Corrupción en emisora regional alemana causa críticas a modelo de TV pública

Berlín, 22 ago (EFE).- Un presunto caso de corrupción en una cadena regional alemana, la Radiotelevisión de Berlín – Brandeburgo (RBB), ha reavivado las críticas al modelo de televisión pública alemán y en concreto a su financiación.

La directora de la RBB, Patricia Schlesinger, en el centro del escándalo y destituida el 15 de agosto, fue despedida hoy de la emisora con efecto inmediato, después de que a finales de junio salieran a la luz contra ella acusaciones de nepotismo y de corrupción.

Tom Buhrow, el máximo responsable del ARD, el consorcio de instituciones públicas de radiodifusión de Alemania, declaró a los informativos de la cadena que las investigaciones sobre el comportamiento de Schlesinger han revelado que la RBB es «tan inestable, que existe el riesgo de que sus estructuras empiecen a disolverse».

La fiscalía general de Berlín ha abierto diligencias contra la ya exdirectora, contra su marido, el periodista Gerhard Spörl, y contra el jefe del consejo de administración de la cadena, Wolf-Dieter Wolf, que también ha dimitido entretanto.

Sin embargo, las investigaciones internas apuntan a que la red de favores y prebendas tejida por Schlesinger incluía también a otros directivos de la cadena, que recibían «bonos» extraordinarios de hasta 40.000 euros al año.

Varios diarios y medios online afirman además que, aunque el caso de Schlesinger es extremo, también se dan circunstancias similares en las otras emisoras regionales del ARD, donde, según denuncian, los gremios de control carecen a menudo de los recursos y de la capacidad para denunciar irregularidades.

El escándalo ha vuelto ha sacar a la palestra las críticas al modelo de la ARD, que se compone de 21 cadenas de televisión y 73 emisoras de radio y cuya financiación cuesta a los contribuyentes 8.500 millones de euros al año.

El experto en medios Jörg Wagner lo calificó este mes de «la mayor crisis de la radiotelevisión pública» desde su creación, y declaró a la propia RBB que, aunque otras cadenas regionales han malgastado dinero o ha habido irregularidades con la concesión de contratos, este caso podría reducir la aceptación del controvertido impuesto para financiar la ARD.

Cada hogar paga 55 euros por trimestre, una tasa atacada con frecuencia desde la ultraderecha, que aprovecha su impopularidad para criticar al Gobierno y a los medios de comunicación, a los que acusa de ser tendenciosos.

Junto a las acusaciones de nepotismo y tráfico de influencias, Schlesinger, que se subió su propio salario en un 16 % hasta los 303.000 euros al año, es sospechosa de haber usado coches oficiales y tarjetas de crédito para fines privados. EFE

cph/si

© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.