Autoridades venezolanas ocupan un tercer penal controlado por pandillas

Las autoridades de Venezuela ocuparon este lunes un centro penitenciario que estaba en poder de pandillas, el tercero en poco más de un mes, y los internos fueron trasladados a otros penales entre alertas por el exacerbado hacinamiento.
El Centro Penitenciario Puente Ayala, ubicado en Barcelona (estado Anzoátegui, este), «ha sido tomado completamente, ha sido puesto a orden de los órganos de seguridad ciudadana, ha sido una gran operación», celebró el ministro del Interior, Remigio Ceballos, en un contacto con la televisión estatal VTV.
«Hemos garantizado la paz, la protección del pueblo, la lucha contra las mafias criminales, la lucha contra las estructuras carcelarias», siguió. «Venimos avanzando para el reimpulso del sistema penitenciario (…), este centro penitenciario pasa completamente a ese proceso de transformación».
Puente Ayala tenía unos 1.500 reclusos, que fueron trasladados a otros penales de forma temporal.
Es el tercer centro de reclusión que ocupan las autoridades desde que el 20 de septiembre fue ocupada la cárcel de Tocorón, donde operaba el Tren de Aragua, una especie de multinacional del crimen dedicada al secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas en Venezuela y otros países de América Latina.
La semana pasada fue tomado el Internado Judicial de Carabobo (centro-norte), conocido como Tocuyito por el pueblo donde queda ubicado, y que era el más poblado del país con más de 2.000 internos.
También estaba controlado por una banda que imponía su ley y encabezada por un aspirante a cantante de reguetón.
«A mi hijo se lo llevaron a una cárcel en Mérida, apenas pude hablar con él hoy», dijo a la AFP Zaida Pérez, madre de Alexander Josué Martínez, un recluso de 26 años trasladado a unos 500 kilómetros de Tocuyito donde llevaba seis de los 12 años que recibió de condena.
– «Hasta el ganado» –
Según Ceballos, 99% de los centros penitenciarios están «ordenados y organizados». «Falta muy poco para que podamos garantizar el control de algunos centros donde se necesita hacer ajustes», señaló.
A las afueras de Puente Ayala, la escena repetida en cada toma carcelaria: familiares desesperados por el nuevo paradero de los internos, mientras piquetes de la policía y la Guardia Nacional trancaban accesos.
«Ayer fuimos a visita y todo estaba tranquilo, todo estaba normal», dijo a la AFP María Hernández, que tiene a un hijo recluido. «Que no me lo vayan a trasladar porque soy una madre sola y cómo hago para ir para allá», donde sea que lo manden.
La ONG especializada Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) tachó la ocupación de «show» y aseguró que estas ocupaciones «se negocian con los mismos pranes que durante años han azotado a la población penal».
Pran es el título que recibe el jefe de la pandilla que controla una cárcel en Venezuela: en Tocorón fue Héctor Rusthenford Guerrero, alias «El Niño» Guerrero, jefe del Tren de Aragua; en Tocuyito, Néstor Richardi Sequera, alias «Richardi», que grababa canciones que acumulan millones de vistas en su canal de Youtube.
Y en Puente Ayala era Yunior Yagüez, alias «Pata e’ Queso», quien «tuvo tiempo de advertir a sus luceros (hombres de confianza del pran) y lugartenientes para que también sacaran todas sus pertenencias, incluidos dólares en efectivo y motocicletas».
«Sacaron hasta el ganado tras negociar la toma», criticó.
El OVP -que asegura que hay pranes activos en otros centros de reclusión- alertó además sobre los traslados de presos a «otros recintos donde el hacinamiento supera el 100%».