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El Banco Nacional Suizo cumple 100 años

Sede del Banco Nacional Suizo, en Berna. Ex-press

La misión del banco central es garantizar una baja inflación, fijar rangos a las tasas de interés y facilitar la estabilidad de la economía helvética.

Abultadas y generosas reservas de oro han sido una de sus principales fortalezas, pero también la causa de múltiples enemigos durante la II Guerra Mundial.

Un día como hoy (20.06), pero hace exactamente un siglo, inició operaciones el banco central suizo tras un largo proceso que exigió consenso político, referéndum popular, adecuaciones de ley y un acalorado trabajo parlamentario.

La Confederación Helvética había estrenado Constitución cinco décadas antes, pero en materia monetaria se había mostrado tímida.

Le entregó la tarea de la emisión de los billetes y monedas a Francia, con lo que se convirtió en una provincia monetaria de este país, obligándose a depender de los altibajos del vecino.

Hasta que decidió volar con alas propias y fundó el Banco Nacional Suizo, un instituto central cuya estructura resulta sui generis en Europa.

Guiño histórico

Cuando el BNS abrió sus puertas, el Partido Socialista (PS) suizo era fuerte como nunca antes en un entorno laboral en el que 15% de la fuerza productiva era extranjera, según consta en los archivos históricos de la Oficina Federal de Estadística (OFS).

Suiza había renunciado en 1865 a ser parte de la Unión Monetaria Latina (UML), una asociación a la que perteneció durante casi 15 años y que permitía que Italia, Francia, Suiza y Bélgica utilizaran indistintamente la lira italiana, el franco suizo, el franco belga y el franco francés en sus territorios.

Pero los suizos comenzaron a reflexionar seriamente sobre la necesidad de una “independencia monetaria” cuando la experiencia cotidiana les evidenció que los conflictos franceses hacían vulnerable a Suiza.

El más grave de ellos fue la guerra franco-alemana (1870-1871), durante la cual Suiza experimentó escasez de billetes y monedas, lo que dañó y debilitó a su economía, aunque no tenía nada que ver el enfrentamiento.

Todo inicio es arduo

“Desde 1891 se modificó la Constitución para crear un banco central al que se confió el monopolio de la emisión de los billetes y monedas. Sin embargo, fue hasta 1905 cuando el Consejo Nacional y el Consejo de los Estados votaron una Ley para la Banca Nacional”, narra Jean-Pierre Roth.

El presidente de la Dirección General del BNS recuerda, durante el discurso que preparó para pronunciar este miércoles (20.06) desde su sede en Berna con motivo del festejo de los 100 años que:

“Todo inicio es arduo y el del BNS no escapó a esta regla. Su fundación tomó 14 años porque había un punto de debate que calentaba los ánimos: ¿quién se quedaría con las utilidades del banco central?”.

Y el camino para resolverlo fue típicamente helvético, explica Roth: buscar mayoría parlamentaria.

Al final se decidió por un banco con acciones que serían vendidas a los cantones, bancos cantonales e inversionistas independientes.
Y se fijó una regla simple para repartir las ganancias: dos tercios para los cantones y un tercio para la Confederación.

Dichos acuerdos desembocaron en el Acta Federal del Banco Nacional de Suiza, del 16 de enero de 1906, que permitió la constitución legal del banco, y su inicio de operaciones en junio de 1907.

Nazismo

El tropiezo político más grande que ha enfrentado el BNS en su historia es, sin duda, la relación que mantuvo con el oro nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El banco central helvético recibió depósitos de oro de la Reichbank entre 1941 y 1945, por el equivalente a más de 2.000 millones de francos.

Sin embargo, una parte de ese metal tenía origen lícito y la otra había sido arrebatada a las víctimas del Holocausto (a estas últimas les pertenecía el equivalente a unos 600.000 millones de francos), según datos del propio BNS.

La actitud del BNS fue juzgada como inadmisible por los mundos financiero y político internacionales.

Para darle contexto –sin justificarla- es fundamental referir que al aceptar dichos depósitos Suiza perseguía objetivos múltiples: una cobertura holgada para el franco suizo –toda moneda en circulación debe estar respaldada por las reservas de su banco central-, y una provisión de oro abundante para garantizar la solidez de la plaza financiera helvética.

El oro de la controversia provocó muchos problemas políticos a Suiza, hasta que finalmente una parte de esos fondos fueron devueltos a los herederos legítimos de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial en los años recientes.

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Banco Nacional Suizo

Este contenido fue publicado en El banco central helvético (BNS, por sus siglas en francés) es independiente del gobierno. Esto significa que puede fijar autónomamente las tasas de interés. Su objetivo primario es la estabilidad de los precios que, según el BNS, constituye un presupuesto fundamental para el crecimiento económico y el bienestar. El BNS establece su política monetaria en…

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Presente y futuro

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo encargado de preservar la estabilidad monetaria, el Banco Nacional Suizo es un instituto central poco convencional.

A diferencia de los existentes en la mayoría de los países, no funge como “banco de los bancos”, es decir, como la autoridad máxima del sistema financiero.

En Suiza, es más bien una institución de origen privado, sin injerencia pública y con un gran peso cantonal.

“Durante los primeros 75 años de vida, la preocupación del BNS fue mantener una posición sólida en sus reservas de oro porque existía una paridad fija entre el oro y el franco suizo, y había que acumular reservas para mantenerla. Su peor descalabro tuvo lugar en 1936, cuando no quedó otro remedio que devaluar el franco suizo frente a un entorno económico poco favorable”.

Sin embargo, durante los últimos 25 años, a partir del régimen de tasas flotantes, el BNS ha podido trabajar con menos presión, vender reservas de oro y dedicarse a su misión fundamental de mantener precios bajos y garantizar la estabilidad económica, refieren Werner Abegg, Ernst Baltensperger, Peter Bernholz y Urs W. Birchler.

Los autores del libro “Banco Nacional Suizo 1907-2007”, editado expresamente para conmemorar los 100 años del BNS, agregan que Suiza vive un estupendo momento económico y el banco central habrá también de disfrutar de él.

swissinfo/Andrea Ornelas

El Banco Nacional Suizo tiene dos oficinas centrales: Berna y Zúrich. Tiene además servicios de distribución de billetes y monedas en Ginebra y oficinas de representación en Basilea, Lausana, Lugano y San Gallen.

Es el encargado de determinar la banda en la que se ubicarán las tasas de interés en Suiza: referencia que utilizan los bancos para otorgar créditos y cobrar intereses por los préstamos que otorgan.

El Banco Nacional de Suiza (BNS) es conocido también como Schweizeriche Nationalbank (alemán); Banca Nazionale svizzera (italiano), Banca naziunala svizra (romanche) y Banque National de la Suisse (francés).

El BNS posee uno de los mayores niveles de oro por habitante. Más de 1.500 toneladas, El doble que EEUU y el triple que el promedio de los países de la UE.

La Poste (el servicio postal helvético) presentó en 2007 una serie de sellos conmemorativos dedicados a los 100 años del banco central.

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