Díaz aboga en París por un relato progresista «de esperanza» ante la distopia tecnofeudal
París, 13 feb (EFE).- La vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y fundadora de Sumar, Yolanda Díaz, abogó este jueves en París por que el progresismo y Europa lancen un mensaje de «esperanza» frente al mensaje «distópico» del «tecnofeudalismo» trumpista y de la extrema derecha, a los que denominó «la internacional negacionista».
En un encuentro junto a la que fue candidata de la izquierda francesa a primera ministra, Lucie Castets, Díaz aseveró que a estos movimientos les «estorba la democracia» y que quieren convertirla en una empresa, destruyendo el Estado y los derechos conquistados.
«Son negacionistas de la igualdad, defienden que unos pocos oligarcas se queden con la riqueza del mundo», reflexionó, y recordó que el fenómeno Silicon Valley no es nuevo, sino que lleva 40 años operando y aumentando su influencia, y que está claro que «aquellos hippies modernos no eran ni hippies, ni modernos».
Díaz, que viajó a París para asistir este jueves a una reunión ministerial de la OCDE sobre políticas sociales, alertó de que, ante la «agenda común» de destrucción del Estado y de la democracia de estos movimientos reaccionarios, la ciudadanía está «completamente aturdida».
Eso es debido a la influencia de mensajes que la dejan en «shock» y sin capacidad de acción, como los que envía el presidente estadounidense, Donald Trump.
Para salir de ese clima paralizante, aseguró que «las fuerzas progresistas lo que tenemos que hacer es lanzar un relato utópico», ya que las izquierdas tienden a ser derrotadas precisamente cuando se les priva de pensar que pueden ganar.
«Necesitamos voces en el mundo que frenen y vislumbren un futuro de esperanza», dijo la ministra de Trabajo española.
Con ese mensaje coincidió Castets, quien aseguró ser «optimista» pese a la popularidad creciente de Marine Le Pen en Francia y el cambio de discurso del presidente, Emmanuel Macron, en los últimos años hacia posturas más conservadoras.
Aseguró, de hecho, que cree que Francia «es un país de electores de izquierda» que no saben que lo son.
Ambas reconocieron, sin embargo, que esta «ola reaccionaria» -aunque Díaz rechazó hablar en estos términos, ya que asimilarla a un fenómeno natural da una impresión de inevitabilidad- se debe en parte a la «desafección» y a los huecos que deja la propia izquierda cuando deja de portar las reivindicaciones de las clases populares y medias.
«El reto va de ensanchar la democracia y la democracia no va de votar cada cuatro años, la democracia es algo muy profundo», dijo Díaz.
También abogaron ambas por una reforma del sistema internacional, ya que no responde a la realidad del siglo XXI, y porque Europa se despierte frente a la «ofensiva norteamericana», porque tiene mucho que decir, pero está «deprimida».
Y eso, según Díaz, implicará salirse de la agenda que marca el binomio Pekín-Washington, para seguir construyendo una Europa común a la «ofensiva» y no a la defensiva.
Significa, por ejemplo, no hablar solo de defensa como quiere Trump, sino de cuestiones como una fiscalidad común o un subsidio de desempleo europeo. También de implementar modelos como el del constructor aeronáutico Airbus, que ha logrado batir a la estadounidense Boeing en aeronáutica civil.
«Una política que dé esperanza a la gente, que le dé armas intelectuales y emocionales para defender el proyecto», enfatizó Díaz. EFE
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