Nuevas perspectivas para los injertos óseos
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal (EPFL) y del Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud (CHUV) pusieron a punto un material compuesto con propiedades próximas a las del hueso.
Las primeras aplicaciones médicas de este hueso artificial son esperadas para dentro de cinco años.
Los investigadores suizos pusieron a punto un hueso artificial, que se reabsorbe a medida que las células óseas se regeneran, cediendo el sitio para un hueso nuevo.
Actualmente, solamente los injertos permiten colmar las pérdidas importantes de masas óseas, después de un accidente o la ablación de un tumor canceroso. Los tejidos son tomados sobre el paciente mismo (autoinjerto) o provienen de un banco de huesos alimentado por donaciones de pacientes fallecidos.
No obstante, estas técnicas necesitan operaciones quirúrgicas largas. Las tomas para los autoinjertos causan dolores persistentes, mientras que los huesos provenientes de bancos tienen el riesgo de transmisiones infecciosas.
Nuevas perspectivas
La materia ósea sintética desarrollada en Suiza abre nuevas perspectivas. Su colocación por vía quirúrgica, reemplazaría provisionalmente al hueso, sirviendo de soporte a la regeneración de las células óseas.
Las células colonizan el material, que progresivamente se reabsorbe, cediendo poco a poco su lugar al hueso natural.
El material puesto a punto es blanco y ligero, un poco semejante al sagex. Se trata en realidad de compuesto constituido de una matriz polímera porosa, reforzada por finas capas de cerámica.
Es decir, todo el secreto reside en esta asociación. Empleado solo, el polímero no tendría la rigidez suficiente, mientras que la cerámica sola es demasiado quebradiza.
“El material compuesto que desarrollamos es el resultado de tres años de trabajos intensivos y de centenas de ensayo “, señala el Dr. Pierre-Etienne Bourdan, del Laboratorio de Tecnología de los Compuestos y Polímeros del EPFL.
Fruto de una colaboración estrecha
Los investigadores suizos no son los primeros en estudiar la creación de tal material. Sin embargo, son los primeros en alcanzar el resultado esperado.
Para el Dr. Dominique Pioletti, del Laboratorio de Investigaciones en Ortopedia del CHUV, este logro es debido sobre todo a una colaboración estrecha entre dos institutos complementarios.
“Sabíamos lo que necesitábamos para una sustitución de tejido óseo, explica. Pero no teníamos ninguna idea del modo de crear un material que respondiera a esas condiciones.”
Primero los ensayos con animales
Este descubrimiento podría permitir, a largo plazo, tratar las pérdidas óseas debidas a tumores o accidentes.
“Pero la utilización más frecuente concernerá a las prótesis de la cadera o de la rodilla, precisa el Dr. Pioletti. Estas prótesis duran algunos años, pero hay pérdidas óseas alrededor de estos implantes. En este caso, nuestro material podría también ser utilizado.”
Sin embargo, antes de comenzar a utilzarlas, varias pruebas deben todavía ser realizadas. Por ahora, la ‘Materia ósea sintética bioabsorvente ‘ – es su nombre – ya ha sido desarrollada en laboratorio.
En lo sucesivo, corresponderá una fase de prueba ‘in vivo’ sobre pequeños animales, por ejemplo como ratas, que acaba de iniciarse. Los pequeños trozos de hueso son reemplazados por el nuevo material.
Si los ensayos son convincentes, luego otros ensayos serán realizados sobre animales más grandes, como carneros o cabras. Por fin, el último estadio, será la hora de los ensayos clínicos sobre humanos.
“Los ensayos sobre los pequeños animales duraron entre seis meses a un año y los sobre animales grandes entre dos a tres años, concluye el Dr. Pioletti. Podemos pues esperar hacer pruebas clínicas dentro de tres o cinco años.”
swissinfo y las agencias
Tres años de investigaciones fueron necesarios para poner a punto el nuevo material.
Las pruebas sobre pequeños animales acaban de comenzar. Durarán de 6 a 12 meses.
Seguirán luego pruebas sobre animales grandes.
Las pruebas clínicas sobre pacientes no son esperadas antes de 3 y 5 años.
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