Por qué Nestlé incumplirá su promesa sobre deforestación
Tras ser criticado por grupos ambientalistas por sus plantaciones de aceite de palma, el gigante alimentario suizo Nestlé ofreció terminar con la deforestación en su cadena de abastecimiento en el 2020. Pero cumplir este objetivo le tomará en realidad tres años.
El 2010 fue duro para Nestlé. En marzo de ese año, el grupo ambientalista Greenpeace subió a YouTube un inquietante videoEnlace externo que refería que comer una barrita de KitKat -una marca propiedad de Nestlé- equivalía a matar orangutanes. La respuesta del público no se hizo esperar y Nestlé debió cortar temporalmente sus nexos con Sinar Mas, el controvertido proveedor indonesio de aceite de palma con el que trabajaba. Asimismo, se comprometió a poner fin a la deforestación en su cadena de suministros para el año 2020.
Pese a ello, Nestlé tuvo que admitir recientemente que será incapaz de cumplir su promesa en ese plazo. El productor alimentario tendrá que conformarse con lograr una cadena de suministro libre de los estragos de la deforestación al 90% en 2020.
“El 10% restante se logrará, y continuaremos nuestros esfuerzos para estar lo más cerca posible del 100%, en los próximos tres años”, dijo a swissinfo.ch Benjamin Ware, jefe global de Abastecimiento Responsable de Nestlé.
Compromiso calculado
¿Por qué una empresa que reportó ventas por más de 90 000 millones de francos suizos (90 500 millones de dólares) el año pasado no podrá cumplir el objetivo a 10 años que se había fijado? Según Nestlé, múltiples factores lo explican.
En primer lugar, la empresa obtiene alrededor del 20% de su aceite de palma de pequeños agricultores que cultivan parcelas de entre una y diez hectáreas. De acuerdo con la compañía, es extremadamente difícil establecer los límites en sus granjas y monitorear la deforestación con satélites.
“Podríamos haber eliminado de nuestra cadena de suministros a los pequeños productores, pero no lo hicimos”, dice Ware.
La compañía también afirma que la mayoría de las cadenas de suministro existentes abastecen a muchas de las empresas alimentarias, es decir, su oferta no es solo para Nestlé, lo que complica las cosas.
“En algunos casos, somos los únicos que pedimos evidencia y transparencia, y los proveedores no están dispuestos a ofrecerla exclusivamente para una sola compañía”, precisa Ware.
De acuerdo con Nestlé, el problema de transparencia es más grave aún en centro y Sudamérica -con énfasis en Guatemala, Perú, Brasil, Chile y Colombia- en productos como el azúcar, la soja y el aceite de palma. Pero la multinacional asegura que no quiere dejar de trabajar con los pequeños proveedores de la región, aunque algunos no sean transparentes con respecto a la forma en que se conducen en las cadenas de suministro.
“(De excluirlos), terminaríamos favoreciendo las materias primas de Asia para enviarlas al otro extremo del planeta si queremos cumplir con nuestro compromiso”, anota Ware.
En mayo de este año, este último advirtió que la empresa no sería capaz de cumplir con la meta de deforestación cero en el plazo previsto y el tema fue abordado en junio con el consejo directivo. Nestlé tenía pues dos posibilidades: mantener a los proveedores pequeños de Sudamérica dentro de su cadena de suministros o cumplir con la promesa de deforestación cero. Pero no podía hacer ambas cosas al mismo tiempo.
Al final, el consejo directivo de Nestlé optó por un enfoque de avance lento, pero constante, aunque esto supusiera parecer poco fiable.
Esfuerzo conjunto
Greenpeace está de acuerdo con la decisión de Nestlé de mantener a los pequeños productores y exigir más transparencia en las cadenas de suministro mundiales. Pero el grupo ambiental afirma que le interesa todavía más que de verdad haya resultados y no solo promesas.
“Lo que observamos, y nos preocupa, es que, hasta ahora, todos los esfuerzos de Nestlé no han logrado disminuir la deforestación y la degradación de los bosques en las regiones de donde Nestlé se abastece”, dice Asti Roesle, activista de Greenpeace Suiza.
Greenpeace rechaza que la multinacional siga obteniendo aceite de palma y otros productos clave, incluida la soja y cacao, de proveedores que violan las políticas de “no deforestación, no destrucción de turberas, no explotaciónEnlace externo” (conocida como NDPE). Los activistas quieren que Nestlé mire más allá de sus propios intereses y compromisos estratégicos.
Creemos que Nestlé, en su calidad de principal productor de alimentos a nivel global, debe formar parte de soluciones sistémicas que vayan más allá de solo sus cadenas de suministro”, dice Roesle.
Greenpeace no es la única organización que considera que las grandes empresas deben colaborar y ayudar a la transformación de sectores productivos íntegros. El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo SostenibleEnlace externo, que es una red de 200 empresas (entre ellas, Nestlé) trabaja en mejorar la sostenibilidad en el sector corporativo y promueve un enfoque integrado.
El citado consejo afirma que las empresas deben buscar asociaciones sólidas que permitan tomar medidas sectoriales conjuntas en contra de la deforestación.
“Esto puede resultar difícil, pero es posible”, dijo a swissinfo.ch un portavoz del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, “en materia de deforestación, los gobiernos que son receptivos también deben trabajar con las empresas conscientes y con miembros de la sociedad civil en la atención de las causas subyacentes al problema y en la atención de los complejos desafíos que impone la deforestación”.
Traducido del inglés por Andrea Ornelas
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