Bibliotecas de España y Marruecos se reúnen en Rabat para recuperar su herencia cultural
Rabat, 17 may (EFE).- Representantes de la Biblioteca Nacional de España (BNE), de la Biblioteca al-Qarawiyin de Fez, de la Biblioteca Nacional de Marruecos y de la Biblioteca Islámica Felix María Pareja subrayaron este viernes en Rabat la necesidad de complementar la catalogación de los fondos documentales y de conservar los manuscritos.
La responsable de manuscritos e incunables de la BNE, María José Rucio Zambrano, afirmó en el transcurso de la mesa redonda Bibliotecas Patrimoniales en España y Marruecos para el estudio de una historia en común’, celebrada en el Salón del Libro de Rabat, que «desgraciadamente muchos manuscritos se perdieron y otros, los de factura andalusí, no se conservan en España».
«La falta de catalogadores con conocimientos de árabe y codicología, además de la dificultad intrínseca de catalogar fragmentos aislados de manuscritos, han impedido catalogar la colección de la Biblioteca Nacional, una historia triste que nos impide conocer la segunda colección más rica de España, que tiene 1.150 manuscritos en su haber y que se encuentra poco estudiada», según ha indicado la responsable.
En la mesa redonda, organizada por el Instituto Cervantes, institución que cuenta con 6 bibliotecas en suelo marroquí, el conservador de la Biblioteca al-Qarawiyyin de Fez, Abdelfattah Bougchouf, afirmó que gran parte de las obras andalusíes fueron a parar al fondo documental de la biblioteca de la Universidad de Fez, capital cultural de la época.
Entre los ejemplares en su colección se cuenta un manuscrito de la Ética de Aristóteles del siglo XI en árabe, en el que Averroes basó su obra; la traducción al árabe más antigua de un evangelio, datada del siglo XII; un ejemplar autógrafo de la obra Ibn Jaldún firmada por el autor y un documento de astronomía de Ibn Tufayl.
«Felipe II tenía una gran pasión por la cultura árabe y coleccionó toda clase de códices procedentes del mundo musulmán, que ahora se conservan en el Escorial, que cuenta con 2.000 manuscritos árabes, siendo el mayor fondo documental de España, seguido por la Biblioteca Nacional con 1.150 manuscritos, y por la Real Academia de la Historia, con 371. Sobresalen en importancia aquellos de los siglos XV y XIX», dijo Rucio Zambrano en el curso de su intervención.
«Los más importantes son los del siglo XV porque son testimonio de la población morisca de ese siglo, con temáticas jurídicas, religiosas, música, medicina, astronomía y literarias», añadió.
«Algunos -indicó Zambrano- son manuscritos aparecidos en el curso de la demolición de viviendas en el valle del Jalón, tras siglos ocultos en los muros, envueltos en lino y con una capa de sal, de temática religiosa o en la cual se narra la pérdida de libertad de sus autores».
A su vez, Luisa Mora, representante de la Biblioteca Islámica Félix María Pareja, que alberga más de 120.000 documentos, con un catálogo de 9.500 obras en árabe, hizo énfasis en la necesaria cooperación en el ámbito cultural entre ambos países y mostró parte del fondo antiguo de la institución que cuenta con 918 ejemplares del siglo XIX. EFE
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