Al momento de las premiaciones, los reflectores iluminan raramente a los responsables del vestuario, del maquillaje o los encargados de la continuidad de una película. Una exposición fotográfica en las Jornadas Cinematográficas de Solothurn pone la mirada en las finezas que resguarda el séptimo arte.

Omnipresentes en el escenario, estos profesionales dedicados a observar hasta el último detalle, son poco conocidos por el público. Tampoco se sabe mucho de lo que hacen durante el rodaje de un filme. Este batallón de expertos sigue de cerca la producción con cámara fotográfica en mano para fijar su lente en los actores, los vestuarios, los peinados, el maquillaje, las heridas ficticias, los otros miembros del equipo de filmación, etc.

Toman las denominadas 'imágenes recuerdo’, particularmente útiles para garantizar la continuidad y la credibilidad de las tomas. Cada detalle es fundamental para evitar errores que han vuelto tristemente célebres a algunas películas. Estas fotografías representan, sobre todo, un “material de prueba”, pero también, sin quererlo, expresan una poesía particular en sí mismas.

La mirada es íntima y, a veces, sombría, comparable a aquella que toma un policía en la escena de un crimen. Estas imágenes muestran a los actores antes y después de la ilusión que provoca una escena fílmica, momentos de tensión y distensión, de vulnerabilidad y duda.

La maquilladora teatral Marine Felber recibe en las Jornadas Cinematográficas de Solothurn el Premio de Honor. Ha trabajado en rodajes cinematográficos y televisivos, y en series para la pantalla chica.

(Imágenes: Martine Felber y otros, Texto: Felix von Muralt)