Generoso regalo fiscal para familias
Los diputados aceptaron desgravaciones fiscales en favor de miles de familias, del orden de 1,3 millones de francos. La reticencia de la izquierda, que considera que esas bajas benefician sobre todo a los ricos, fue eliminada.
Esta reforma fiscal había sido propuesta por el Consejo Federal (gobierno) y tiende a favorecer a las familias con hijos, con la autorización de una mayor deducción impositiva.
Se trata de corregir la injusticia que golpea a las parejas de casados. En efecto, en vista de la fuerte progresión del impuesto federal directo, un matrimonio paga más impuestos sobre ingresos acumulados de 100.000 francos que una pareja de concubinos, tasados en forma separada, con base en salarios respectivos de 40.000 y 60.000 francos.
La división, parcialmente aceptada
En lo que concierne a la posición de las parejas, los diputados aceptaron la solución de la división parcial. Concretamente, los ingresos de los esposos son adicionados, luego divididos por un coeficiente de 1,9 antes de fijar la imposición. Los concubinos podrían también ser tasados de esa manera, en caso de que tengan niños a su cargo.
En lo que toca a las deducciones, la Cámara Baja se mostró más generosa que el Consejo Federal. Fijó en 11.000 francos por año la deducción para un niño menor y a 14.000 francos para un joven en formación. El gobierno sólo preveía una deducción general de 9.000 francos.
Los diputados aceptaron también una deducción de 7.000 francos por año para los gastos de guardia. El Consejo Federal había previsto inicialmente 4.400 francos para esa novedad.
Descontento de la izquierda
La izquierda intentó modificar esas medidas bajo la consideración de que la división es un modelo obsoleto. Los socialistas preferían que los cónyuges fueran tasados en forma separada. Esa medida eliminaría la diferencia entre las parejas de casados o concubinos y favorecería el trabajo de las mujeres.
El aumento en las deducciones de la declaración fiscal o la introducción de nuevas reducciones no agrada a la izquierda que considera que esas medidas soslayan a las clases más desfavorecidas. Y, en efecto, merced a sus bajos ingresos, esos sectores no pagan el impuesto federal directo.
La izquierda habría preferido una fórmula consistente en acordar una reducción de impuestos de 910 francos por hijo y de 550 francos para las familias monoparentales. Lo anterior, con posibilidad de recibir el dinero del Estado cuando el impuesto fuera inferior a esas reducciones.
Pero las propuestas de la izquierda fueron rechazadas por la mayoría conservadora del Consejo Nacional.
El asunto pasa ahora al Senado. Las decisiones adoptadas la víspera por los diputados deberán ser aprobadas por una Cámara Alta de mayoría conservadora.
Sin embargo, falta todavía saber si los representantes de los cantones se mostrarán tan generosos como sus colegas. En efecto, el ‘regalo fiscal’, acordado a las familias, entrañará recortes en los ingresos del orden de 900 millones de francos para la Confederación, pero también 400 millones para los cantones.
Olivier Pauchard, Palacio Federal.
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