A partir del 1 de enero, los criminales de guerra y otros genocidas no podrán ingresar a Suiza. El Gobierno de la Confederación decidió reforzar su arsenal penal mediante la adaptación de las normas de la Corte Penal Internacional (CPI).

En la actualidad, el derecho penal suizo solamente concierne los crímenes de guerra con referencia al derecho humanitario internacional. En adelante, mencionará de manera explícita los actos de guerra contra una población civil, el reclutamiento de niños soldados o el uso de armas prohibidas.

El nuevo aparato penal precisa la noción de crímenes contra la humanidad, a saber: asesinato, exterminio, esclavitud, deportación, secuestro, tortura, violación del derecho a la libre determinación sexual y el apartheid.

Todos los actos preparatorios de delitos contra la humanidad y los crímenes de guerra serán castigados y no solamente los más graves. La incitación pública al genocidio se incluirá en el derecho penal, incluso si se lleva a cabo en el extranjero, cuando el acto afecte a Suiza.

Los actos cometidos en el extranjero también podrán ser perseguidos, a condición de que el autor se encuentre en Suiza y no pueda ser extraditado o entregado a un tribunal penal internacional. Las sanciones irán de 10 años de prisión a cadena perpetua.

Los procedimientos corresponden al Ministerio de la Confederación en tiempos de paz. Pero si un militar suizo es el autor o la víctima de un delito, o los procedimientos tiene lugar en tiempos de guerra, recaerán en la justicia militar.

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