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Se requiere “de más” para salvar a las especies

El panda es una de las especies animales en peligro de extinción. Panorama Media

Suiza es uno de los 191 países que se reúnen en Bonn, Alemania, para discutir el modo de frenar las pérdidas sin precedentes de la biodiversidad a escala mundial.

Expertos de Naciones Unidas advirtieron que la actividad humana, incluido el recalentamiento terrestre, provoca la peor ola de extinciones ocurrida desde la desaparición de los dinosaurios hace 65 millones de años.

Alrededor de 4.000 participantes, incluido el ministro suizo de Medio Ambiente, Moritz Leuenberger, buscan soluciones en el marco de la cumbre del Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (CDB). La reunión se inició este lunes y se prolongará por espacio de dos semanas en la capital germana.

En 2002, los países signatarios del CDB, en ocasión de la Cumbre de la Tierra de Johannesburgo, establecieron objetivos conjuntos para frenar las pérdidas en el ámbito de la biodiversidad de la flora y fauna mundial a cumplir antes del 2010; sin embargo, el balance hasta ahora no es positivo.

“Desafortunadamente, debo decir que resulta casi obvio que no alcanzaremos esa meta”, indica a swissinfo Thomas Kolly, al frente de la delegación helvética en Bonn.

No obstante, no pierde la esperanza de que haya más países que se sumen a los esfuerzos “para acercarse lo más posible a los objetivos establecidos para el 2010”.

El encargado de la delegación suiza observa que aún se puede invertir más energía en los procesos nacionales para salvaguardar la biodiversidad.

Las críticas actualmente se centran en la falta de lineamientos. Países clave, como por ejemplo Estados Unidos, no participan en esa tarea. La mayor potencia mundial asiste en Bonn simplemente en calidad de observador.

Acción ministerial

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) solicita una movilización a escala ministerial. “Esperamos que los ministros del Medio Ambiente, quienes admiten no poder alcanzar los objetivos establecidos, refuercen su cooperación con otros sectores gubernamentales como los de la agricultura, pesca, salud e incluso la industria minera”, afirma a swissinfo Rolf Hogan, miembro de esa organización ecologista y quien forma parte del grupo de trabajo del encuentro en Bonn.

“Esos sectores juegan un papel en la destrucción de la biodiversidad, aunque muchos dependen precisamente de ella, como ocurre con la explotación pesquera que sólo puede existir si hay reservas suficientes, por lo que se debe proteger las zonas de desove”, explica Hogan.

Otro problema es que el Convenio sobre la Diversidad Biológica ha quedado a la sombra del Convenio sobre Cambio Climático, también de Naciones Unidas.

“Muchas cosas ocurren en el terreno de la biodiversidad, menos visibles que los efectos del calentamiento terrestre. La pérdida de especies ocurre todos los días, pero no se sabe nada al respecto fuera de los círculos científicos que se ocupan del tema”, explica Kolly.

Justo esta situación “explica el porqué las actividades se concentran sobre todo en el clima, en vez de preocuparse por las extinciones de las especies vegetales y animales”.

El WWF Internacional, cuya sede se encuentra en Gland, en Suiza, se inclina por la creación de un programa de trabajo conjunto que una los dos convenios, para subrayar los efectos del cambio climático en la biodiversidad.

A través de ese esfuerzo conjunto se puede mostrar cómo la biodiversidad puede contribuir a mitigar también las transformaciones climáticas, comenta Hogan.

Recursos genéticos

En la conferencia de Bonn también se busca acordar un régimen que garantice el acceso a los recursos genéticos -en el caso de los países industrializados se trata de productos empelados en la medicina- y la repartición de los beneficios derivados de su uso, a favor de los países en vías de desarrollo concernidos.

La organización suiza denominada Declaración de Berna informó recientemente sobre su apoyo a un pueblo sudafricano que lucha en favor de dos patentes sobre extractos de una planta local, explotada por una compañía farmacéutica alemana.

“Esperamos que a través de un régimen internacional se establezca en Bonn el deber de los países usuarios de estas plantas medicinales, como es el caso de Suiza, para ser más preciso”, subraya el analista químico François Meienberg, encargado del tema de la biopiratería en esa organización civil helvética.

Por su parte, Thomas Kolly, de la delegación gubernamental helvética, indica que Suiza, como país destacado por su industria química-farmacéutica, respalda esa meta que busca negociar el acceso y el beneficio de esta explotación de los recursos genéticos.

En ese contexto –agrega Kolly-, Suiza promueve en el seno de la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (WIPO) que se declare en los documentos de patente el origen de los recursos naturales utilizados y su aplicación.

swissinfo, Isobel Leybold-Johnson
(Traducción de Patricia Islas Züttel)

El noveno encuentro de las partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) se desarrolla en Bonn del 19 al 30 de mayo de 2008.

Precede al cuarto encuentro de las partes del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, que tuvo lugar del 12 al 16 de mayo.

La conferencia de Bonn coincide con la Jornada Internacional de la Biodiversidad, que se celebra el 22 de mayo.

El Convenio sobre Diversidad Biológica es uno de tres acuerdos internacionales originados en la conferencia de la ONU sobre ambiente y desarrollo que tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, en 1992.

El documento busca promover la preservación de las especies, su utilización sustentable, el acceso a los recursos genéticos y la repartición de las ventajas obtenidas de su utilización.

La conferencia de Bonn se produce en un momento en el que se ha anunciado una crisis alimenticia a escala global, ante el alza en los precios de alimentos básicos como el arroz, el maíz y el trigo y la reducción de las reservas alimenticias a escala mundial.

Algunos expertos subrayan que para resolver el problema hay que invertir en la agricultura y renovar la diversidad de los cultivos y de las razas animales. En el último siglo, advierten, se ha frenando el cultivo del 75% de las especies vegetales.

En el centro de los debates en Bonn se encuentra la controversia sobre el empleo de agrocarburantes, que según sus opositores, afecta a la producción alimenticia y fomenta el riesgo de carestía.

En Suiza, a partir del 1° de julio entrará en vigor una serie de criterios ecológicos y sociales para promover el empleo de carburantes biológicos. Entre las medidas, se contempla que Suiza exente de impuestos a los biocarburantes, siendo el primer país en introducir tales medidas. En Bonn, las autoridades helvéticas presentarán sus planes al respecto.

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