La palabra y la imagen
El 55° Festival de Cine de Locarno propone la nueva sección 'In progress', un puente entre la cinematografía y las demás artes.
Un encuentro con el escritor italiano Antonio Tabucchi selló la intención de esta sección interdisciplinaria del Festival, denominada “In progress”.
Se intenta construir un observatorio y situarlo en el territorio fronterizo con el campo cinematográfico. Este año se han escogido la literatura y las vídeoartes.
Algunos escritores famosos, como Desaï, Yehoshua, Suter y Tabucchi se alternarán en las mesas redondas organizadas en los espacios contiguos a las instalaciones vídeo de vanguardia que llevarán temas como por ejemplo, el del deporte cuando es expresión de rivalidad extrema, las difíciles relaciones entre los sexos, o los problemas que encuentran quienes necesitan reconciliarse con su país de origen.
Un antepasado de las videoartes
El mismo viernes se proyectó un antiguo filme del cineasta ruso Dziga Vertov, ‘El hombre con la cámara de cine’ (1929), que fungió de padrino de una serie de vídeos de arte. El objeto de esta iniciativa es el de sacar a las artes de los museos y de las galerías para llevarlas ante el gran público que frecuenta las salas cinematográficas.
“La fuerza de la palabra encuentra nueva vida en el arte, pues éste posee el poder mágico de despertar el sonido de una voz que se ha perdido en la transposición gráfica”, afirmó Tabucchi.
El autor de ‘Sostiene Pereira’ no manifestó preocupación por la actual contaminación de lenguajes. ‘La voz perdida del signo’ no constituye un problema: las personas necesitan comunicar y van a seguir comunicando. Lo que de verdad cuenta es la libertad, una libertad que él, personalmente, pudo vislumbrar en la obra de Buñuel, durante su permanencia en París, cuando era estudiante.
Una libertad de expresión que se revela preciosa en esta época de “democracia que desaparece”, sostuvo Tabucchi, muy preocupado por los recientes advenimientos de su país, Italia.
Homenaje a Glauber Rocha
Otra película, esta vez un documental proyectado en la sección ‘Semana de la crítica’ el domingo pasado, parecía dar razón a Tabucchi: se trata de un homenaje al famoso cineasta brasileño Glauber Rocha, ‘Rocha que voa’, realizado por su hijo, Eryk Rocha.
Hace unos treinta años, Glauber Rocha pasó dos años exiliado en Cuba. Su hijo se puso sobre su rastro para construirle este homenaje, basándose para ello en manifiestos, pequeños filmes y conversaciones con amigos cubanos que conocieron a Glauber.
Una película que, como todas las que participan a la sección ‘Semana de la crítica’, posee una intención ética profunda y mueve a “una gran participación emotiva”, como afirma el responsable de la sección, el crítico de cine Antonio Marioti, que añade: “filmes en grado de suscitar emociones fuertes pero ciertamente no gratuitas”.
La fuerza de la imagen
Pero el verdadero ‘leitmotiv’ de este 55° Festival de Cine de Locarno parece ser el de apoyarse a la fuerza comunicativa de la imagen, incluso descuidando de propósito el poder discursivo de la palabra.
Es el caso de la película ‘Gerry’ del realizador estadounidense Gus Van Sant, proyectada en el concurso internacional. Es una excursión alegórica de gran pureza estilística. Aquí se arquitecta el pretexto de una inocente excursión de dos amigos con el objeto de describir un paisaje externo (montañas, desiertos, nubes que pasan) como metáforas de las vicisitudes humanas (la solidez de una amistad, el miedo por el extravío, la sed, el hambre, la muerte).
Una comedia suizo-cubana
Para aliviar un poco el bagaje “comprometido” de tanto filme, la sección ‘Appellations Suisse’, reservada a las producciones helvéticas recientes, presentó el sábado pasado la divertida comedia ‘Enredo en La habana’, de la joven directora Sabine Boss, con la participación del talentoso actor cómico Viktor Giacobbo.
Una rocambolesca aventura en la que un adjunto a la embajada suiza de Cuba trata de remediar una situación que él mismo ha creado con su manga larga, dada por desparpajo a un senador de Estados Unidos, éste deseoso de establecer agradables “intercambios culturales” con una mulata ambiciosa, quien termina chantajeando a todos con tal de lograr un suspirado exilio en Miami.
El rico Festival 2002 sigue su marcha con las proyecciones de este lunes. Al concurso internacional participa ‘Sophie!!!’, del realizador alemán Michael Hofmann: una chica de frente a su embarazo no deseado; y ‘Mi vida en Rouen’, obra de los franceses Oliver Ducastel y Jaques Martineau.
En ‘Mi vida en Rouen’ un adolescente recibe una cámara de filmes en ocasión de su cumpleaños. Gracias a las tomas, acumula fragmentos de existencia, como trozos de vidrio en el calidoscopio de una vida que aún está por definirse.
Lupita Avilés
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.