Suiza vuelve a liderar el esquí internacional
Los Mundiales de Val d'Isère (Francia) acabaron este domingo con la victoria del austriaco Manfred Pranger en eslalon. El equipo helvético, que terminó en el primer lugar del medallero, ha vivido un campeonato excepcional con el trío Didier Cuche, Carlo Janka y Lara Gut.
Con seis medallas, entre ellas dos de oro, Suiza destrona a Austria en la cumbre del esquí alpino mundial.
Han tenido que pasar 20 años de larga espera para que el esquí helvético volviera a lograr un éxito que se resistía desde los años 80. En Vail (Estados Unidos), en 1989, los héroes fueron Pirmin Zurbriggen, Vreni Schneider, Maria Walliser y Paul Accola. Ahora son Didier Cuche, Carlo Janka y Lara Gut.
Este triunfo es fruto de un largo trabajo lanzado por la Federación Suiza de Esquí tras el desastre de Bormio en 2005, donde Suiza no consiguió ni una sola medalla. El equipo ha mezclado la experiencia del veterano Didier Cuche y la eclosión de los jóvenes talentos Carlo Janka y Lara Gut.
Cuche como líder
Aunque no hay que olvidar que Daniel Albrecht fue el máximo ejemplo de esta renovación saludable, que conseguía lograr dos de las cinco medallas individuales en los Mundiales de Are, en Suecia, hace dos años.
Ausente en Val d’Isère, debido a un terrible accidente ocurrido hace tres semanas en Kitzbühel (Austria), ya ha salido del coma artificial y se espera que no le quede ninguna secuela grave de su tremendo golpe. Albrecht ha contado con la ayuda de sus compañeros de equipo para hacer olvidar su ausencia.
Didier Cuche adoptó perfectamente el rol de líder, tras una brillante actuación esperada desde hace tiempo. En el supergigante, primera prueba masculina de los Mundiales, el esquiador de Neuchâtel mostró el camino a seguir a sus compañeros de equipo. Si no hubiera perdido cuatro centésimas en descenso respecto al canadiense John Kucera, Cuche hubiera alcanzado un doblete histórico.
Carlo Janka, la fuerza tranquila
Tras la estela de Cuche, Carlo Janka respondió a las expectativas. Más abierto en las pistas que en las entrevistas, el deportista del cantón de los Grisones hizo un retorno triunfal en Bellevarde, donde se dio a conocer hace dos meses. Esta vez fue también en la misma disciplina, el eslalon gigante, que Janka consiguió vencer como campeón mundial.
Su medalla de bronce en descenso tiene también un sabor especial. Cuando se lanzó a la pista la niebla había hecho su aparición en la parte más elevada del recorrido, ‘Iceman’ terminó a sólo 17 centésimas de una victoria que hubiera logrado de haber contado con unas condiciones atmosféricas favorables.
En el campo masculino, las actuaciones en conjunto fueron excepcionales. Una centésima separó a Silvan Zurbriggen de haber logrado medalla en la supercombinada.
Como decepción, aparece Didier Défago, del que se esperaba mucho tras su doble triunfo en Wengen-Kitzbühel. Défago tuvo una actuación frustrante en Val d’Isère.
Lara Gut marca el presente
En el seno del equipo femenino suizo, privado de medallas en las últimas ediciones de los Mundiales, una de las heroínas ha sido Lara Gut. Dos metales de plata, en la supercombinada y en descenso, logradas por la jovencísima esquiadora de 17 años que ha entrado en la zona de privilegio con una tranquilidad sorprendente.
Sin el virus que contrajo en el comienzo de la segunda semana de competición, esta niña prodigio de Comano (cantón Tesino) hubiera podido aspirar a una tercera medalla en gigante. Una vez más, los observadores se quedaron estupefactos con la manera en la que Lara Gut aguantó la enorme presión que pesaba sobre sus espaldas.
En la estación de esquí francesa, la deportista de la Suiza de habla italiana fue el blanco de todas las miradas. «Las cámaras me seguían por todos los lados desde mi llegada a Val d’Isère. Fue algo pesado. Todavía tengo que aprender a gestionar los pormenores de los Mundiales», dijo tras su eliminación en el gigante.
Gracias a Gut
Sin Lara Gut, el equipo femenino de Suiza hubiera terminado la cita con las manos vacías. Dominique Gisin, que había ganado dos veces seguidas en descenso en el circuito de Copa del Mundo, no respondió a las expectativas. Lo mismo que sucedió con Fabienne Suter.
En las disciplinas técnicas (gigante y eslalon) todavía existe mucha diferencia con los mejores países. Con lo que hay mucho trabajo que realizar.
Estabilidad y continuidad
El esquí suizo confirmó en Val d’Isère de forma brillante su vuelta al primer escalón mundial. Desde hace unos años, los dirigentes de la Federación Suiza de Esquí comprendieron la importancia de poder contar con una dirección estable y con un grupo de entrenadores de calidad, que trabajaran a largo plazo.
Esta continuidad ha permitido a esquiadores como Didier Cuche y Didier Défago poder exprimir plenamente su respectivo potencial, en especial gracias al entrenador de ambos, Patrice Morisod.
Entre la joven generación, Suiza cuenta con Lara Gut y Carlo Janka, dos ‘pura sangres’ que deben dar muchas alegrías al esquí helvético en los próximos años. Aunque también habrá que tener cuidado con no volver a caer en los errores de antes.
swissinfo, Samuel Jaberg
(Traducción: Iván Turmo)
1. Suiza 6 (2 oros, 3 platas y 1 bronce)
2. Austria 5 (2, 1, 2)
3. Estados Unidos 3 (2, 0, 1)
4. Alemania 2 (2, 0, 0)
5. Noruega y Canadá 2 (1, 0, 1)
7. Francia 3 (0, 3, 0)
8. Italia 2 (0, 1, 1)
9. Eslovenia y Rep. Checa, 1 (0, 1, 0)
11. Finlandia 2 (0, 0, 2)
12. Croacia 1 (0, 0, 1)
Oro: Didier Cuche (supergigante), Carlo Janka (gigante)
Plata: Lara Gut (supercombinada y descenso), Didier Cuche (descenso)
Bronce: Carlo Janka (descenso)
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