Aumenta la presión contra Dbeiba tras los últimos estallidos de violencia en Trípoli

Trípoli, 17 may (EFE).- La presión para que el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional de Libia (GUN), Abdelhamid Dbeiba, ceda el poder aumentó con la intensificación de las protestas de ayer viernes en la capital y la dimisión de varios ministros del Ejecutivo de Trípoli.

La plaza de los Mártires de Trípoli registró anoche una masiva protesta en la que los ciudadanos congregados pidieron la dimisión de Dbeiba y que fue dispersada por las fuerzas de seguridad dejando varios heridos, lo que aumentó la tensión.

El miembro del Consejo Presidencial, Musa al Koni, se dirigió a los manifestantes: «Hagan de este distinguido movimiento que los une hoy un punto de inflexión histórico que contribuya a forjar el futuro de la nación de manera integral, y continúen por este camino», dijo.

Varias calles de la capital quedaron cerradas y se registraron cortes de Internet.

Según testigos, las fuerzas de seguridad respondieron con disparos al aire y varias personas resultaron heridas, después de la que la misión de la ONU para Libia (UNSMIL) advirtiera contra el uso de munición real como se había utilizado en las manifestaciones convocadas durante los días previos.

Debido al aumento de las protestas, varios ministros del GUN presentaron este viernes su renuncia «en respuesta a la noble voz del pueblo».

Entre, ellos se encuentran el ministro de Recursos Hídricos, el de Vivienda y Construcción, el ministro de Gobierno Local, el ministro de Vivienda, y el ministro de Recursos Hídricos. A estas renuncian, se sumaron las de consejo municipal de Zawiya.

Las protestas se produjeron contra los recientes enfrentamientos entre milicias armadas causados por el asesinato el lunes del poderoso Abdel Ghani al Kikli, líder de la milicia Aparato de Apoyo a la Estabilidad (SSA), y del que responsabilizar al primer ministro del GUN.

Libia vivió la semana pasada uno de los peores estallidos de violencia de los últimos años que ha desestabilizado al Ejecutivo de Trípoli, que controla la región occidental del dividido país. EFE

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