Cien años de Alberto Giacometti
El Museo de Arte de Zúrich y el Museo de Arte Moderno de Nueva York han organizado una gran retrospectiva de la obra del escultor y pintor suizo nacido el 10 de octubre de 1901. Clausurada en Zúrich en septiembre, la exposición se inaugura en Nueva York este jueves (11.10.): recorre las etapas de su creación, desde los períodos cubistas y surrealista, hasta las obras de la madurez.
Un aniversario, sobre todo como el de Alberto Giacometti, es siempre un buen pretexto para observar la obra de un artista, ver sus influencias y apreciar la repercusión de su trabajo.
Frente a un personaje de la estatura de Alberto Giacometti, probablemente el escultor más importante del siglo XX, esta operación podría parecer un fatigado ritual de celebración.
Icono
La figura del Giacometti maduro, aquel de la segunda mitad de los años cuarenta y sesenta, forman parte ahora del imaginario colectivo. El rostro mismo de Giacometti fijado en la película por fotógrafos del calibre de Henri Cartier-Bresson o Ernst Scheidegger, se ha convertido en cierta forma en un icono.
¿Cómo volver a la obra de Giacometti evitando la retórica y abriéndose en lo posible a una visión nueva de su trabajo? En los últimos años algunas exposiciones han buscado caminos alternativos para aproximarse al artista, explorando su ambiente familiar y su vínculo con el Valle Bregaglia o documentando sus estudios sobre el arte del pasado.
Recorrido completo por la obra
El concepto adoptado por los curadores de la exposición es simple pero eficaz. Se trata de evitar una mirada excesivamente centrada en la fase madura del trabajo de Giacometti y proponiendo un entero recorrido artístico, en particular con la fase surrealista de su obra.
“Cuando crea ‘El hombre que marcha’, quizá la más notable de sus esculturas, reproducida incluso en los billetes de 100 francos suizos, Giacometti está cerca de los 50 años de edad y tiene ya una vasta experiencia”, señala Tobia Bezzola, uno de los autores de la exposición.
“Pero lo que ha hecho anteriormente como escultor no es menos importante,” añade. De modo que Giacometti puede ser considerado como el mayor escultor del surrealismo.
La reseña organizada por el MoMa de Nueva York y por el Museo de Arte de Zúrich es una ocasión única para comprobarlo. La fase surrealista en la creación del artista suizo esta documentada de manera casi completa. Incluye ‘La figura en un jardín’, obra que hasta ahora no había sido expuesta.
El intento de presentar el trabajo de Giacometti en forma antológica, respetando el equilibrio entre las etapas de creación, se convierte para el visitante en una especie de laberinto donde cada espacio abre una nueva e inesperada perspectiva sobre la obra.
Poco a poco, después de vagar entre las esculturas, dibujos y telas del artista, el visitante puede volver de nuevo a las esculturas y cuadros de su fase madura enriquecido de una mayor conciencia sobre el intenso trabajo de investigación artística de Alberto Giacometti.
Andrea Tognina
La exposición del Museo de Arte de Zúrich, concluyó a mediados de septiembre; la de Nueva York abre sus puertas el 11 de octubre y concluye el 8 de enero de 2002.
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