«Dos grandes honores: ser nacionalizado argelino y nombrado cardenal», arzobispo de Argel
Argel, 6 dic (EFE).- El arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco, recibirá este sábado el birrete cardenalicio de parte del Papa Francisco, un «honor» que recibe como «argelino», nacionalidad que obtuvo el pasado año, manifiesta en entrevista con EFE antes de asistir al consistorio de los 21 nuevos cardenales.
Franco-argelino, de 62 años, es responsable de una «pequeña» Iglesia en una sociedad musulmana donde se siente «Arzobispo de este país, argelinos, argelinas, musulmanes sin que se conviertan al cristianismo, simplemente que podamos convivir como hermanos y hermanas que creen en un dios único».
Recibe el nombramiento de cardenal como un «gran honor y una suerte» después de que el presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, le otorgara la nacionalidad: «Las dos distinciones están relacionadas. Es en calidad de argelino evidentemente que recibo este nombramiento», declaró a EFE, en la sede del arzobispado de la capital argelina.
Reconoce que le sorprendió, «porque la Iglesia de Argelia no se encuentra entre las grandes metrópolis cristianas o de mayoría cristiana. Es la huella personal del papa Francisco».
De los 21 proclamados por el Papa, la región de África tiene desde ahora dos nuevos cardenales: Vesco y el arzobispo de Abiyán (Costa de Marfil), monseñor Ignace Bessi Dogbo.
«La libertad de culto está garantizada por la Constitución argelina y, en el terreno, podemos practicar absolutamente (nuestra religión)», afirmó Vesco, fraile dominicano que hasta 2021 estuvo al frente de la diócesis de Orán.
«La actividad de la Iglesia en Argelia no está dirigida al culto cristiano sino hacia la sociedad. Una iglesia ciudadana», explicó sobre su permanencia en el país magrebí, donde la «gran mayoría de la comunidad cristiana en Argelia es extranjera».
Esta presencia católica, cuenta Vesca, continúa desde hace 60 años, con la independencia de Argelia de Francia en 1962, cuando el cardenal Léon-Étienne Duval, de nacionalidad francesa, «pensaba que había lugar para una Iglesia cristiana».
«Un testimonio de que podemos convivir, hermanos y hermanas, de religiones diferentes sin proselitismo», asegura Vesco.
«La misión de un cura no es desviar a un musulmán de su fe, la misión de un cura es estar al servicio de los cristianos y me siento Arzobispo de este país, argelinos, argelinas, musulmanes sin que se conviertan al cristianismo. Es lo más importante», asevera.
Vesco regresará el próximo lunes a Argelia y pasará la Navidad en un país ajeno a esas celebraciones del mundo cristiano, pero con una singularidad, que la cadena 3 de la radio argelina difundirá la misa que organizan cada 25 de diciembre. «Una particularidad de Argelia y una bella experiencia», subrayó Vesco.
Sobre el cese de las actividades de Cáritas Argelia, servicio humanitario vinculado a la Iglesia católica, Vesco dijo a EFE que «la situación ya está superada» y mantuvo un «honrado» encuentro con Tebboune el mes pasado.
Preocupado por el «difícil momento del mundo», considera que «la humanidad no sabe muy bien hacia dónde va». Por eso, propone que «todos los religiosos estén juntos y ansíen la esperanza».
En referencia a Palestina, donde vivió antes de asentarse en 2002 en el país magrebí, considera que «los que reivindican aquella tierra (Santa) con fundamento religioso instrumentalizan la religión y la Biblia». EFE
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