Escepticismo por el uniforme escolar
La política de consenso también se utiliza en la decisión de un proyecto piloto para el uso de uniforme en dos clases de educación intermedia en Basilea, Suiza.
“Hay otras prioridades en la educación en Suiza como la heterogeneidad idiomática en un mismo salón de clases, que no se cubre con un uniforme”, dice a su vez la Federación Suiza de Maestros sin rechazar la idea en sí.
Suiza no sabe de carencias graves desde terminada la Segunda Guerra Mundial. El repunte en la economía en los últimos años muestra que el monedero de los suizos no está vacío y por ende, el índice de consumo asciende en una de las sociedades más caras del mundo.
Los hijos de esta Suiza en buena salud ya se han vuelto progenitores de una sociedad joven en la que el valor del dinero pareciera haber superado el de la educación, la salud o la perseverancia.
Muchos consideran que las escuelas se han vuelto pasarelas de moda entre los jóvenes, en prejuicio –dicen algunos- de la razón principal de un centro de estudios.
Partiendo de esta premisa, un proyecto piloto introduce a título de prueba el uso de uniforme en una escuela de Basilea, con la posibilidad de ampliar la medida si el ensayo da resultados.
“Demasiado a la moda”
En efecto, el centro Leonhart lanzó un proyecto piloto para que durante el semestre en curso los alumnos de dos clases vistieran ûn uniforme y así evitar diferencias en el salón de clases.
Pero como todo lo nuevo en Suiza pasa por el consenso, este proyecto ha hecho lo propio: se pidió el consentimiento de alumnos y padres de familia concernidos, se lanzó un concurso de diseñadores para elegir el modelo más adecuado y se dio un plazo de seis meses para tomar una determinación sobre el futuro del concepto.
Aún no ha llegado marzo –mes en que termina el periodo de prueba- y ya los chicos de entre 14 y 15 años de edad se dicen en desacuerdo con el uniforme elegido por ellos mismos. El argumento esgrimido es que les parece “demasiado a la moda”.
Cabe recalcar empero que la decisión sobre el proyecto en sí será tomada en marzo de 2008. Es decir que el ensayo será aplicado a alumnos más jóvenes.
Los estudiantes no rechazan la idea del uso de uniforme, sino el vestuario elegido, afirma Alexander Grob del Instituto de Psicología de la Universidad de Basilea, encargado de realizar una evaluación externa del proyecto para determinar, entre otras cosas, si el atuendo común tiene una influencia positiva en el rendimiento de los alumnos.
¿Realmente cree que esa es la razón del rechazo al uniforme?, preguntó Scott Capper de swissinfo a Grob: “Si, creo que es realmente la razón. Al principio el uniforme les gustó mucho, pues sigue los designios de la moda, pero pasado un tiempo los chicos dicen preferir algo más clásico”.
“No se adapta al sistema educativo público”
Grob no descarta que el uniforme escolar pueda favorecer -como señalan otros estudios-, el rendimiento de los alumnos, pero que al menos se requiere de uno a dos años para evaluar cambios tangibles.
Además, Alexandre Grob precisa a swissinfo que sería concebible introducir el uso de uniforme desde una edad escolar temprana, ya que incluso los jóvenes y las muchachas participantes en el ensayo actual dan a entender que el uniforme puede dar a uno la impresión de pertenencia a un grupo o institución escolar.
El especialista no descarta que el uniforme pueda ser aceptado en la realidad cultural suiza, pese al escepticismo expresado por estudiantes y maestros, entre ellos Beat Zemp, director de la Federación Suiza de Maestros y Profesores.
“No me sorprende la reacción de los chicos. En Suiza no hay tradición del uso de uniforme”, opina Zemp.
“El uniforme escolar tiene sus raíces históricas en culturas diversas: en sociedades absolutistas y militaristas y, por otra parte, como respuesta al ideal de la igualdad en el siglo XIX”, agrega.
“A esto se suman los motivos elitistas de las escuelas privadas que demarcan su influencia con su vestimenta y emblemas para destacar entre otras. Y todos esos motivos no se adaptan al sistema educativo público de una sociedad moderna, democrática y plural”, concluye el director de la agrupación suiza de personal docente.
El proyecto en la escuela Leonhard continuará el próximo año escolar con un nuevo uniforme a prueba para alumnos del primer grado, con el que su supone mayor aceptación. En marzo de 2008 se conocerá el resultado definitvo del proyecto piloto.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
En Suiza los uniformes son realmente inusuales, sólo son utilizados en escuelas privadas de gran prestigio.
Los jóvenes defienden la libertad de vestirse a su gusto, como parte de su personalidad.
El proyecto del uso del uniforme en dos clases de la escuela de Basilea fue respaldado por la industria textil. De esta forma, los padres pagaron 100 francos por el uniforme, de un costo total de 735 francos.
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