Amanece más temprano – es hora de cambiar el reloj
Ajenos a las modificaciones horarias instrumentadas por el hombre, los gallos cantan con una hora de retraso y los despistados devotos llegan al término de la misa. En el origen del trastorno: la vuelta del horario de verano en esta parte del mundo.
Justo a las 02.00 horas de este domingo, 25 de marzo, las manecillas del reloj avanzan 60 minutos.
Para recuperar ese tiempo menoscabado habrá que esperar hasta el 28 de octubre, cuando las agujas de los cronómetros harán el viaje a la inversa.
En diversas regiones de la geografía universal, incluidos los países de la Europa occidental, se produce la modificación horaria con el aval de la oficialidad.
Al principio, el cambio de horario requiere de una cierta adaptación del hombre y de los animales pero termina por engrosar las listas de la rutina.
Sin embargo, hay quienes continúan sometidos al yugo de la misma hora, a despecho del mandato legal: se trata de los meteorólogos.
En efecto, esos científicos, que se convierten en excepción, no siguen la hora legal toda vez que las informaciones meteorológicas -su materia de trabajo- dependen del sol y no de la hora y de los parámetros, amén de que deben poder garantizar parámetros de comparación inamovibles.
Con todo, la reglamentación en materia de hora legal en vigor en la Unión Europea (UE) y en Suiza es válida sólo hasta finales del año 2001.
La Comisión de la Unión Europea propuso al Consejo de la Unión mantener la aplicación del reglamento actual, sin limitaciones.
En un afán por evitar que Suiza se convierta en una isla en pleno centro del Viejo Continente -léase circulación, turismo, comunicaciones, comercio- las autoridades helvéticas decidieron alinearse con la estrategia de la UE.
Así que, según todo parece indicar, tanto en este país alpino, como en «los quince» el horario de verano seguirá rigiendo del último domingo de marzo al último de octubre.
swissinfo y agencias
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