FIFA: Si el presidente de EE UU debe salir tras 8 años…
El exdirectivo de la FIFA, el suizo Guido Tognoni aplaude el fortalecimiento del Congreso de la FIFA, que renovó a Joseph Blatter para su cuarto mandato al frente del organismo.
Sin embargo, se muestra escéptico en torno a las otras reformas anunciadas y defiende sobre todo la limitación del mandato presidencial.
Antiguo responsable de marketing y de relaciones con los medios, Tognoni conoce a la FIFA y a su patrón, el también suizo Joseph Blatter, como la palma de su mano.
swissinfo.ch: Los medios de comunicación suizos han sido muy críticos con respecto a las reelección de Blatter: “Entre el Progreso y el gol en propia puerta”, escribió el ‘NZZ’. “Nada va a cambiar”, dijo el ‘Tages-Anzeiger’. ¿Cuál es su impresión?
Guido Tognoni: Está justificado emplear un tono crítico. Sería grave que nada cambiara, como se temían algunos y que las promesas anunciadas en voz alta por Blatter no se aplicaran. Sin embargo, debemos darle la oportunidad de responder con hechos.
swissinfo.ch: El problema de la FIFA no sería tanto la corrupción generalizada, pero sí el favoritismo que existe dentro de la institución, diagnosticó el ‘Tages-Anzeiger’. ¿Este análisis le parece correcto?
G.T.: No del todo. La FIFA es una asociación y el favoritismo forma parte de ella. Si una asociación actúa en estricta conformidad con sus estatutos y criterios morales puede hacer casi lo que quiera. Si la FIFA se adhiere a sus principios éticos y al juego limpio, valores que siempre destaca en gran medida, entonces el favoritismo no es la cuestión más importante.
La corrupción es actualmente el mayor problema de la FIFA. Quien no lo vea es que no ha delimitado bien la realidad.
swissinfo.ch: Sepp Blatter ha anunciado varias reformas, incluyendo la asignación de los Mundiales al Congreso de la FIFA en lugar de a los 24 miembros del comité ejecutivo. ¿Es esta reforma realmente apropiada?
GT.: El Congreso se reúne una vez al año y toma decisiones, por lo general, poco importantes. La medida es juiciosa ya que revaloriza al Congreso. Las sospechas de corrupción de los miembros del comité ejecutivo no deberían haber tenido lugar, ya que no hubieran tenido más el poder de designar a los países anfitriones de los Campeonatos del Mundo.
swissinfo.ch: Otro reforma anunciada es el fortalecimiento de la comisión interna de ética. ¿Cuál es su opinión al respecto?
G.T.: Sobre este punto soy escéptico. Con Blatter, la FIFA siempre ha respondido a los problemas mediante la creación de comisiones. En cuanto a la de ética, su tamaño no es determinante. La pregunta es más saber quién la ocupa y si puede trabajar de forma independiente.
Si la comisión de ética está compuesto por personas de fuera de la FIFA, resultaría mucho más creíble que si sus miembros son escogidos y elegidos por el Congreso de la FIFA.
La comisión de ética debería sin embargo actuar únicamente en primera instancia. Un órgano independiente se haría cargo después de los casos problemáticos, tal como lo hace la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
swissinfo.ch: Expertos anticorrupción exigen un sistema de control de conformidad en el modelo de las grandes corporaciones industriales. ¿Sería esto posible con las propuestas de reforma propugnadas por Blatter?
G.T.: No, esto no es siempre posible. Blatter habla de una “comisión de soluciones”, que suena mejor que “conformidad” o “Gobierno Corporativo”. Sin embargo, se dio cuenta que tenía que actuar. La FIFA no cortará la creación de dicho órgano, cualquiera que sea su nombre. Los nombres de personalidades como Henry Kissinger, que sin duda no va a aportar un nuevo impulso en la lucha contra la corrupción, circulan.
Yo sería más favorable a los expertos anticorrupción activos y con experiencia del calibre de Dick Marty o Mark Pieth. Necesitamos especialistas que defiendan la reputación de la FIFA, no nombres decorativos.
swissinfo.ch: ¿No tiene el presidente de la FIFA demasiado poder? Una limitación a dos mandatos llevaría a una mejor separación del puesto y de la persona?
GT.: Yo estoy absolutamente a favor de una limitación de los mandatos. Tenía la esperanza de que se hubiera aprobado definitivamente una limitación a dos o tres mandatos. Lo que hubiera sido un progreso real. Si el presidente de Estados Unidos debe retirarse después de ocho años, es razonable que el presidente de la FIFA hiciera lo mismo después de ocho o doce años.
En cuanto a la cuestión del poder, me gustaría destacar que el poder no solo se tiene, sino que también se da. Cuando el comité ejecutivo de la FIFA o de algunas grandes organizaciones internacionales ya no quieren ejercer su función de control no es un problema de Blatter, pero sí de su entorno.
swissinfo.ch: En Suiza, sede de la FIFA, los diputados quieren reforzar el marco jurídico de las organizaciones internacionales. ¿Percibe también la FIFA el viento en contra lanzado por la política?
GT.: Me alegra constatar que algunos parlamentarios están despiertos, en vez de dormirse por temor a que federaciones y organizaciones internacionales se vayan de Suiza. Estas amenazas no son tomadas en serio porque no hay mejor lugar para las organizaciones internacionales.
Más bien, ellas deberían estar agradecidas a Suiza, que les pone barreras de seguridad. Ellas pueden así trabajar mejor porque tienen una coartada para solucionar los problemas internos.
Cuando se habla de la corrupción y de mala gestión, la imagen de Suiza también está asociada negativamente. Por ello es importante no solo darles un salvoconducto para recordarles están en un Estado de derecho.
La FIFA tiene sede en Suiza desde 1932. Sin embargo, la llamada ‘Casa de la FIFA’, nueva sede del organismo rector del fútbol internacional, fue inaugurada en Zúrich en mayo de 2007.
El edificio, que cuenta con ocho pisos -tres sobre la superficie y cinco más de carácter subterráneo- fue diseñado por una arquitecta suiza: Tilla Theus.
Se planeó en 2003 y la construcción comenzó en 2004.
Joseph S. (Sepp) Blatter nació el 10 de marzo de 1936 en la ciudad suiza de Visp (cantón del Valais).
Es miembro del Ejecutivo de la FIFA desde 1998, año en el que fue elegido presidente, sucediendo en el cargo al Dr. João Havelange, de Brasil.
Reelegido en 2002, 2007 y 2011.
Anteriormente, Joseph Blatter prestó sus servicios a la FIFA en diferentes puestos durante 23 años.
Realizó sus primeros estudios en los Colegios de Sion y St. Maurice, donde cursó el bachillerato.
Culminó luego su carrera universitaria en la facultad de Derecho de la Universidad de Lausana con la licenciatura en Economía y Administración de Empresas.
(Adaptación: Iván Turmo)
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