Un hombre en misión: Bertrand Piccard en Boston
El psiquiatra y aventurero suizo Bertrand Piccard busca con su proyecto SolarImpulse dar una muestra de su visión del desarrollo sostenible.
En una serie de conferencias en Boston, Piccard abordó la concepción de su aeronave impulsada con energía solar, con la que piensa dar la vuelta al mundo. Además habló de su espíritu pionero y de su travesía en globo alrededor de la Tierra.
“El proyecto SolarImpuse no trata de un récord personal”, indicó Piccard en conversación con swissinfo.
“Queremos establecer una señal para el desarrollo sostenible. Debemos encontrar nuevas soluciones para manejar los recursos naturales, ya que el despilfarro energético actual amenaza el futuro de nuestro planeta”, afirma quien adquirió fama internacional en 1999 cuando, junto con Brian Jones, dio la vuelta al mundo en globo sin escalas, en 19 días, 21 horas y 47 minutos, una primicia en su género.
“El desarrollo sostenible, que involucra aspectos sociales además de los ecológicos, es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo”, insistió Piccard. En su opinión, se requiere de forma urgente más colaboración entre la economía y la ecología.
La vuelta al mundo de Piccard y Jones se considera como la última aventura ocurrida en el siglo XX, pero el suizo mira hacia el futuro: “La aventura del siglo XXI trata de la investigación para mejorar la calidad de vida”, reiteró en Boston.
Con sus apariciones en público, Piccard quiere, por un lado, favorecer el diálogo entre diversos círculos involucrados en esa meta y, por el otro, mostrar otra faceta de Suiza y su gente, fuera de los clichés del chocolate, los bancos y los relojes.
Su proyecto es un ejemplo de esa Suiza innovadora, aunque el suizo asegura que aún se puede hacer más en su país.
No es un sueño, sino una visión
“Quiero hacer un llamado para que se comprenda que el desarrollo sostenido no es una amenaza para el futuro, sino un seductor desafío económico que a todos beneficia”. Ya es tiempo de que las personas con poder de decisión en el ámbito político y en el económico lo comprendan.
Piccard: “No es un sueño, sino una visión”. Las visiones pueden realizarse, en cambio los sueños terminan al despertar.
Y para iniciar nuevos caminos se deben abandonar los modelos de pensamiento establecidos. “En la vida debemos abrir nuevas puertas, estudiar nuevos horizontes. Debemos enfrentarnos a lo desconocido, aceptar los retos y aprender de las crisis”.
El callejón sin salida
La intención de volar alrededor del mundo sin uso de carburantes no es una locura, “la locura sería si seguimos consumiendo el petróleo como hasta ahora”.
Esto sólo nos lleva a un callejón sin salida. Hace cuatro años, un barril de crudo costaba 29 dólares, ahora se compra por casi 100 dólares. Si este recurso encarece, la amenaza de conflictos se intensificaría, poniendo en peligro a personas que ya no tienen más que perder.
Tan sólo por ello sería tonto no hacer nada para proteger el medio ambiente y la justicia social, pero la lucha contra la pobreza no se trata únicamente de una cuestión moral.
El viento de vida
En la Universidad de Boston, en el instituto Tecnológico de Massachussets, en Cambridge y en el Aeropuerto Logan, Piccard vinculó su experiencia de 1999 con los desafíos actuales.
Con la expresión “Viento de vida”, el suizo mostró la fuerza simbólica de su vuelta al mundo: si en el globo se toma la dirección incorrecta, se debe cambiar la altura del vuelo para encontrar un mejor viento.
También en esta vida uno debe adaptarse constantemente para poder deshacerse del lastre y seguir el vuelo. Una ventura es, sobre todo, el uso del potencial propio. “Para ello se requiere -como en el caso del balón, de los meteorólogos- de gente que nos ayude.”
Para la creación de nuestro futuro se requiere de espíritu pionero. Esto significa curiosidad, respeto constante por lo desconocido, pero también respeto al prójimo. Se deben comparar las experiencias propias con las de los demás y respetar las otras opiniones para descubrir nuevas ideas.
La curiosidad lleva a las personas a indagar para alcanzar la certeza y la seguridad, para encontrar nuevos caminos. Aunque, si bien es cierto que con ello se empuja a la incomprensión y al rechazo, comentó Piccard, con razón, al mencionar los casos de Galileo o de su propio abuelo Auguste Piccard.
Público entusiasta
Al joven emprendedor no le costó ganarse el apoyo del público con su compromiso, las imágenes de sus proyectos y de cierre, la música de fondo de John Lennon ‘Imagine’.
“Inspirador, brillante”, se oía repetidamente al término de sus exposiciones.
swissinfo, Rita Emch, Boston
(Traducido del alemán por Patricia Islas Züttel)
Swissnex, el consulado suizo de investigación en Boston, organizó las exposiciones de Piccard en el marco del programa ‘ThinkSwiss’, el programa de esta año de Presencia Suiza en Estados Unidos.
También participa la Secretaría de Estado de Educación e Investigación y el Ministerio de Asuntos Exteriores helvético.
La familia suiza de los Piccard ha escrito historia en tres generaciones.
Bertrand Piccard y Brian Jones fueron los primeros en dar la vuelta al mundo en globo en 1999.
El padre de Bertrand, Jacques Piccard, alcanzó el récord de descenso submarino en 1960 al llegar a los 10.914 metros de profundidad, junto con Don Walsh.
Y el abuelo de Bertrand, Auguste, fue el primer ser humano en alcanzar la estratosfera en globo en 1931 (más allá de los 15.000 metros de altura).
Incluso el caricaturista belga Hergé se inspiró en la figura de Auguste Piccard para su figura del Profesor Bienlein en las historietas de Tim y Struppi.
Actualmente, Bertrand Piccard planea, junto con su socio André Borschberg, hacer volar en 2011 su nave solar en cinco etapas para rodear el mundo. El aparato definitivo medirá unos 80 metros y pesará cerca de dos toneladas.
Piccard está casado y es padre de tres hijas de 13, 15 y 17 años.
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