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La Internet sin hilos se comparte

Navegar en la Internet en todas partes es el sueño de muchos. Keystone Archive

¿Gratuita? No. Sin embargo, la idea es que esté disponible como la luz pública. Sí, así será el Wi-Fi de mañana. Los pioneros concernidos ya trabajan en ello, de manera más o menos desinteresada.

Mientras una comunidad surgida en España ambiciona conquistar el mundo haciendo dinero, otra red no comercial se entreteje rápidamente en Ginebra, gracias a una tecnología única en el mundo.

“En casa, mi enlace Internet inalámbrico lo empleo unas dos horas al día. Pero el pago es por 24 horas, por lo tanto otras personas pueden utilizarlo el resto del tiempo”.

Para Charly Schwarz, presidente de la asociación L’Esprit de Genève, la idea de GEspot vale la pena: cubrir la ciudad de una red Wi-Fi lo suficientemente densa que cualquier persona pueda conectarse casi en todas partes.

“Lo que queremos es una red sin hilos y de libre acceso”, explica este hombre a quien no le gusta mucho la palabra gratis, “porque de todas maneras, alguien va a pagar las conexiones”.

¿Quién? “Poco importa: las inmobiliarias, los poderes públicos, las bibliotecas, los cafés, los hoteles, los operadores telefónicos… lo esencial no está en eso”.

“El objetivo es crear la solidaridad, o –diciéndolo de otra forma- reducir la fractura numérica. Mis vecinos, quienes utilizan mi Wi-Fi, saben que se conectan a mi Internet, lo que refuerza los contactos en el barrio”, dice con entusiasmo Charly Schwarz.

Tampoco olvida la imagen de la ciudad, que en dos años será sede de la gran feria mundial Telecom 2009. Si sus visitantes al descender a la ciudad, la encuentran enteramente cubierta de una red inalámbrica basta y tupida resultaría todo un éxito para la imagen de Ginebra.

Impermeable a riesgos

Para extender su red, GEspot cuenta con espíritu ciudadano. Luego de analizar el inventario de las opciones Wi-Fi a disposición en la ciudad, en todos sus cafés, tiendas y museos, el mapa ginebrino de puntos de acceso a la Internet sólo puede ampliarse a través de los particulares.

Para convencer a los potenciales interesados, la red ginebrina dispone de ventajas nada despreciables en términos de seguridad y confidencialidad: un sistema que permite compartir su señal para dos.

“Hasta ahora sólo había dos opciones: conectar exclusivamente el o los ordenadores de casa a la red inalámbrica sin compartirla con nadie, o abrir el acceso a todos los vecinos para que accediesen”.

Socio de GEsport con L’Esprit de Genève, la empresa informática DFI desarrolló en seis meses el programa que permite dividir una conexión en dos. Aquella persona que ofrece a otro el libre acceso a su red puede conservar su parte cerrada y los internautas invitados no tienen acceso alguno a los datos del usuario principal.

“Una primicia”, considera orgulloso Charly Schwarz sobre el concepto que presume ser 100% impermeable a riesgos de que alguien logre ingresar a los datos del ordenador personal.

Otros conceptos ya en marcha

No obstante, otras ideas similares han surgido en Suiza. Tal es el caso del proyecto ‘Wireless St. Gallen’, anunciado en diciembre pasado por las autoridades de esa ciudad al noreste helvético.

En Berna y Zúrich ya se puede navegar por internet en los alrededores de la estación y algunos otros puntos de forma gratuita, como ocurre ya en otras metropolis en el mundo.

Lucerna también tiene el proyecto de establecer en sus escuelas sistemas WLAN (en inglés: Wireless Local Area Network) y allí, cada sexto internauta navega ya a través del acceso gratuito ofrecido por las autoridades locales.

Por otra parte, cabe decir que están surgiendo algunos proyectos en localidades más pequeñas. En agosto de 2006 inició Leysin (cantón de Vaud) la oferta de media hora de Wi-Fi gratis en sus calles principales (dos horas suplementarias cuestan 5 francos), por citar algunos ejemplos.

La comunidad FON

Es decir, L’Esprit de Genève no inventó la idea de compartir el Wi-Fi, un uso que se reproduce en círculos privados.

Swisscom – el operador suizo que ha detentado el monopolio de la telefonía en Suiza y que conservará aún por algún tiempo los derechos de la denominada “última milla” de las redes de los cables telefónicos en el país- sabe que existen usuarios particulares que comparten su conexión Internet y los gastos de su suscripción.

Justamente bajo esta idea en 2005 nació la comunidad FON en España para conquistar el mundo. Si bien el espíritu de esta empresa es comunitario, el objetivo también es comercial: los miembros de FON también pueden ganar dinero.

Los “foneros” comparten su Wi-Fi y dentro de esa comunidad hay varios perfiles como los linuses, que tienen acceso gratuito a los Fon Spots de todo el mundo. Los bills, que ganan dinero compartiendo su Wi-Fi y que también ahora tienen acceso gratis a las señales de los foneros en el mundo y los aliens, que no comparten nada y pagan cada vez que se conectan.

El sistema tiene futuro. A un año de su lanzamiento, FON ha llamado ya la atención de los grandes de la red. Actualmente, Google y Skype- el pionero de la telefonía internet- son tan sólo algunos de los nombres más famosos de la lista de empresas que tienen participaciones en FON.

Swisscom al acecho

¿El surgimiento de estas nuevas redes inquieta a los operadores? “Si alguien quiere compartir su Wi-Fi, requiere de una línea de gran capacidad. Y las propuestas comunitarias son más bien para la gente que está en la calle, en lugares públicos. Por ello creo que no van a quitarnos clientes”, explica Christian Neuhaus, portavoz de Swisscom.

“Observamos muy de cerca la evolución de estos movimientos. Sería ridículo intentar oponerse a ellos, pues estas opciones surgirán con o sin nosotros. Por lo tanto, es mejor que surjan con nosotros”.

A través de su filial Eurospot, Swisscom ya es líder europeo de puntos de acceso Wi-Fi “gratuitos” como los que se encuentran en cerca de mil estaciones de tren y hoteles en Suiza, conexiones que el operador cobra a las empresas de ferrocarriles y a los hoteleros.

Entonces, ¿la próxima etapa puede ser la participación en FON? “Todo es posible, pero por ahora ninguna decisión ha sido tomada.”

swissinfo, Marc-André Miserez
(Traducción y adaptación de Patricia Islas Züttel)

El término recuerda al Hi-Fi (alta calidad), pero en realidad es sólo un nombre más sencillo que ha sustituido el IEEE 802 11b Direct Sequence’ de la frecuencia donde transitan estas emisiones.

El Wi-Fi es una tecnología de red informática que permite la ausencia de hilos, instalando un aparato emisor que envía la señal a todos los ordenadores que tengan una tarjeta para captarla.

La tecnología Wi-Fi se desarrolla al mismo tiempo que aparecen interrogantes sobre el impacto de las tecnologías de la comunicación sin hilos en la salud humana. El teléfono celular está en el centro del debate.

Cabe señalar que la potencia emitida por los equipos de Wi-Fi es menor a la de los celulares que, además, se colocan muy cerca del cerebro.

No obstante, un teléfono sólo transporta informaciones durante una llamada. El punto de acceso Wi-Fi las transmite de forma permanente.

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