Perspectivas suizas en 10 idiomas

Un calendario que acompaña a generaciones de suizos

El Calendario Pestalozzi, que se publica desde 1906 en alemán y en francés, ha acompañado a varias generaciones de suizos en su paso por la escuela.

En su historia centenaria, este librito también apareció varios años en español, bajo el título “Almanaque del estudiante argentino”.

“Queremos ofrecer a los adolescentes suizos un libro que los apoye en sus tareas escolares, amplíe sus conocimientos y satisfaga sus justificadas exigencias de aficiones y juegos: aficiones y juegos que junto al colegio contribuyan a formar una generación sana, versada y alegre para la patria”.

Estas palabras, que se leen en el prólogo de la segunda edición del Calendario Pestalozzi, definen el objetivo de esta publicación que entonces se editaba bajo el sello de la casa editora Kaiser de Berna y tenía el título paralelo ‘El nuevo calendario escolar suizo Kaiser’.

En 1904 la familia Kaiser fundó la llamada ‘Casa Kaiser’ en la calle Marktgasse, en pleno centro de Berna. Hasta allí llegaban también los pequeños clientes a comprar materiales escolares.

La experiencia como fundamento del conocimiento

Sin perder tiempo, Bruno Kaiser, empleado del negocio paterno, el almacén Kaiser AG, fundó la Editorial Pestalozzi y mandó imprimir un librito forrado cuidadosamente con lino.

Así nació el “Nuevo calendario escolar suizo” en 1906. Pese a las dudas iniciales, la idea de Kaiser, llegó a ser tan popular que el autor de esta publicación recibió años más tarde el título de doctor de la Universidad de Berna.

En la cubierta estaba la figura de Heinrich Pestalozzi, a quien correspondía el lema “La experiencia es el fundamento absoluto de todo conocimiento”. El librito fue un éxito desde el primer intento. Durante décadas tuvo una tirada de 100,000 ejemplares en la Suiza de habla alemana.

¿Y cuál era su contenido? Toda una mezcolanza: los nombres de los siete consejeros federales, fechas de la historia mundial, clases teóricas de natación, adivinanzas, los puentes más largos del mundo, una tabla de verbos irregulares, crucigramas…

Prohibido aburrirse

Todo estaba presentado de manera aparentemente desordenada, sorprendente, variada, concisa, a veces demasiado. Pero con ello logró mucho dinamismo.

Jamás fue ‘aburrido’, palabra que pronunciada por un niño suizo preocupa mucho a sus padres y docentes.

Por no presentar problemas éticos, por ser independiente de ideas políticas y religiosas, por contener moderados mensajes de patriotismo, el calendario era el regalo favorito de navidad de padrinos y madrinas.

Hasta su temprana muerte en 1941, Kaiser supo despertar la admiración de los niños sobre el variopinto mundo en que vivimos. Por ejemplo, la fascinación sobre el desarrollo técnico que trajo el siglo XX en sus comienzos.

Y por ello, el ‘Calendario Pestalozzi’ era sobre todo para niños. Pero ya en 1913, Kaiser editó adicionalmente una versión para niñas, que sólo presentó en las últimas páginas instrucciones para tejer y coser. Por lo demás, las dos versiones eran idénticas.

Cuando Friedrich Dürrenmatt ganó un concurso de dibujo

Otra razón del éxito fueron las numerosas ilustraciones, gráficos y dibujos, una plasticidad que Kaiser, único redactor y editor, mostraba en el sentido de Pestalozzi. Y justamente por ello, la publicación es también reconocida por los pedagogos.

Kaiser exhortaba a los niños a instruirlo si encontraban en su calendario un error. Además, en cada edición había diferentes concursos. En 1933, un adolescente llamado Fritz Dürrenmatt, de 12 años, recibió por su dibujo “La batalla suiza’ el primer premio. Fritz obtendría después el reconocimiento mundial por su obra literaria.

