Derrame de combustible de un remolcador afecta a 30 kms de ribera de río siberiano Yeniséi
Moscú, 10 jun (EFE).- La mancha de combustible provocada por un derrame de 30 toneladas de diésel tras el naufragio de un remolcador en el río siberiano Yeniséi, en la región de Krasnoyarsk, se extendió a lo largo de 30 kilómetros corriente abajo, según informaron hoy las autoridades locales.
«La mancha de petróleo se extendió aproximadamente a 30 kilómetros del lugar del incidente y ha sido detectada cerca de la localidad de Kurbátovo», indicó en Telegram la Administración del distrito Kazáchinski, donde encalló y zozobró el barco el pasado fin de semana.
Según las autoridades, el cauce del Yeniséi se contaminó parcialmente, ya que los hicrocarburos se han concentrado en la ribera derecha, donde se depositan, aunque parte del petróleo es arrastrado por la corriente al centro del río.
Sin embargo, gracias a las particularidades de la corriente, la ribera izquierda de momento no ha sufrido daños ecológicos.
Alrededor del remolcador accidentado ya se han instalado dos barreras flotantes de contención para evitar que el petróleo continúe contaminando el río.
También está prevista la instalación de nuevas barreras de contención corriente abajo, tras Kazáchinski.
Los especialistas estiman que se necesitarán de dos a tres semanas para paliar las consecuencias del derrame si las condiciones climáticas son propicias.
Las autoridades recomendaron a la población local abstenerse temporalmente del uso del agua del río para beber o con fines domésticos.
El pasado 8 de junio un remolcador que acompañaba dos barcazas sufrió un accidente, a consecuencia del cual encalló y se hundió parcialmente, provocando un derrame y obligando a las autoridades locales a declarar el régimen de Emergencias.
Hasta el momento no existe peligro para la población local, pero el derrame podría afectar la flora y fauna local.
Las autoridades iniciaron una inspección para establecer las causas del accidente y verifican si hubieron violaciones de las normas de traslado de sustancias ecológicamente peligrosas y de las normas de seguridad del transporte fluvial.
A fines del año pasado dos petroleros rusos naufragaron durante una tormenta en el estrecho de Kerch que une los mares Negro y Azov, provocando el vertido de más de 2.400 toneladas de petróleo, uno de los mayores en la región.
Pese a los esfuerzos de las autoridades por paliar este desastre ecológico, las playas de Krasnodar y la anexionada península de Crimea todavía siguen sin cumplir las normas sanitarias debido a los niveles de contaminación, lo cual pone en riesgo la temporada turística en esta zona.EFE
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