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Suiza debe elegir entre su publicidad y su cine

¿Algunas reglas válidas en el paisaje audiovisual europeo serán impuestas a Suiza?

Para participar en el programa europeo de apoyo al cine, Berna debería aceptar que las cadenas extranjeras difundan en Suiza spots publicitarios de partidos políticos o bebidas alcohólicas.

Contraria a ley suiza sobre radio y televisión, esta práctica no es del gusto de todos los diputados. Algunos piden al gobierno renegociar con la Unión Europea.

Ningún telespectador suizo ha visto a un político alabar su programa en un spot publicitario. Hasta a los gurús les está prohibida la pantalla, así como a todas las marcas de alcohol. Sin embargo, esto podría cambiar si Suiza introdujera el acuerdo en materia de medios de comunicación, MEDIA, que la vincula a la Unión Europea (UE).

Incluido en el paquete de los acuerdos bilaterales II de 2004, este convenio busca promover la producción cinematográfica europea. Ratificándolo, Berna permitió al sector del cine helvético, en particular a los distribuidores y a los difusores, beneficiarse de las mismas condiciones que sus colegas europeos.

Hasta ahí, este acuerdo es “absolutamente necesario”, según el diputado socialista Christian Levrat. En nombre de la comisión de las telecomunicaciones del Consejo Nacional (cámara baja), el legislador alertó, empero, sobre una de las directivas anexas del acuerdo.

Contra la Ley sobre Radio y Televisión

Bajo el dulce nombre de ‘Televisión sin fronteras’, ese texto reglamenta también la publicidad a la escala del paisaje audiovisual europeo. Prevé que a partir de noviembre de 2009, las ventanas publicitarias difundidas en Suiza por las cadenas extranjeras sean sometidas sólo a la legislación del país emisor.

Cadenas como la francesa M6 o la alemana SAT1 podrían difundir desde 2009 publicidad política o religiosa sin que Berna tuviera nada que decir.

Tal situación estaría en contradicción con la voluntad del Parlamento Federal que cuando revisó la Ley sobre Radio y Televisión (LRTV) en 2006, decidió mantener la interdicción de la publicidad televisada para la religión, la política y los alcoholes fuertes.

“El acuerdo MEDIA obligaría a Suiza a aceptar, por ejemplo, la publicidad de bebidas alcohólicas. Prohibida aquí por razones de salud pública, está autorizada en Alemania, particularmente”, explica Christian Levrat.

Efecto dominó

El legislador teme también un efecto de bola de nieve porque, ¿cómo justificar luego una prohibición válida para las cadenas suizas pero no para el renglón helvético de las cadenas extranjeras? Según Christiant Levrat, los spots publicitarios extranjeros representan cerca de 250 millones de francos suizos, es decir, un tercio del mercado publicitario.

“Esta suma escapa a las empresas que realmente trabajan con el público suizo. No podemos permitir ciertas prácticas al sector helvético de M6 y prohibirlas a la SSR (ente público)”, destaca. En su opinión, la consecuencia “lógica” de este acuerdo sería la flexibilidad del régimen publicitario en Suiza.

De ahí el claro rechazo de la comisión del Consejo Nacional por 17 votos contra 3. Los socialistas, poco favorables a esa flexibilidad, y los demócratas del centro (UDC, derecha nacionalista), opuestos a toda injerencia europea, coincidieron en la misma longitud de onda.

Un viento contrario en el Senado

Pero esta sagrada unión está lejos de sellar la suerte del acuerdo MEDIA y de su directiva publicitaria, ya que la comisión homóloga del Consejo de los Estados (cámara alta) está en su favor.

Considera que el plazo transitorio de dos años negociado con la UE antes de la entrada en vigor de la discutida directiva será suficiente para preparar una revisión de la ley helvética sobre radio y televisión. Falta organizar un procedimiento de consulta sobre el levantamiento de la prohibición de la publicidad del alcohol, la religión y la política.

Un punto particularmente sensible, según Christian Levrat, porque afecta el funcionamiento de la democracia. “Hoy la publicidad política está prohibida en Francia y Alemania, pero si esos países cambiaban de opinión, no tendremos otra elección que seguirlos. ¡Nos encontraríamos entonces en un sistema ajeno a nuestra democracia, mientras que votamos por lo menos cuatro veces al año!”, advierte Christian Levrat.

Un bloqueo “catastrófico”

El ddiputado espera, por consiguiente, que el ministro de Salud Pública y Cultura, Pascal Couchepin, retire ese proyecto y emprenda nuevas negociaciones con Bruselas.

Couchepin, por su parte, dio a conocer que no estaba decidido a renegociar. Por el contrario, ejerció presión al declarar que la aprobación del Parlamento era relativamente urgente, en la medida en que el nuevo acuerdo MEDIA se refiere a los años 2007-2013.

Así pues, Suiza deberá escoger entre la moralidad de sus spots publicitarios y el apoyo europeo a su cine. Por parte de la Oficina Federal de la Cultura (OFC), se considera que, en todo caso, un bloqueo prolongado de ese expediente sería “catastrófico” para el cine helvético.

“Hace apenas un año que Suiza participa verdaderamente en ese acuerdo. En el campo de la colaboración en grandes proyectos con los países vecinos, se dejaría de ganar dinero procedente de la UE y, por otra parte, habría una pérdida de credibilidad frente a la UE, lo que no es calculable en francos ni en céntimos”, lamenta Laurent Steiert, de la OFC.

swissinfo, Carole Wälti
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

En Suiza, la publicidad para los partidos políticos y las instituciones religiosas está prohibida, lo mismo que aquella para las bebidas alcohólicas y el tabaco.

Durante la revisión de la Ley sobre radio y televisión (LRTV), en la primavera de 2006, las cámaras federales mantuvieron la interdicción por razones ligadas a la transparencia en materia de financiamiento de las campañas y a la salud pública.

La directiva europea sobre la reglamentación de la publicidad contradice en ese punto la voluntad de las cámaras, razón por la cual el Consejo Federal (gobierno) debe solicitar la aprobación del Parlamento.

Mientras tanto, la aplicación de esta adaptación del derecho suizo a la legislación de la Unión Europea (UE) está sometida a un plazo transitorio de dos años.

El programa MEDIA cuenta con un presupuesto de 755 millones de euros, es decir, más de mil 200 millones de francos suizos.

La participación anual de Suiza ronda los 10 millones de francos.

Cerca de la mitad de las películas europeas proyectadas en salas reciben apoyo de MEDIA.

Gracias a MEDIA, los cineastas y los distribuidores suizos gozan de las mismas medidas de promoción y formación que sus colegas de la UE desde el 2004.

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