En 1911 se publicó una edición es español

Junto a la edición para la Suiza alemana, Kaiser editó en 1910 otra para la Suiza francesa. Y en 1911 la ‘Kaiser y Cía Berna’ publicó un ‘Calendario Pestalociano’ es español bajo el nombre ‘Almanaque del estudiante argentino’.

“El gran éxito que la primera edición de este almanaque ha alcanzado entre nuestra juventud estudiosa, nos demuestra evidentemente su indiscutible necesidad. Desde los pueblos más apartados de la República fueron remitidos los más halagadores juicos y las personas más entendidas sobre instrucción nos felicitaron por la buena y acertada idea…”

Así se expresan E. Meier y R.Cadelago en el prefacio de la segunda edición de esta publicación que, en lugar de los consejeros federales suizos, incluía a los ministros argentinos, la Batalla de Chacabuco, los colegios nacionales, a las razas indígenas…

Pero también hacía referencia a las religiones, ciudades o a las construcciones más grandes del mundo, y a conocimientos generales de matemáticas, geografía, anatomía, fisiología e higiene, a la historia y al arte, sobre todo europeos.

Sobre la publicación, el entonces Vicerrector de la Universidad de la Plata dice: “Por las páginas en blanco para que cada uno guarde en ellas lo que considere más digno de ser sustraído a la fragilidad de la memoria….es para los niños y los jóvenes la más seductora incitación al orden…”

Un lazo con la querida y lejana patria

En 1918 apareció el ‘Almanacco Pestalozzi’ para la Suiza italiana y a comienzos de la década de los años 20 se podía comprar en París la ‘Agenda de bolsillo de la juventud francesa’ (‘L’agenda de poche la jeunesse française’) y en Amsterdam, el ‘Nederlandsche Pestalozzikalender’.

Al conmemorarse los 100 años de la muerte de Pestalozzi, en 1927, Kaiser expresó con satisfacción que el Calendario Pestalozzi había encontrado amplia difusión en Suiza y el extranjero. “Muchos miles de niños suizos dispersos en muchos países esperan cada año con impaciencia a su calendario, que para ellos es un lazo con su querida y lejana patria”.

Después de la muerte de Bruno Kaiser, en 1941, la institución suiza Pro Juventute asumió la edición del calendario. Desde el 2002 es responsable de su redacción el escritor Martin von Aesch.

Cara y contenido del calendario no son más comparables con las ediciones exitosas. La tirada ha caído a 12,000 ejemplares. Sin embargo, la publicación de este año se había agotado desde hace unas semanas.

swissinfo, Rosa Amelia Fierro

El librito de tareas del Calendario Pestalozzi 2006 ofrece actividades, diversión e información a los escolares a partir de los 9 años.

Su contenido gira en torno a la realidad cotidiana en los colegios. Allí se nota todo aquello que no debe olvidarse, no sólo las tareas.

Además ofrece consejos y ayuda sobre cómo actuar respecto a los temas colegio, tiempo libre y emergencias, incluyendo direcciones importantes y números telefónicos.

El personaje Kuku escribe cartas a la consejera federal Micheline Calmy-Rey, al tenista Roger Federer, entre otros personajes, y recibe respuestas de ellos.

Lala, junto con su maestro de magia, presenta nuevos trucos, Carla hace funcionar el cerebro con adivinanzas y Kim ha inventado nuevas novelas policiales. También están los mejores chistes seleccionados en el concurso del año pasado.

El Calendario Pestalozzi se editó por primera vez en 1906 bajo el nombre ‘El nuevo calendario escolar suizo Kaiser’.

Lo editó la casa editora Kaiser, con sede en Berna. Su propietario y único redactor durante 35 años fue Bruno Kaiser.

En 1910 se publicó la edición en francés para la Suiza francesa y en 1918 apareció la versión para la Suiza italiana.

Durante varias décadas alcanzó tiradas de 100,000 en la Suiza de habla alemana.

En 1981 el Calendario Pestalozzi alcanzó su momento de mayor venta y popularidad.

Hoy tiene una tirada de 12.000 ejemplares.

En cumplimiento de los estándares JTI

Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI

Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR