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Suiza podría tener su PACS

El registro de parejas homosexuales existe en Ginebra desde el 2001. Keystone

Las parejas homosexuales no tienen derecho alguno en Suiza. Son consideradas como la asociación de dos individualidades. La situación podría cambiar.

El 5 de junio, la ciudadanía se pronunciará sobre una ley que les acordaría ventajas hasta ahora reservadas a los heterosexuales.

En el terreno legal, las parejas homosexuales no tienen existencia alguna. En la vida corriente, esa situación se traduce a veces en algunos problemas prácticos.

En caso de deceso, por ejemplo, el miembro de la pareja sobreviviente debe pagar una alta tasa impositiva si hereda algo de su compañero, mientras que en el caso de los matrimonios, sus integrantes pueden contar con una tasa reducida o inclusive con una exoneración.

Con el objetivo de resolver ese tipo de problemas, el Parlamento aceptó la Ley Federal sobre la unión registrada entre personas del mismo sexo.

Es de señalarse que, como el nombre lo indica, esta ley concierna únicamente a los homosexuales. De manera contraria a lo que pasa con el Pacto civil de solidaridad, el famoso PACS francés, las parejas heterosexuales que viven en concubinato no están concernidas.

Derechos y deberes

Concretamente, aquellos que lo deseen, pueden registrar a sus parejas ante un oficial del Registro Civil. Con esa declaración, se comprometen a llevar una vida de pareja con los deberes y derechos que se derivan de ello.

Sus integrantes se deben asistencia y respeto mutuos. Deben participar en los gastos del hogar y tomar en común las decisiones respectivas.

Cada uno debe informar al otro sobre sus ingresos, bienes y deudas. Por otra parte, ambos se hacen responsables de las deudas hechas a nombre de la pareja.

En lo que toca a los asuntos patrimoniales, las parejas están sometidas a un régimen que corresponde al de la separación de bienes en el derecho matrimonial. Y, en caso de disolución del registro de pareja, se prevé la participación en los gastos correspondientes.

Con respecto al derecho sucesorio, de los seguros sociales, profesionales y el derecho fiscal, las parejas gozan del mismo estatuto que los integrantes de los matrimonios. En caso de deceso, el miembro que sobrevive tiene derecho a una renta bajo las mismas condiciones que un viudo.

En referencia al derecho de los extranjeros, las parejas están sometidas a las mismas reglas que los cónyuges de los binomios heterosexuales. El integrante extranjero puede solicitar su naturalización luego de cinco años de residencia en Suiza en la medida en la que la pareja haya sido registrada después de un mínimo de tres años.

No a la adopción

Bajo diversos aspectos, esas parejas registradas se parecen mucho a los matrimonios, inclusive, sus oponentes hablan de matrimonio homosexual, sin embargo, existen diferencias fundamentales.

La primera, y sin duda la más importante: los hijos. De manera contraria a los matrimonios, las parejas registradas no pueden adoptar a un niño, amén de que se les prohíbe la procreación asistida.

Cabe señalar, sin embargo, que cuando alguno de los integrantes de la pareja tiene un hijo de una unión precedente, su compañero tiene que colaborar con él en su obligación de mantener al menor y en el ejercicio de la autoridad parental.

Otra gran diferencia: el nombre. El registro de la pareja no tiene efecto sobre el nombre legal. No hay modificación en el estado civil. Y, como consecuencia, la comuna de origen de los integrantes de la pareja sigue siendo la misma.

En la vida de todos los días, los miembros de las parejas registradas pueden, no obstante, tomar el nombre del otro o utilizarlo junto al suyo. Tal como en el caso de los artistas, esos nuevos nombres pueden ser utilizados en los pasaportes o en algunos contratos.

¿Hacia un verdadero matrimonio?

La nueva ley fue fácilmente adoptada en el Parlamento. Cuenta con el apoyo de la izquierda en su conjunto y de la derecha liberal. Los demócrata-cristianos (PDC/centro derecha) están más bien divididos sobre el asunto.

Para los partidarios, la nueva ley se limita a resolver los problemas prácticos a los cuales están confrontadas las parejas homosexuales. Nada más. “No se trata de imitar al matrimonio”, defiende el diputado radical (PRD/derecha) Jean-Paul Glasson, miembro del comité de apoyo a la ley.

Empero, ese argumento no convenció a todo el mundo. Dos pequeñas formaciones políticas de orientación cristiana conservadora –la Unión Democrática Federal (UDF) y el Partido Evangélico Popular- lograron convocar a referéndum, por lo que el pueblo está invitado a pronunciarse.

Los opositores arguyen que el Estado no tiene que hacer una legislación especial para una minoría. “En tal caso, ¿por qué no hacer también una legislación para los hermanos y las hermanas que viven juntos?”, se pregunta el diputado UDF Christian Waber, co-presidente del comité referendario.

Por otra parte, los oponentes temen que el registro de las parejas constituya un primer paso en dirección al verdadero matrimonio. “Durante los debates parlamentarios se abordó el asunto de la adopción”, recuerda Christian Waber.

“Nadie duda que ese tema será puesto de nuevo sobre la mesa. Además, otros países, como los Países Bajos, se encaminan ya en dirección de la adopción de niños por parte de las parejas homosexuales”.

Sondeo favorable

Se prevé que el pueblo acepte la nueva ley el 5 de junio. Un sondeo realizado a finales de abril mostró que 66% de las personas interrogadas eran favorables.

Los dos partidos que lanzaron el referéndum representan, por otra parte, a un electorado muy reducido. Sin embargo, recibieron un apoyo de peso: el primer partido del país, la Unión Democrática del Centro (UDC/derecha dura), se pronunció contra la ley.

La unión de toda la izquierda y de la derecha liberal debería bastar para inclinar la balanza a favor del sí.

En cuanto a las Iglesias –su punto de vista es importante sobre un asunto semejante- están divididas. La Federación de las Iglesias Protestantes de Suiza apoya al registro de las parejas, mientras que los medios evangélicos y la Conferencia de los Obispos se han opuesto.

swissinfo, Olivier Pauchard
Traducción, Marcela Águila Rubín

En el Parlamento, la ley fue aprobada por 118 votas contra 50 en el Consejo Nacional y por 25 votos sin oposición en el Consejo de Estados.

Los opositores recogieron más de 66.000 firmas en menos de dos meses.

Según un sondeo, 66% de los ciudadanos son favorables al registro de parejas de un mismo sexo.

El proyecto del registro de parejas homosexuales que se somete al escrutinio popular es un proyecto federal.

De manera contraria al PACS francés, las parejas de concubinos no están concernidas.

Tres cantones –Ginebra, Neuchâtel y Zúrich- disponen de un registro de parejas. En los dos primeros, el PACS concierne también a parejas heterosexuales.

Otros cantones han elaborado sus proyectos y están a la espera de la decisión federal.

No existen estadísticas sobre el número de las parejas homosexuales en Suiza. Empero, si se parte del principio de que el 5% de la población podrían ser homosexuales, se puede deducir que existen varios miles, inclusive decenas de millares.

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