Caviar y papayas de los Alpes de Suiza

En el valle del Kander, en Frutigen, en las montañas bernesas se construirá hasta finales de 2009 una piscicultura para la producción de caviar alpino y un invernadero tropical donde se plantarán frutas exóticas.
Para la realización de este proyecto se aprovecharán las aguas calientes alpinas provenientes del túnel de base de Lötschberg.
Dmitri Pugovkin, un biólogo de Siberia, pesca con la red a un esturión de un metro de largo en un tanque artificial. Toma el pez enérgicamente, aunque con cuidado, y pone el animal encima de una base. El investigador, que colabora en el proyecto por encargo de la Universidad de Berna, con ayuda de una ecografía determina el sexo del pez. «Es un macho, tiene cinco años.» Pugovkin devuelve el pez al agua.
El agua de esa pila tiene 20 grados centígrados y proviene directamente del túnel de base de Lötschberg, donde es embalsada en un trayecto de unos 14 kilómetros. Es la temperatura ideal para el esturión, un pez que a causa del consumo de sus preciados huevos conocidos bajo el nombre de caviar, está en peligro de extinción.
«En los lagos y ríos rusos, el esturión se mueve en invierno en aguas a 2 grados de temperatura, mientras que durante el breve verano siberiano, la corriente alcanza los 18 grados.
En Frutigen, en Suiza, el pez goza permanentemente del clima veraniego siberiano, por lo que se procrea muy bien», explica Samuel Moser, director del ‘Tropenhaus’, es decir, el Invernadero Tropical de Frutigen.
Peces de Hungría
En una carpa lindante se sacrifican los peces. Los supermercados ‘Coop’ vende filetes de esturión en las sucursales de la región. Aún se trata de cantidades menores, pero en el futuro se quieren vender hasta 20 toneladas de pescado al año.
Sin embargo, se prevé que los ingresos principales provendrán de la venta del caviar de las hembras del centurión. Cuentan con una cosecha de dos toneladas al año. Hasta 2017, el «caviar alpino» contabilizará tres cuartos de las ganancias del Invernadero Tropical.
La piscicultura, una de las pocas que se especializó en la cría de esturiones en Europa, es la parte central del Invernadero Tropical de Frutigen. Los esturiones proceden de una piscicultura húngara. Los animales más jóvenes tienen 8 meses, los más viejos 8 años, que alcanzan una extensión de un metro y medio. El objetivo del Invernadero Tropical es el cultivo de una cría propia. «Es el mejor método para prevenir enfermedades», señala a swissinfo el director Moser.
Un producto emblemático
Según afirma el agrónomo de Frutigen, el agua caliente del túnel de Lötschberg no puede ser desviado directamente al río Kander. «El agua de la montaña tiene 20 grados centígrados. Por las diferencias de temperatura y del cauce de las aguas locales el desvío causaría problemas ambientales. Perjudicaría el ritmo biológico de los peces autóctonos y de la trucha lacustre, una especie amenazada.
Para no tener que enfriar artificialmente el agua alpina, Peter Hufschmid (hoy presidente del consejo administrativo del Tropenhaus Frutigen SA) lanzó la idea de calentar con el agua una piscicultura y un invernadero para frutas exóticas.
A pesar de algunas sospechas al principio, el proyecto innovador fue bien recibido por la población local, tal vez no en último lugar gracias a la creación de empleos. Los campesinos de la región crían ahora insectos que sirven de pienso para los peces.
La «República bananera» de Frutigen
En mayo de 2008 comenzaron las obras de este proyecto con un coste total de 28 millones de francos. El Invernadero Tropical, ubicado a pocos minutos a pie de la estación ferroviaria de Frutigen, ya está tomando forma. En un pequeño cobertizo provisional de plástico el visitante ya puede echar un vistazo: aquí crece una docena de plataneros y un puñado de cafetos y papayas. En el futuro se cultivarán en una superficie de 2.000 metros cuadrados aproximadamente 10 toneladas de frutas exóticas.
Es difícil imaginarse en un día de nieve en el Oberland Bernés, en un lugar situado en una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar, que aquí se cultivarán frutas tropicales. El director Moser es optimista: «No tememos a la competencia. A diferencia de las frutas tropicales importadas podemos esperar hasta que maduren las frutas en los árboles y servirlos y venderlos horas después de la cosecha.»
Un mundo de aventuras
Se construirá, además del invernadero, un centro para visitantes con restaurantes y salas expositivas. La empresa que administra las Centrales Energéticas Berneses (BKW), una de las dos principales patrocinadoras del proyecto, quiere proporcionar a los visitantes informaciones sobre la geotermia y otras energías renovables.
Otro tema será la fauna salvaje amenazada —como en el caso del esturión—. Moser espera poder sensibilizar a los consumidores para que compren productos sostenibles.
Samuel Moser no cree que el Invernadero Tropical tendrá el mismo destino como el Mystery Park del conocido autor Erich von Däniken, cuyo parque de aventuras en Interlaken sufrió un fracaso rotundo.
«Estamos muy bien posicionados, el Mystery Park sólo era una exposición. En cambio nosotros nos dedicamos a la producción y esperamos poder sacar una buena parte de nuestros beneficios de la piscicultura.»
Piscicultura, caviar, investigación, energías renovables, sostenibilidad, plátanos, papayas y todo esto ante el panorama alpino del Oberland Bernés. Es difícil ser pesimista.
swissinfo, Gaby Ochsenbein, Frutigen
(Traducción del alemán: Antonio Suárez Varela)
2002: Peter Hufschmied lanza su idea
5-VI-2005: la población de Frutigen aprueba el plan de zonificación del terreno municipal
16-V-2008: comienzo de las obras
Finales de 2009: inauguración
Presupuesto: 28 millones de francos
Número previsto de visitantes por año: 50.000
Patrocinadores principales: Coop, BKW
Productos: 10 toneladas de frutas tropicales, así como 20 toneladas de carne de esturión y 2 toneladas de caviar al año
En la localidad de Wolhusen, cantón de Lucerna, existe otro invernadero tropical.
En colaboración con el Centro para la Medicina de Peces y Animales Salvajes de la Universidad de Berna (FIWI), el Invernadero Tropical de Frutigen ha demostrado que la cría comercial del esturión siberiano y la producción de caviar es posible en las aguas alpinas calientes del túnel del Lötschberg.
Además, se pueden averiguar el sexo de los esturiones y el grado de madurez del caviar con la ecografía. Se trata de un nuevo método inofensivo para los animales.
Las Centrales Energéticas Bernesas (BKW, por sus siglas en alemán) integraron en el área del Invernadero Tropical de Frutigen un parque energético.
En ese parque se mostrará al público interesado cómo se pueden explotar fuentes energéticas renovables.
Además están planeadas varias centrales solares, hidroeléctricas y de biogás.

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