Mitch, 28 años, encinta de cinco meses de un extranjero desconocido. Trabaja como recepcionista en Fields Avenue para mantener a sus dos hijos. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Las Vegas, uno de los numerosos centros nocturnos de Angeles City. Cerca de 12 000 mujeres trabajan en establecimientos semejantes, cuyos propietarios son frecuentemente extranjeros: estadounidenses, australianos, alemanes y, más recientemente, coreanos y japoneses. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Kayla Jolie, seis años. Su padre, un irlandés, la apoyó financieramente, así como a su madre, durante seis meses, antes de desaparecer. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Mary Lerace, 16 años. Nunca ha visto a su padre, que es suizo, pero conoce su nombre. Tenía una foto de él, pero la humedad del clima acabó por destruirla. La joven creció con su tía. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Princess Ann, un año. Su padre es un sexagenario que vino de España y pasó una semana como turista en Angeles City. El hombre no sabe que tiene una hija. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Publicidad de un bar de strip tease. Angeles City se convirtió en un lugar de turismo sexual, especialmente alrededor de Fields Avenue. Todo empezó con algunos bares en torno a la base militar de Clark y adquirió gran amplitud con las guerras de Corea y de Vietnam. Tras la salida de los estadounidenses en 1991, numerosos establecimientos cerraron, pero cinco años más tarde, probablemente debido al Internet y las redes sociales, el negocio empezó nuevamente. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Mark Anthony, 29 años. Su padre, un marino latino estadounidense, estacionado en Okinawa, estuvo de vacaciones en Angeles City y tuvo una relación de un mes con Rose. Le pidió abortar, pero ella se rehusó. Desde que el hombre regresó a Caroline del Norte, no volvió a dar noticias. Cuando Mark estaba en la escuela, muchas veces lo trataron de 'kabuti' (champignon) o de 'peke' (falso estadounidense). Ahora trabaja en un hotel en Balibago. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Marilyn, 51 años, y su hijo Curtis, 33. El padre de Curtis, un soldado de la Fuerza Aérea de EE UU, estaba basado en Seul. Vino algún tiempo en misión a la base de Clark. Tenía 27 años y Marilyn solamente 17 cuando quedó embarazada. Todo lo que ella y Curtis tienen del soldado son algunas fotografías y su medalla militar. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
"Dios bendiga nuestra casa". La fe católica es muy fuerte en Filipinas y prohibe el aborto. No es raro ver a mujeres con cinco hijos filipinos y uno mestizo. Estos últimos son denominados frecuentemente 'Tisoy', en lengua local, una palabra sin connotación peyorativa. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Mechelle, 19 años, trabaja en un bar de Fields Avenue. Vio una vez a su padre, cuando tenía nueve años, pero ya no recuerda su rostro. Solamente sabe su nombre y que es médico en Santa Maria, California. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Antonia, 26 años, tiene la dirección del padre de su hija. Es un hombre de unos sesenta años, de España, que pasó una semana en Angeles City, como turista, y no sabe que tiene una hija. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Angélica, 24 años, y su hija Azumi Rain, un año, en el albergue de la Fundación Renew. El padre de la pequeña es un alemán que tiene un hotel en Balibago. No quiere reconocer a la niña y rehúsa hacerse un examen de ADN. Cortó cualquier contacto con Angélica. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Vista típica de un barrio de la periferia de Angeles City. La mayor parte de las trabajadoras del sexo viven en lugares como este. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Ritchell Bulilan, 29 años, solamente sabe que su padre es alemán. Busca su vía espiritual y contempla convertirse en testigo de Jehová. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Benny, tres años. Su padre es australiano y lo apoya financieramente con 10 000 pesos (215 CHF) por mes. Su madre trabaja en Fields Avenue. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
Salón de miseria, en el barrio de Capaya. stephanie borcard & nicolas metraux / BM-photo
“Papá se fue” es una serie de fotografías de niños nacidos del turismo sexual en Filipinas.
Situada 80 kilómetros al norte de Manila, Angeles City es conocida por sus lugares de prostitución. Hasta 1991, la ciudad albergaba la base aérea de Clark, la mayor de la Fuerza Aérea estadounidense fuera de EEUU. Fue la que generó la aparición de numerosos prostíbulos y bares de ‘striptease’, haciendo de la ciudad un destino favorito para los turistas sexuales que visitan Filipinas.
Este contenido fue publicado el 22 diciembre 2014 - 11:00
Hoy en día, alrededor de 12 000 mujeres trabajan en los establecimientos a lo largo de la Fields Avenue.
A diferencia de lo que sucede en Tailandia, los clientes buscan en Filipinas una "experiencia de relación", que puede durar algunas semanas o algunos meses.
Cada año, miles de niños nacen de esas relaciones pagadas. Los padres, sean estadounidenses, australianos, británicos, alemanes, suizos, coreanos o japoneses, a menudo abandonan a su descendencia. En este país, muy católico, el aborto es considerado un delito. Los niños crecen como pueden, en busca de identidad.
Las fotografías fueron tomadas en Angeles City, en agosto de 2014.
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