Angola confirma que no ha empezado el diálogo de paz entre el rebelde M23 y la RD Congo
Luanda, 18 mar (EFE).- El Gobierno de Angola, que actúa como mediador en el conflicto entre el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) en el este congoleño, confirmó que el diálogo de paz previsto entre las partes este martes no se produjo finalmente, después de que los rebeldes cancelaran este lunes su participación.
«Por razones y circunstancias de fuerza mayor, no fue posible que la reunión prevista entre el Gobierno de la República Democrática del Congo y el Movimiento 23 de Marzo tuviera lugar en Luanda el martes 18 de marzo», señaló el Ministerio angoleño de Relaciones Exteriores en un mensaje difundido por la Presidencia del país en la red social Facebook.
«El Gobierno de la República de Angola, en su calidad de mediador, sigue haciendo todo lo posible para que esta reunión tenga lugar en un momento oportuno, reafirmando que el diálogo es la única solución duradera para la paz en el este» de la RDC, añadió el Ministerio.
Las autoridades angoleñas pusieron así fin a la incertidumbre en torno a las conversaciones, tras el anuncio este lunes por parte del M23 de que no intervendría en el encuentro, después de que la Unión Europea (UE) sancionara a varios líderes de la milicia.
La Alianza Río Congo (AFC, en francés), que incluye al M23, «expresa su profundo pesar por el hecho de que determinadas instituciones internacionales estén trabajando deliberadamente para sabotear los esfuerzos de paz (…) y para hacer imposibles las conversaciones tan esperadas», señaló el grupo en un comunicado.
«En estas condiciones, resulta imposible mantener un diálogo. Por consiguiente, nuestra organización ya no puede participar en las conversaciones», concluyó.
Sin embargo, después de publicarse esa nota, la Presidencia de Angola aseguró a última hora del lunes que la delegación del M23 llegaría ese mismo día a la capital angoleña.
«Todas las condiciones están dadas para que las negociaciones directas comiencen mañana, 18 de marzo, como estaba previsto», indicó la Presidencia en un breve comunicado, lo que sembró dudas sobre si finalmente ambas partes se sentarían a la mesa.
El pasado 12 de marzo, el presidente angoleño, João Lourenço, anunció el inicio este martes de las negociaciones directas. Esta no era la primera vez que Lourenço convocaba a las partes implicadas para resolver el conflicto, pero sí la primera en que el Gobierno congoleño accedía a reunirse directamente con el M23.
El M23, que cuenta con apoyo de Ruanda -según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia-, controla las capitales de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamentales para la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
Desde que el conflicto se intensificó en enero, más de 850.000 personas han sido desplazadas solo en Kivu del Sur, según el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
Además, los enfrentamientos que estallaron en la capital de Kivu del Norte, Goma, y sus alrededores dejaron más de 8.500 muertos, según detalló a finales de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
En esa provincia se reanudó la actividad armada del M23 -grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores a una posible guerra regional.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
jc/lbg/rf