Comienza el juicio en Marruecos de acusados de decapitación de turistas

El juicio de los presuntos asesinos de dos jóvenes turistas, una danesa y una noruega, decapitadas a mediados de diciembre en las montañas del Atlas en Marruecos, comenzará el jueves en Salé, ciudad vecina de Rabat, la capital.
Louisa Vesterager Jespersen, estudiante danesa de 24 años, y Maren Ueland, noruega de 28 años, murieron degolladas y decapitadas la noche del 16 de diciembre en un sector aislado de las montañas de Atlas adonde acampaban.
En total 24 acusados deben comparecer en un tribunal de Salé por «apología del terrorismo», «atentado a la vida de personas con premeditación» o «participación en una banda terrorista» luego de este asesinato que consternó en Marruecos, Noruega y Dinamarca.
Los implicados directamente en el caso pueden ser condenados a muerte. Las familias y abogados de las víctimas no estarán presentes en el juicio, pudo saber la AFP.
Las dos víctimas estudiaban en la universidad noruega de Bø y pasaban un mes de vacaciones en Marruecos.
– ‘Enemigos de Alá’ –
Tras el hallazgo de los cuerpos, las autoridades marroquíes se mostraron primero prudentes, evocando un «acto criminal» y «rastros de violencia con arma blanca» en el cuello de las turistas. Pero todo cambió cuando se difundió en las redes sociales un video de la decapitación de una de las víctimas, filmada por uno de los asesinos con un teléfono celular.
En esta secuencia uno de los asesinos habla de «enemigos de Alá» y de «revancha» por los «hermanos» en Siria.
Las imágenes se propagaron por internet y la policía danesa decidió procesar a 14 personas sospechosas de haber difundido el video en las redes sociales.
Otro video publicado justo después mostraba a los presuntos asesinos jurando fidelidad a Abu Bakr al Bagdadi, jefe de Estado Islámico.
Apenas se hallaron los cuerpos la policía comenzó la búsqueda de los asesinos. Rápidamente dieron con un primer sospechoso que fue detenido en un suburbio de Marrakech. Otros tres fueron detenidos tres días después cuando intentaban dejar la ciudad en autobús.
Todos, de entre 25 a 33 años y con escasa instrucción, vivían en barrios carenciados de Marrakech.
Sus allegados los describen como nuevos adeptos del salafismo, rama ultraconservadora del islam sunita.
La «célula terrorista» inspirada por la ideología de EI no tenía contacto con los dirigentes operacionales en Siria o en Irak, según los investigadores. EI tampoco reivindicó esos asesinatos.
– Hispano-suizo radicalizado –
Abdessamad Ejjud, un vendedor ambulante de 25 años proclamado «emir» por sus compañeros, es sospechoso de dirigir la célula. Los otros 20 acusados tienen cargos por su relación con los presuntos asesinos.
Entre ellos Kevin Zoller Guervos, un hispano-suizo instalado en Marruecos. Es sospechoso de enseñar «a ciertas personas implicadas en este caso a usar las herramientas de comunicación de las nuevas tecnologías y de entrenarlos para disparar», según los investigadores. El acusado clamó su inocencia.
Otro suizo detenido fue juzgado por separado y condenado a mediados de abril a diez años de prisión por «participación en una banda terrorista» y por su relación con otra red de personas radicalizadas.
El reino no había sufrido ataques vinculados a EI hasta el año pasado. Sin embargo un atentado en Casablanca dejó 33 muertos en 2003 y otro en Marrakech 17 muertos en 2011.