Juntos contra el terrorismo atómico
Mayor seguridad en el almacenamiento de material nuclear, castigos más fuertes contra el tráfico atómico y el empleo de uranio enriquecido pero de menor intensidad en los reactores.
Son algunos de los puntos que acordaron en Washington los dirigentes de 47 países, entre ellos Suiza, para hacer frente al peligro del terrorismo atómico.
Los participantes acordaron un plan de trabajo con pasos concretos para evitar que el material nuclear que pudiera emplearse para la producción de bombas llegue a manos de terroristas.
Entre los primeros resultados concretos de la cumbre celebrada en Washington: el anuncio de algunos Estados de renunciar completamente a la posesión de uranio adecuado para la construcción de armas.
Según el presidente de los EE.UU, Barack Obama, los asistentes al encuentro estuvieron de acuerdo en que el terrorismo nuclear se encuentra entre los mayores peligros de la seguridad mundial. Obama calificó la cumbre como un éxito inminente.
“Hemos conseguido pasos reales y acordado medidas que darán mayor seguridad a los estadounidenses y al resto del mundo”, explicó el mandatario al final de la conferencia.
También la presidenta de Suiza, Doris Leuthard, hizo un balance positivo de la cumbre.
Papel decisivo del OIEA
Las medidas contra el contrabando atómico deben intensificarse, el flujo informativo sobre la posesión nuclear debe mejorarse y los expertos deben rastrear y perseguir los delitos atómicos.
En un plazo de cuatro años, todo el material nuclear debe quedar registrado y colocado en un lugar seguro. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) debe tener un papel decisivo en el control de las obligaciones de cada Estado.
Se trata en concreto de encontrar medios y caminos para evitar que el material nuclear de reactores, hospitales y laboratorios de investigación sean robados por terroristas para construir bombas.
Declaración no vinculante
La cumbre recomienda en su declaración final “fuertes” mecanismos para la protección del material divisible con el fin de evitar que quede en manos de terroristas, sin que cada Estado deba limitar su derecho a utilizar la energía nuclear de modo pacífico. En el futuro debe utilizarse, de lo posible, material atómico enriquecido, pero de un nivel débil.
Los participantes reunidos en Washington expresaron su deseo de respetar las actuales obligaciones sobre seguridad nuclear y esperan que otros Estados que no asistieron a la cumbre también se unan a este compromiso. La declaración de la cumbre no es vinculante. En 2012 debe realizarse la siguiente.
Balance positivo de Suiza
La presidenta de Suiza, Doris Leuthard, hizo un balance positivo de la cumbre calificándola de muy prometedora, según indicó a los medios en Washington. Señaló que el escepticismo que al principio tenía al ver los primeros borradores, más bien vagos en su contenido, se fue difuminando durante el encuentro, gracias a las conversaciones analíticas y precisas que tuvieron lugar.
La presidenta helvética también explicó que los jefes de Estado y de Gobierno presentes en Washington estuvieron de acuerdo en que con las crecientes necesidades energéticas y el aumento de nuevas centrales nucleares en el mundo, aumenta el riesgo de que el material nuclear llegue a manos inadecuadas.
Por ello resulta importante que el material nuclear de uso civil empleado en centrales atómicas, laboratorios de investigación y hospitales quede asegurado para reducir riesgos. “La cumbre fue un primer paso. El camino aún es largo”, declaró Doris Leuthard al indicar que aún deben seguir otros pasos vinculantes y concretos.
“Este es un elemento clave: No podemos sólo limitarnos a hacer declaraciones, sino que debemos establecer medidas si queremos reforzar la seguridad”.
Buena señal
Leuthard también se remitió a la propuesta del presidente francés Nicolas Sarkozy para establecer un tribunal que pueda sancionar tanto a Estados como a grupos no estatales, como Al Qaeda, señalados por contrabando de material nuclear. Países Bajos y Alemania también hicieron eco de esta sugerencia.
Por otro lado, Leuthard recordó que la amenaza atómica en el ámbito militar es mucho mayor. por lo que también en este ámbito debe evitarse todo riesgo de que las armas atómicas puedan utilizarse con fines terroristas. Una posición en la que coincidieron Estados como Noruega, Suecia y Australia.
La dirigente helvética calificó de buena señal la firma del acuerdo entre EE.UU. y Rusia. Un protocolo que muestra avances, dijo, en lo que concierne al desarme, temas que no fueron centrales en la cumbre. Otra piedra angular en la lucha contra los riesgos nucleares ha sido la Conferencia para la Revisión del Acuerdo de No Proliferación, prevista para mayo en Nueva York.
Suiza, bien parada
Leuthard también aprovechó la ocasión para indicar que muchos países no han ratificado los instrumentos internacionales actualmente existentes en el ámbito nuclear. “En ese sentido, Suiza está bien parada en ese contexto, pues ha ratificado todos los acuerdos atómicos relevantes”.
Una demanda que toca a los Estados Unidos y que el propio Obama reconoció, pues este país aún no ha ratificado el Convenio de la ONU para la Protección del Terrorismo Nuclear. Según fuentes cercanas a su gobierno, el Senado deberá ocuparse del tema próximamente.
Rita Emch, swissinfo.ch, Washington
(Traducción: Patricia Islas Züttel)
La presidenta de Suiza, Doris Leuthard, calificó de amistoso el encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Esta reunión tuvo lugar el lunes por la noche, en el preludio de la cumbre.
Leuthard recordó básicamente las buenas relaciones y la base de colaboración que mantienen Suiza y los Estados Unidos.
Según Leuthard, Suiza fue invitada a la reunión porque en este tipo de negociaciones el país alpino tiene una buena reputación y gran credibilidad.
Por otra parte, Suiza ha sido en múltiples ocasiones anfitrionaa de reuniones sobre desarme en Ginebra.
Otro hecho que se suma a las razones de esta invitación es el hecho de que Suiza representa los intereses de los Estados Unidos en Irán, país que tiene un debatido programa atómico.
La dirigente suiza mantuvo también conversaciones bilaterales con Alemania, Francia e Italia, además de entrevistas con el presidente ruso Dmitri Medvedev, el nuevo presidente de Ucrania Viktor Janukovitsch y el jefe de Estado de Georgia, Mijail Saakaschvili.
La disputa nuclear de Irán con Occidente arrojó una sombra sobre la cumbre. Quedó claro que aún quedan algunos grandes obstáculos en el camino para imponer una nueva ronda de sanciones de la ONU a Irán por su supuesta búsqueda de armas nucleares.
Ante la pregunta de cómo debe actuar la comunidad internacional ante el discutido programa nuclear iraní, la presidenta de Suiza, Doris Leuthard, indicó que Suiza se ocupa del asunto en su calidad de mediadora y en ese marco continuará buscando emplear todos los caminos diplomáticos posibles para abordar el asunto, evitar así en lo posible sanciones y el aumento de las tensiones.
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