¿Riesgos de deriva en Cuba y Venezuela?
Emblemáticos de la corriente socialista en América Latina, los gobiernos de Caracas y La Habana se han convertido en el blanco propiciatorio para toda suerte de acusaciones y generan opiniones encontradas en materia de libertades fundamentales.
Una delegación suiza que visitó ambos países y se reunió con representantes de diversos sectores comparte con swissinfo.ch sus impresiones.
“Fue interesante ver cómo se pasan las cosas y poder informar que es un país que funciona de manera totalmente democrática, en particular en lo que toca a la libertad de prensa, de los medios de comunicación en general”, afirma Liliane Maury Pasquier, al hablar sobre Venezuela.
Acerca de Cuba, la senadora socialista manifiesta su admiración por la manera en que el país ha podido salvaguardar la eficiencia de sus grandes logros revolucionarios: la educación y la salud, a pesar “de las condiciones económicas muy duras, agravadas por la crisis internacional. ¡Es impresionante!”
Pero para la legisladora helvética, encargada de transmitir el sentir de toda la delegación, la situación en ambos países dista de ser ideal y sus gobernantes tienen ante sí desafíos enormes:
Fuerzas políticas muy opuestas
“Caracas me pareció una ciudad muy sintomática de un mundo partido en dos, en el que uno se codea con representantes de medios de negocios y recursos financieros sustanciales, y habitantes de barrios de chabolas”. Un contraste que se traduce en la existencia de “fuerzas políticas muy opuestas”.
El Gobierno de Hugo Chávez ha introducido una serie de estrategias para tratar de atenuar en Venezuela la sempiterna brecha entre pobres y ricos. “Se ve que hay esfuerzos, estímulos a la participación ciudadana para el mejoramiento de sus condiciones de vida”.
En ese marco, a guisa de ejemplo y a imagen de Cuba, el mandatario venezolano creó brigadas para garantizar el acceso de la población más desfavorecida a la salud y la educación y “se siente un gran reconocimiento de la población al Gobierno de Chávez”.
Empero, la deuda social acumulada a través de muchos años es grande, tanto como lo es el reto para saldarla. “Existe un gran retraso, y si bien hay un gran esfuerzo por resolverlo, el avance es muy lento debido en particular a la crisis económica que afecta a Venezuela a pesar de sus riquezas y su petróleo”.
Insatisfacción e incomprensión
Una dilación que se antojaría prolongada para algunos sectores. “Se siente también una cierta insatisfacción por parte de los medios populares que desearían que las cosas cambiaran más o menos rápido, y que quizá no están conscientes de las dificultades para lograr un cambio semejante”.
¿Y esa falta de comprensión podría entrañar para Chávez el riesgo de un cacerolazo similar al que sufrió Salvador Allende en Chile?
“Sí, creo que hay un riesgo semejante en lo que concierne a la reelección del presidente”, responde nuestra entrevistada. Dice que a pesar del carisma de Chávez y de su popularidad, ese desencanto podría expresarse en las urnas. Un cambio que podría conllevar “el riesgo de perjudicar lo que se busca”.
El riesgo: “providencialismo”
Carismático, popular, dueño de una fuerte personalidad, Hugo Chávez enfrentaría también, de acuerdo con la legisladora, el riesgo de que esos atributos se le revirtieran:
“Cuando hay una persona como el presidente Chávez se corre el riego de deriva hacia un régimen autoritario, con una especie de presidente providencial. Y un régimen democrático no puede construirse sobre una sola persona”. Actualmente no estamos ahí y Venezuela es una democracia, insiste la senadora, “pero no quisiera que evolucionara de esa manera”.
Con respecto a Cuba, Liliane Maury Pasquier comparte su entusiasmo por el buen funcionamiento de los sectores de la salud y la educación, no obstante las exiguas condiciones económicas de la isla, sometida a medio siglo de bloqueo económico por parte de Estados Unidos.
Restricción de libertades
“Si cuando fue establecido el embargo la situación geopolítica internacional podía eventualmente justificarlo, ahora no sólo no tiene justificación, sino que en cierta manera alimenta lo que los americanos y otros reprochan a Cuba, esa lógica de guerra que justifica a su vez ciertas restricciones a la libertad, en particular a la libertad de expresión”.
Para la senadora socialista, la mejor manera de hacer cambiar las cosas en Cuba, incluido el rubro de la democracia, sería el levantamiento del embargo.
En ese tenor, la legisladora hace referencia a las expectativas que generó la llegada del nuevo inquilino de la Casa Blanca en enero de 2009. “Oí una linda expresión en Cuba: ‘Barack Obama tiene la misma política que George Bush, pero con guantes blancos’. Y, en efecto, no hay ninguna flexibilización”.
Lamenta la senadora que el mandatario estadounidense no haya aprovechado la oportunidad para modificar la política hacia Cuba y lamenta igualmente “la tendencia de las autoridades cubanas a favorecer el modelo chino de desarrollo”.
Para la delegación helvética, esa orientación –con un fuerte control por parte de las autoridades y del partido- no se hubiera producido con Fidel en el poder, “porque él había dado prueba de una cierta capacidad de adaptación”.
Marcela Águila Rubín, swissinfo.ch
La delegación suiza viajó a Venezuela y Cuba del 05 al 14 de febrero.
Estuvo integrada por:
FAESSLER, Hildegard, Partido Socialista (PSS)
FEHR, Jacqueline Partido Socialista (PSS)
MAURY PASQUIER, Liliane Partido Socialista (PSS)
ROSSINI, Stéphane Partido Socialista (PSS)
ZYSIADIS, Joseph Partido del Trabajo (comunista) (PDT)
CAVALLI, Franco Profesor, Hospital cantonal, Bellinzona
MALINVERNI, Raffaele Profesor, Hospital cantonal,Neuchãtel
SUTER, Walter Ex-Embajador de Suiza en Venezuela
Durante su estancia en Venezuela, los miembros de la delegación se reunieron con autoridades federales y municipales, parlamentarios, representantes comunitarios y del magisterio.
En Cuba, los ciudadanos suizos encontraron a representantes gubernamentales y parlamentarios, amén de que visitaron instituciones médicas y proyectos de la Agencia suiza para el desarrollo y la cooperación (COSUDE).
Suiza inició en 1997 actividades de ayuda humanitaria en Cuba, especialmente en el campo médico.
A finales de 2000, además, la Cooperación suiza al desarrollo comenzó la puesta en práctica de un programa especial, con el fin de apoyar a la sociedad cubana para que el desarrollo del país prosiga por caminos pacíficos y participativos, y garantizando los logros sociales conseguidos.
En este contexto, se fomentan iniciativas locales que incluyen soluciones concretas para mejorar las condiciones de vida y que contribuyen al refuerzo institucional.
Con el fin de que en Cuba pueda darse una apertura aún mayor, Suiza fomenta el diálogo así como el intercambio de información a nivel internacional.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.