Sistema educativo menos rígido, reclama un estudio
El sistema educativo suizo descansa en cimientos sólidos, pero puede y debe seguir mejorando, señala en síntesis un estudio divulgado por los expertos del banco Crédit Suisse. La valoración de CS Economic Research and Consulting atribuye buenas notas a la formación helvética, pero aboga por más flexibilidad.
El estado general del sistema educativo en Suiza, precisa el estudio, está adecuado a las exigencias cualitativas del mercado laboral, pero es insuficiente en términos numéricos, porque no llega a cubrir las vacancias abiertas a expertos en distintos rubros.
Otras deficiencias anotadas se refieren al tiempo de formación relativamente largo y a la limitación de movimiento como consecuencia del sistema federalista. Es oportuno recordar que la educación en Suiza es competencia directa de cada uno de los 26 cantones.
“Suiza es un pequeño país con una economía abierta y sin materias primas. Por tanto, la única forma de imponerse en la competencia con otros países del mundo entero es el nivel de su formación excepcional”, recuerdan los analistas de Credit Suisse en el documento publicado este martes en Zúrich.
En vista del actual clima de innovaciones en la política de educación, el estudio juzga positivos los esfuerzos que se hacen para dar una autonomía parcial a las escuelas primarias, de manera que puedan tomar decisiones propias, asegurando a la vez el funcionamiento de todo el sistema educativo con planes de enseñanza obligatorios.
Esta perspectiva es más problemática en las instituciones de enseñaza superior, por la tendencia centralizadora que rodea el proceso de aprendizaje ajustado a los aspectos esenciales que imponen los diversos campos de la formación y la investigación, precisa el estudio a tiempo de abogar por soluciones descentralizadoras.
No obstante, destaca que los gastos de los institutos y las universidades son cada vez más financiados en función de su rendimiento efectivo.
El estudio reclama además el apoyo público para la atención a los niños superdotados, proporcionándoles clases especiales o financiando escuelas privadas y la mayor incorporación de los medios de comunicación modernos en todos los niveles de enseñanza.
Modular y flexible
Considerando la carencia de universitarios diplomados y la falta de apoyo a los alumnos superdotados, el estudio se pronuncia a favor de un sistema educativo más flexible que promueva la igualdad de oportunidades y transmita determinados valores fundamentales.
El análisis anota además que siendo representante del bienestar común, el sistema educativo es el encargado de fomentar la integración de todos los grupos de la sociedad, incluyendo para ellos la variedad y las transformaciones sociales en el contenido de la enseñanza.
“La eficacia de las reformas educativas depende en gran medida de la posibilidad de combinar un sistema educacional modular con un marco nacional que garantice las normas de calidad internacionales”, precisan los expertos del Crédit Suisse, a tiempo de sugerir la innovación como fuerza motriz de un sistema de educación moderno.
swissinfo y agencias
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