Boeing se asegura el control de los aviones de línea de Embraer

La estadounidense Boeing asumirá el control de las actividades civiles de la brasileña Embraer, en el marco de una empresa conjunta evaluada en 4.750 millones de dólares que le permitirá competir con el europeo Airbus en el segmento de los aparatos regionales.
Los mercados, que habían festejado con fuerte alzas en los últimos meses la perspectiva de ese acercamiento corporativo, recibieron sin embargo el anuncio con pésimo humor y las acciones de Embraer en la Bolsa de Sao Paulo se hundían en torno a un 15% a media tarde.
El nuevo grupo, de capital cerrado, estará controlado en un 80% por Boeing y manejará las «actividades de Embraer en el campo de la aviación comercial y de servicios», excluyendo el sector de la defensa y la aviación ejecutiva, indicó un comunicado conjunto de los nuevos socios.
El acuerdo final estará sometido a la aprobación del gobierno brasileño, que desde la privatización de Embraer en 1994 conserva una «golden share» que le da poder de veto en cuestiones estratégicas de la firma.
Las dos empresas «se van a posicionar para ofrecer un portafolio completo de aviones comerciales altamente complementario (de 70 a más de 450 asientos), aparte de aviones de carga», según el comunicado.
La transacción va a permitir a Boeing completar su portafolio con aparatos con una capacidad de hasta 150 asientos.
El protocolo de acuerdo se anunció pocos días después de la alianza sellada entre Airbus y el canadiense Bombardier para fabricar aviones de medio recorrido C Series, competidores de los aparatos de Embraer.
La sede de la compañía estará en las instalaciones de Embraer en Sao José dos Campos (Estado de Sao Paulo), pero Boeing tendrá «el control operativo y de gestión de la nueva empresa», que estará bajo la supervisión directa del CEO de Boeing, Dennis Muilenburg.
La expectativa es que la asociación concluya en un plazo de 12 a 18 meses y que sea contabilizada desde inicios de 2020 en el capital de Boeing.
El Sindicato de Metalúrgicos de Sao José dos Campos expresó su «aprensión» por un proyecto que «amenaza la soberanía nacional y el futuro de Embraer en Brasil», que podría convertirse en pocos años en un «mero productor de piezas» de aviones.
La Agencia Brasileña de Desarrollo Industrial (ABDI) consideró en cambio que el acuerdo abre «una oportunidad para el fortalecimiento de la cadena de proveedores, colocando a las empresas brasileñas de una manera más competitiva en e mercado global».
Las acciones de Embraer habían subido más de 60% desde el 21 de ciembre de 2017, cuando se dieron a conocer las negociaciones, pero los anuncios del jueves hundieron la cotización.
Según Jason Vieira, de la consultora Infinity Assets, puede haber en este derrumbe una «realización de beneficios», pero también cierta decepción por «la evaluación algo menor que la esperada» de la nueva alianza.
Según analistas citados por medios brasileños, los inversores creen que el plazo de 2019 es demasiado lejano, dada la incertidumbre existente sobre la continuidad de las políticas promercado tras las elecciones presidenciales y legislativas de octubre.
En Nueva York, las acciones de Boeing operaban estables (-0,018%).
– Promoción del avión militar KC-390 –
El área de defensa y de aviación ejecutiva de Embraer no formará parte del nuevo grupo.
Pero las dos firmas crearán una segunda estructura conjunta «para promocionar productos y servicios de defensa, en especial el avión multimisión KC-390» de Embraer, indica el documento.
El acuerdo permite a Boeing posicionarse frente a su gran rival, el europeo Airbus, que recientemente se alió con el canadiense Bombardier, competidor de Embraer, en la batalla por la conquista de los cielos en momentos en que surgen además nuevos competidores.
Embraer es el tercer constructor aeronáutico mundial, con un volumen de negocios de unos 6.000 millones de dólares y 16.000 empleados. Privatizado en 1994, es una de las joyas industriales de Brasil con una gama de aviones civiles, militares y también jets de negocios.
Boeing, gigante aeroespacial estadounidense, reportó ganancias por 2.500 millones de dólares en el primer trimestre, un 56,9% más que en igual período de 2017. Los ingresos subieron 6,5% hasta 23.400 millones en el período.