Además de la guerra, el clima se ceba con la agricultura en Siria

Las cosechas agrícolas en Siria se vieron especialmente afectadas este año por las variaciones climáticas inhabituales, debilitando uno de los pocos sectores económicos que había resistido pese a la guerra, según la ONU.
Al cabo de más de 7 años de conflicto, la producción de cereales, que ya estaba en baja de 40% respecto a su nivel de preguerra – en torno a 2,5 y 2,7 millones de toneladas anuales frente a 4 millones anteriormente -, «sufrirá una nueva reducción» este año, dijo Dominique Burgeon, director de la división de emergencias de la Agencia de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
«Siria padeció un problema de estacionalidad, de cantidad y de distribución de precipitaciones, y estos efectos combinados condujeron a un debilitamiento global del sector agrícola, mientras que las zonas rurales continuaban produciendo pese a la guerra», declaró a la AFP durante una entrevista telefónica al margen de la publicación del informe anual de la FAO sobre la seguridad alimentaria en el mundo.
La FAO publicará un informe preciso sobre las cosechas en Siria «dentro de varias semanas», precisó, indicando que la ONU se muestra preocupada a la vez por la sequía que afectó a Afganistán e Irak este año.
«En Siria, el año pasado, la temporada de lluvias empezó muy tarde, algunos agricultores no pudieron sembrar antes del mes de enero», detalló. «En abril-mayo, cayeron lluvias muy abundantes y la germinación de cereales, que ya era débil, se vio afectada por el desarrollo de hongos parásitos».
El país «sufre además un grave problema de aprovisionamiento de semillas de calidad, de transporte, de riego y de funcionamiento de sus mercados y esta lenta erosión lo vuelve todavía más vulnerable a los fenómenos climáticos», agregó.