Acnur condena el bombardeo de campos de desplazados en el conflicto del este de la RDC
Kinsasa, 9 abr (EFE).- La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) lamentó este martes el bombardeo de campos de desplazados en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde más de un centenar de grupos armados aterrorizan a la población y libran combates contra el Ejército congoleño. «Estos ataques sin sentido contra civiles vulnerables, que ya se vieron obligados a huir de sus hogares debido al conflicto y la violencia en curso en la región, son absolutamente lamentables y deben ser condenados en los términos más enérgicos», señaló en un comunicado la representante de Acnur en la RDC, Angele Dikongue-Atangana. Así, la agencia dio la voz de alarma sobre los múltiples ataques contra campos de desplazados registrados la pasada semana en los alrededores de la Goma, la capital de la provincia oriental de Kivu del Norte y una estratégica ciudad de más de un millón de habitantes donde tienen su base numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU. «El bombardeo de campos de desplazados internos socava la inviolabilidad de los espacios civiles y humanitarios destinados a brindar refugio y asistencia a quienes lo necesitan. Se trata de una grave violación de la obligación de proteger a los civiles», destacó Dikongue-Atangana. Al menos tres personas murieron y diez resultaron heridas en uno de estos ataques perpetrado la noche del pasado domingo, detalló la organización, al pedir que se respete la «neutralidad» de los refugios donde se alojan civiles desplazados. Kivu del Norte es actualmente escenario de una escalada de los combates del poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que se reactivó el pasado 1 de octubre después de meses de calma relativa. Desde entonces, esta milicia ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de Goma, que ocupó durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional. Los insurgentes han tomado el control de las carreteras que unen el resto del país con la ciudad, en unos combates que han dejado más de un millón de desplazados internos desde que el M23 tomó las armas de nuevo en marzo de 2022 tras años inactivo. Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de las Naciones Unidas en el país (Monusco). EFE py-lbg/av