Amortiguar la incertidumbre y atraer inversiones, claves de la visita de Sánchez a China
Pekín, 10 abr (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visita China este viernes en pleno fragor de la guerra comercial entre Washington y Pekín, convirtiéndolo en el primer líder europeo en abordar la situación de forma directa con el mandatario chino, Xi Jinping, a la vez que busca atraer inversiones con la baza de una buena relación bilateral.
Sánchez se reunirá también en Pekín con el primer ministro, Li Qiang, en un viaje marcado por las tensiones comerciales globales tras los aranceles «recíprocos» de Donald Trump.
Estas son algunas de las claves de la visita del jefe del Gobierno español al gigante asiático.
1. Afianzar el buen momento de las relaciones
Se trata de la tercera visita de Sánchez en tres años y coincide con el vigésimo aniversario de la asociación estratégica integral entre China y España, que ambos países consideran un marco prioritario para sus relaciones.
Los lazos atraviesan por un buen momento: Sánchez señaló anteriormente que China y España deben seguir trabajando para «hacer frente a los desafíos globales», incluidas las amenazas a la paz y la estabilidad internacional, mientras que desde Pekín sus portavoces aseguran que la relación bilateral se encuentra «a la vanguardia» de sus vínculos con los países europeos.
2. Amortiguar la incertidumbre internacional
El viaje se produce en plena escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y después de que el primer ministro chino Li conversara con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En una llamada, ambos líderes se comprometieron a defender el libre comercio y a reforzar el papel de la OMC. Según la oficina de la presidenta del ejecutivo comunitario, ambos debatieron la creación de un mecanismo para detectar posibles desviaciones comerciales causadas por los aranceles de Trump, ya que la UE teme que China desvíe a Europa exportaciones baratas procedentes de Estados Unidos.
En ese contexto, Pekín espera que socios europeos como España puedan ayudar a amortiguar la incertidumbre internacional, mantener abiertas las cadenas de suministro globales y reforzar la cooperación económica y comercial con Asia.
3. Controlar daños en las fricciones entre China y la UE
Con todo, persisten las fricciones comerciales entre China y la UE. Bruselas impuso aranceles a los eléctricos chinos a finales del año pasado, a los que Pekín respondió con gravámenes provisionales al brandy tras amenazar con una investigación sobre las importaciones de lácteos y otra sobre la carne de porcino de la UE.
Los portavoces de la Cancillería califican a España como «una importante economía europea y un socio clave de cooperación dentro de la UE», y Sánchez afirmó anteriormente que ambos países trabajan «para lograr las mejores relaciones posibles entre la UE y China».
Una subida de aranceles en el sector porcino afectaría significativamente a España, por lo que no es descartable que sea uno de los temas que Sánchez aborde durante su visita.
4. La guerra en Ucrania
Estarán también sobre la mesa asuntos candentes internacionales como el cambio climático o la guerra en Ucrania: en las últimas semanas, algunos analistas han mencionado la posibilidad de un acercamiento entre China y Europa a raíz de las desavenencias entre el bloque continental y EE. UU. tras el regreso de Trump, si bien persisten diferencias en asuntos como el conflicto en suelo europeo.
Cuando comenzó la guerra, Bruselas pidió a Pekín que usase su influencia sobre Moscú para detenerla, mientras que China abogó por dejar de sancionar unilateralmente a Rusia. En los últimos tres años, Pekín apenas se ha movido de su posición ambigua, y afirma que quiere seguir jugando «un papel constructivo» en esa crisis.
5. Atraer inversión y equilibrar la balanza comercial
Las relaciones comerciales bilaterales de España con China se caracterizan por un déficit crónico como ocurre con casi todos los países de Europa, aunque han ido mejorando notablemente en los últimos años debido al aumento de las exportaciones.
El comercio bilateral de bienes entre España y China, que es el principal socio español en Asia, ha ido creciendo sustancialmente en la última década, hasta alcanzar en 2022 la cifra de unos 57.667 millones de euros.
En ese contexto, la visita buscará equilibrar la balanza comercial y también atraer nuevas inversiones como la de Chery y Ebro-EV Motors, que tienen previsto producir 50.000 vehículos en 2027 y 150.000 en 2029 con una inversión público-privada estimada en unos 400 millones de euros.
Asimismo, el grupo Stellantis y la compañía china CATL oficializaron el año pasado su decisión de construir una planta de baterías de litio, hierro y fosfato (LFP) en la planta de Figueruelas (Zaragoza) con una inversión de hasta 4.100 millones de euros. EFE
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