Tras las huellas de los mayas
El Museo Haus zum Kiel de Zúrich presenta una exhibición de fotografía de Teobert Maler, (1842-1917), pionero en la investigación sobre la cultura maya.
Las fotografías del explorador alemán-austriaco, Teobert Maler, revelan la grandeza y el avance de esta cultura, cuya desaparición también se ha visto envuelta por el misterio.
Todo comienza para Teobert Maler cuando decide embarcarse en el cuerpo austriaco de voluntarios para servir a Maximiliano de Habsburgo en su corto nombramiento como emperador de México en 1865.
Pero tras la ejecución del emperador austriaco en 1867, la carrera militar de T. Maler termina y es entonces cuando descubre con pasión el sur de México. Viajó durante once años por diversas regiones elaborando dibujos y haciendo fotografías de las ciudades perdidas de los mayas.
Hacia 1877 visitó la ciudad sagrada de Palenque con sus majestuosos templos dedicados al sol, y sus palacios cubiertos con inscripciones donde los grandes señores regían y eran divinizados por el pueblo. Todo ese esplendor debió impresionar profundamente al joven explorador.
En la exposición aparecen fotografías de lugares excepcionales como el palacio de Sayila en Yucatán, con sus 94 estancias y sus columnas dispuestas rítmicamente, así como el templo de las columnas y el palacio de las máscaras en Kabah.
Después de una corta estancia en Alemania, Teobert Maler regresó a la península de Yucatán en donde pasó el resto de su vida dedicado a elaborar planos, cortes y, sobre todo, fotografías de las ruinas de aquella civilización desaperacida.
Su curiosidad lo llevó a viajar por aquellas zonas durante años en donde descubrió las ruinas de Motul de San José (cerca del lago Petén Itzá, Guatemala) y un sitio de gran importancia para la arqueología maya: Piedras Negras, en el Valle del río Usumacinta.
Maler es uno de los primeros en dejar testimonio fotográfico de la cultura maya, cuyo misterio y admiración ha provocado entre propios y extraños investigaciones científicas e históricas por todo el mundo.
Aunque el origen de los mayas es todavía oscuro, éstos lograron asentarse en un territorio de casi 400.000 km.² que abarcó los actuales estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, y partes de Tabasco y Chiapas, así como Belice, Guatemala y parte de Honduras y El Salvador.
La gran cultura maya no puede ser comprendida al margen de su extraordinario medio natural (selva exuberante, clima caluroso y húmedo y rica variedad geográfica), pues los símbolos animales y vegetales pueblan sus creencias y sus majestuosas creaciones artísticas y arquitectónicas.
El desarrollo de los mayas abarca aproximadamente del siglo XVIII a.C. al siglo XVI d.C., es decir, alrededor de 3.400 años en los cuales estos grupos levantaron grandes centros ceremoniales y políticos, y ciudades florecientes como: Tikal, Palenque, Bonampak, Copán, Chichén Itzá y Uxmal.
Durante el siglo lll d.C. se inicia la época clásica de su historia en la que se difunde la escritura jeroglífica y la utilización del calendario, la introducción del sistema matemático vigesimal y el uso del cero concebido como posición vacía.
La exposición fotográfica llamada: “Tras las huellas de los mayas” permanecerá abierta en las salas del Haus zum Kiel de Zúrich, brazo del Museo Rierberg para presentaciones de arte internacional, hasta el 27 de enero de 2002.
Araceli Rico, Zúrich
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