por ello se dice que el número de estos males se ha reducido; pero, por otro lado, se presenta la supervivencia de niños prematuros, nacidos en la semana 24 o 26 de gestación, cuyas oportunidades de sobrevivencia antes eran nulas, y ahora sobreviven. Sin embargo, padecen con frecuencia diversos males a la vez, entre ellos la ceguera y discapacidades psicológicas y corporales”, anota el pedagogo.
Los responsables de la escuela especial en Zollikofen saben de lo que hablan.
Adaptar el apoyo a las transformaciones del fenómeno
Actualmente, 130 niños son acompañados por el servicio ambulante de pedagogía terapéutica de la escuela.
Su función no es sólo concentrarse en el niño afectado, sino también aconsejar a los padres y asesorar a sus profesores. Unos 100 de estos pequeños asisten a clases en escuelas públicas de los cantones de Berna, Valais, Friburgo y Solothurn, y los 30 restantes están en edad preescolar.
Peter Wüthrich subraya la cada vez más creciente asistencia que su institución brinda a otras escuelas especiales que atienden niños con minusvalías múltiples.
“El número de niños asistidos de esta forma ha aumentado significativamente. Actualmente son 54 casos”, explica.
Autonomía para la vida diaria
Conocer las limitaciones e incentivar los potenciales de estos niños es básico para lograr un grado aceptable de autonomía. Cada caso es distinto. Cada niño reacciona a su situación de forma distinta.
Para aquellos con enfermedades degenerativas o que perdieron la vista intempestivamente, (p.ej. por un tumor cerebral) son apoyados en su nueva experiencia de vida por los otros pequeños, acostumbrados a vivir en la oscuridad desde su nacimiento.
Peter Wüthrich destaca la gran motivación, propia y de sus subalternos, para “ayudar a aquellos que se encuentran al margen de la sociedad”, y reclama “la imposición de reglas que mejoren su situación y se edifiquen mejores posibilidades de vida para ellos”.
“El reto de la integración y el desafío de la vida con un nivel de autonomía aceptable está en primer plano para los 95 niños y jóvenes que asisten a esta escuela donde “las sonrisas están siempre presentes”, resume Martin Schütz.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
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El 30% del presupuesto de la Asociación suiza de invidentes y deficientes visuales proviene de subvenciones.
El 50% de sus 4 mil miembros es mayor de 65 años de edad.
En varios centros de asesoría de esta asociación se observa que hay cerca de 80% de miembros jubilados.
El 95% del presupuesto de la Escuela e Internado de la Fundación para niños y jóvenes ciegos o con deficiencia visual de Zollikofen proviene de subvenciones.
A la escuela especial de Zollikofen asisten 95 niños y jóvenes, 20 de ellos con ceguera total.
130 niños son acompañados por el servicio ambulante de pedagogía terapéutica de la escuela.
En Suiza existen otras 4 escuelas especiales para niños con deficiencias visuales.
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