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Las empleadas de Migros podrán llevar velo

Migros no tiene inconveniente de que sus empleadas lleven velo. swissinfo.ch

En nombre del respeto de la libertad religiosa, el gran distribuidor no quiere prohibir a sus cajeras y vendedoras llevar el velo islámico.

Si surgiera algún problema, los responsables del personal tendrán la obligación de proteger a las empleadas contra cualquier agresión.

Invocando la libertad de culto, Migros ha decidido permitir a sus dependientes musulmanas llevar el velo en su puesto de trabajo.

Pero si la clientela reacciona muy mal, la empleada con velo será transferida a otra filial. Cada caso será analizado individualmente, según comunicó este jueves la cadena de grandes supermercados.

Libertad de culto

“No se puede prohibir el velo, lo prohíbe la Constitución federal que garantiza la libertad de credo y de conciencia”, declaró a la agencia ATS Eve Pfeiffer, portavoz de la cooperativa Migros de Zúrich. “Y el Tribunal Federal ha dictado que el velo islámico es un símbolo religioso”.

Las líneas directrices de Migros aseguran, además, el respeto de la diversidad religiosa, cultural o sexual”, explicó el portavoz de la Federación de las Cooperativas Migros (FCM), Urs Näf.

A ello se suma que el contrato colectivo de trabajo y la ley laborar contienen artículos que prohíben toda práctica discriminatoria.

En el caso en el que las vendedoras y cajeras sean acosadas por los clientes por llevar velo, podrán ser transferidas a otra filial o a un puesto que no sea “de cara al público”. “Migros tiene la obligación de proteger a sus dependientas en el lugar de trabajo”, afirmó Urs Stolz, responsable de personal de la cooperativa Migros de Zúrich.

“No se despedirá a nadie en nuestra empresa por llevar el velo y tampoco se le prohibirá llevarlo”, agregó. Según la decisión que adoptaron el viernes los responsables de personal, este principio se aplica a todas las cooperativas de Migros en Suiza.

Mucho más que un trozo de tela

Fue la solicitud de una dependiente que pedía poder llevar el velo en el puesto de trabajo para poder vivir en conformidad con su credo, lo que desencadenó el debate. Un caso del que se hizo eco el diario de Zúrich ‘TagesAnzeiger’, en octubre, y que desató la polémica.

Hubo reacciones en todo el país, algunas antiislámicas. “El 80% de las reacciones de los clientes fueron negativas”, afirmó Stolz. Muchos amenazaron con no volver a poner pie en una filial del mayor minorista del país.

En conversación con estos clientes, el responsable de personal de Migros de Zúrich pudo constatar que “el velo es mucho más que un simple trozo de tela”.

En el cantón de Zúrich trabajan también ‘sikh’ y judíos que llevan el turbante o la ‘kippa’, respectivamente. “Ellos nunca han tenido problemas”, agrega Stolz.

swissinfo y agencias

Las otras grandes cadenas de supermercados también se ven confrontados con la cuestión del velo islámico.

Coop soluciona el problema de caso en caso, pero considera que lo que prima es la preocupación del cliente.

Denner no recomienda llevar el velo, pero sus filiales tienen autonomía en este aspecto.

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