Chilenos en Australia lloran a sus desaparecidos 50 años después del golpe contra Allende
Sídney (Australia), 12 sep (EFE).- Más de un centenar de chilenos lloró este martes en Australia por sus familiares, amigos y compatriotas desaparecidos durante el régimen de Augusto Pinochet al conmemorarse el 50 aniversario del golpe contra el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973.
Entre discursos durante el acto «50 años de memoria» en el Parlamento del estado de Nueva Gales del Sur, en Sídney, y arropados por cuadros alusivos al fallecido presidente Salvador Allende y la lucha contra el régimen militar de Pinochet, destacaban las fotografías de Víctor Díaz y Reinalda Pereira, dos de los más de 1.160 desaparecidos de la dictadura chilena.
Las emociones de dolor se dispararon por momentos entre sollozos, especialmente cuando los asistentes entonaron una estrofa de la emblemática canción de Pablo Milanés: «yo pisare las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada y en una hermosa plaza liberada me detendré a llorar por los ausentes».
Y es que el recuerdo de la dictadura es todavía traumático para Marina Véliz, de 89 años, quien recuerda que miraba «como pasaban los muertos por el río Mapocho (Santiago)», mientras que para la maestra jubilada Diosa Miranda «el perdón y el olvido no es tan fácil» cuando se ha perdido amigos y colegas a raíz de la persecución política durante el régimen de Pinochet.
«Uno no se puede sacar ese dolor (del corazón), esa permanente soledad que queda cuando tu pierdes a un ser querido y no sabes cómo fue ni dónde está», dijo hoy a EFE Adriana Navarro, una de las organizadoras del evento.
Por ello, en memoria de los desaparecidos, los chilenos renovaron sus votos por seguir luchando para que Australia extradite a la exagente de Pinochet Adriana Rivas, quien está acusada en su país de la desaparición en la década de 1970 de Díaz, Pereira y otros cinco miembros del Partido Comunista.
«En Australia tenemos muchas tareas pendientes» como la extradición de Rivas, quien sigue en el país oceánico «a pesar de que estamos conmemorando los cincuenta años (del golpe y el derrocamiento y muerte de Allende)», precisó Navarro, abogada de las familias de los siete desaparecidos atribuidos a la exagente de Pinochet.
La decisión de la extradición de Rivas está en manos del fiscal general, Mark Dreyfus, después de que el Tribunal Superior de Australia rechazara el año pasado una apelación de la exagente chilena y dejara en firme la decisión de otras instancias judiciales que se pronunciaron a favor de su entrega a las autoridades chilenas.
Sin embargo, la oficina de Dreyfus dijo a EFE que si bien es consciente de la «gravedad» de los delitos que se le atribuyen a Rivas así como la «alta prioridad» que supone la extradición para Chile, se necesita «tiempo necesario» para adoptar una decisión sujeta a las «obligaciones de equidad procesal».
Chile pidió en 2018 a Australia la extradición de Rivas, quien defiende su inocencia y considera que es víctima de una persecución política, por su presunta participación en el «secuestro agravado» en 1976 de Víctor Díaz, quien fuera subsecretario del Partido Comunista del país sudamericano, y otros seis activistas, entre ellos Pereira, quien estaba embarazada.
Desde entonces se inició un largo proceso legal en el que un tribunal local de Sídney se pronunció en favor de su extradición, lo que fue ratificado en junio y noviembre de 2021, respectivamente, por un juez y el pleno del Tribunal Federal Australiano.
Se presume que la chilena, quien inmigró a Australia en 1978, formó parte de la brigada de exterminio Lautaro de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta de Augusto Pinochet), donde llegó a ser la secretaria de Manuel Contreras, máximo jefe de esta unidad.
En 2006 viajó a Chile, donde fue detenida por los casos vinculados a su extradición, aunque después logró escapar y volver tres años más tarde a Australia. EFE
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