Amnistía Internacional pasa revista a Suiza
La organización de defensa de los derechos humanos denuncia malos tratos por parte de la policía contra los extranjeros y refugiados, entre otros.
En su informe 2004, Amnistía Internacional se muestra preocupada por la política restrictiva en materia de asilo y el tono xenófobo de la derecha dura.
Amnistía Internacional (AI) a Suiza consagra tres páginas de su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. La ONG destaca el clima político que reina en el país desde la victoria electoral de la derechista Unión Democrática del Centro (UDC) en los comicios legislativos de octubre pasado.
AI cita al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para recalcar que los eslóganes de la campaña electoral fueron “los inequívocamente más hostiles al derecho de asilo jamás utilizados hasta el día de hoy por un partido de primer plano en Europa”.
Asimismo la organización imputa a las fuerzas del orden helvéticas varios casos de malos tratos y recurso “excesivo a la fuerza”.
“Cada año se presentan varios centenares de denuncias ante la policía o un ombudsman”, precisa Manon Schick, portavoz de la sección suiza de Amnistía Internacional, aunque sin éxito en la mayoría de los casos.
“Generalmente, la policía abre una investigación interna a la que luego no da seguimiento. Y también ocurre que el demandante retire la denuncia”, agrega Manon Schick.
Abusos contra refugiados
Amnistía relata un caso concreto que se produjo en julio del 2003 en un centro de refugiados del cantón de Glarus.
“Al alba, la policía irrumpió en las habitaciones donde dormían los solicitantes de asilo. Los ató de pies y manos, los encapuchó y los fotografió, cuando algunos de ellos estaban completamente o casi desnudos”, indica el documento.
El juez que instruyó el caso señaló las “graves lagunas” que se habían producido en la formación de los policías inculpados.
Según Manon Schick, “en Suiza no se necesita mejorar el marco jurídico, sino que las autoridades judiciales cantonales apliquen con mayor rigor las leyes que existen. Y las fuerzas del orden son las responsables de velar por la formación de sus empleados”.
Para luchar contra esos actos de violencia, Boël Sambuc, vicepresidenta de la Comisión Federal contra el Racismo (CFR), exige “la creación de una autoridad que sea independiente de la policía y ante la cual las víctimas puedan presentar sus denuncias”.
“La violencia policial contra la población extranjera minoritaria constituye una de las preocupaciones principales de la Comisión Federal contra el Racismo”, puntualiza.
Asimismo Amnistía Internacional cita otros ejemplos de abuso por parte de las fuerzas del orden, por ejemplo el recurso a la fuerza “de forma excesiva y no justificada” contra los manifestantes que se congregaron el verano pasado con motivo de la cumbre del G-8.
Violencia contra las mujeres
Otro capítulo en el informe de AI son los malos tratos infligidos a las mujeres. “Unas 40 mujeres mueren cada año en Suiza víctimas de la violencia conyugal”, recuerda la ONG.
La organización ha podido comprobar, además, “un número importante de casos de mutilación genital entre las inmigrantes de origen africano”.
Pero, de forma general, todas las violaciones de los derechos humanos que se registran en Suiza se dan también en el resto de los países europeos.
“Muchos países europeos han endurecido su política en materia de asilo. En Alemania, por ejemplo, también hemos observado casos de violencia policial”, concluye Manon Schick.
swissinfo y agencias
Amnistía Internacional denuncia episodios de violencia policial contra ciudadanos extranjeros y manifestantes en Suiza.
Cada año se presentan varios centenares de denuncias por malos tratos por parte de las fuerzas del orden.
La organización de defensa de los derechos humanos menciona en su informe el endurecimiento de la política de asilo y los eslóganes xenófobos de la derecha dura durante la última campaña electoral.
Otro aspecto que preocupa a AI es la violencia contra las mujeres y, en especial, la violencia doméstica que cada año se cobra unas 40 víctimas mortales.
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