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¿Ha llegado el momento de hablar de paz en Ucrania?

Pareja ucraniana esperando en la cama
Cuando se han cumplido ya diecinueve meses desde el inicio de la guerra, surgen las preguntas sobre si ya ha llegado el momento para la paz. Pieter-jan De Pue/laif/Keystone

Los escasos avances en el frente de batalla, los esfuerzos por reponer los arsenales de armas y las ofertas de países del Sur Global para mediar entre Rusia y Ucrania pueden ser signos de que las condiciones para las posibles negociaciones de paz se aproximan al grado de madurez necesario. Es lo que dice Thania Paffenholz, directora ejecutiva de Inclusive Peace (Paz Inclusiva).

Inclusive Peace —un grupo de estudio con sede en Ginebra— ha publicado recientemente un informe que recoge una posible vía para negociar la paz en Ucrania. Basándose en investigaciones actuales e históricas, describe cómo podría ser el camino hacia las negociaciones.  

El informe se ha dado a conocer cuando la guerra ha cumplido ya 19 meses y en el campo de batalla está prácticamente estancada. Sobre el terreno —y más allá— las bajas aumentan en medio de una crisis mundial por el encarecimiento del coste de la vida, porque los mercados alimentario y energético se han visto trastocados. Mientras para algunas personas las negociaciones de paz no son una opción; para otras, existen indicios que permiten aventurar que el momento podría llegar pronto.    

El director del Centro de Política de Seguridad de Ginebra (GCSP), el suizo Thomas Greminger, en una entrevista en el NZZ am Sonntag (en alemán), en agosto afirmaba que Suiza podría fomentar el diálogo entre Rusia y Ucrania sin, necesariamente, tener que actuar como mediador oficial ni desempeñar un papel como organizador de las conversaciones. Asimismo, indicó que los países occidentales deberían considerar otros planes distintos a suministrar apoyo militar indefinido a Kiev, que deberían comprender a Rusia. Tales planes incluirían un alto el fuego, seguido de discusiones sobre las reivindicaciones territoriales: el principal escollo político para ambas partes.

Cualquier mediación “dependerá de que las partes en conflicto se pongan de acuerdo sobre una tercera parte que medie”, ha señalado a SWI swissinfo.ch por correo electrónico Pierre-Alain Eltschinger, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores suizo.

El Centro para el Diálogo Humanitario de Ginebra y el GCSP (con sede también en Ginebra) han participado en actividades de diplomacia privada —como las previas al acuerdo sobre cereales que permitió que de los puertos ucranianos salieran alimentos y fertilizantes— y han mantenido vías de contacto abiertas con ambas partes en conflicto con el fin de preparar el terreno para cualquier conversación.    

Gracias a su papel en el acuerdo sobre los cereales, Turquía ganó peso internacional, aunque otros países del Sur Global también han hecho labores de intermediación entre Rusia y Ucrania. Una misión de paz africana —encabezada por el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa y que incluía a representantes de otros siete países de la región— se acercó a Moscú y Kiev en junio.  

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en rueda de prensa, se dirigió a los dignatarios visitantes para decir que no iba a negociar mientras Rusia siguiera ocupando Ucrania. El presidente de Senegal, Macky Sall le respondió: “Señor Zelenski, entendemos su postura, porque su país está ocupado, y para usted la acción militar es una salida a la situación. Pero pensamos que sigue siendo necesario un lugar para el diálogo cuando se está luchando”.  

Zelensky and Lula met at the UN General Assembly to discuss peace
Zelenski y Lula se han reunido en la Asamblea General de la ONU para hablar de paz. Keystone / Ricardo Stuckert / Brazil Presid

En la Asamblea General de la ONU, el 20 de septiembre, Zelenski insistió en su plan de paz y se reunió con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para discutir una salida a la guerra. 

Brasil, China, Emiratos Árabes Unidos e Israel también han expresado su interés por mediar en las conversaciones.

Paffenholz, la máxima responsable de Inclusive Peace, da cuenta de las señales a las que hay que prestar atención para que las negociaciones sean una realidad.

SWI swissinfo.ch: ¿Ve alguna posibilidad de que se interrumpan los combates y puedan iniciarse las conversaciones de paz?

Thania Paffenholz: Hay especialistas que dicen que hacen falta ciertos criterios para lo que llaman madurez para la resolución. El más importante es lograr un estancamiento militar en el campo de batalla. Que, más o menos, es lo que estamos viendo ahora. Especialistas militares han pronosticado que el estancamiento puede durar mucho más que incluso este año, y puede prolongarse hasta el año que viene. Otro problema es el cansancio de la atención y el apoyo públicos.   

El año pasado era imposible hablar de la probabilidad de negociaciones. La situación estaba tan polarizada que cualquier cosa que no fuera una solución militar era inconcebible. Con una serie de iniciativas, como cuando Turquía empezó a centrarse en la Iniciativa del cereal del Mar Negro, eso ha cambiado. Las cosas a veces comienzan con algo tangible, como eso, antes de que pueda surgir algo más.   

Más recientemente, el Sur Global, Brasil, Sudáfrica, China y una delegación de líderes africanos han entablado conversaciones para mediar en las negociaciones. El Sur Global se ha involucrado de repente por su preocupación por el aumento del coste de la vida.

Otro avance que estamos viendo es que el presidente Zelenski está presionando a favor de su plan de paz. Las conversaciones se iniciaron en Dinamarca, continuaron en Riad (Arabia Saudí) y se espera que la próxima ronda de conversaciones sobre el plan tenga lugar en otoño y se celebre en Europa. Puede que estas conversaciones no reciban mucha cobertura mediática, pero están avanzando.

SWI: Usted ha mencionado la cuestión de la disminución del interés público por la guerra en Ucrania. Con el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales estadounidenses, hay quien ha declarado que no tendría interés en apoyar a Ucrania. ¿Podría esto suponer una amenaza o una oportunidad para las negociaciones de paz?

T.P: Las elecciones presidenciales estadounidenses son, sin duda, un factor clave. Quien habla de negociaciones está, claramente, en el bando republicano. Pero hay demócratas que también están pensando y desarrollando ideas sobre posibles negociaciones. Es difícil abordarlo, porque en el Congreso o entre quienes toman decisiones la cuestión se ha polarizado mucho políticamente.  

Imagine que el partido republicano gana las elecciones y anuncia un plan para dejar de suministrar armas a Ucrania. Siendo Estados Unidos el mayor proveedor de armas del país, si cesa el suministro de armas, habrá movimientos. A menudo no son las realidades, sino las percepciones las que determinan lo que sucede. Y ahora la percepción es que si el partido republicano gana se producirá un cambio masivo del apoyo occidental que afectará, definitivamente, a la planificación de la OTAN para el apoyo militar. Cuanto más nos acerquemos a la campaña electoral, más podremos escuchar hablar de negociaciones que surjan junto con el compromiso militar.      

SWI: Hay quien se pregunta si la muerte de Yevgueni Prigozhin, el jefe de Wagner, grupo mercenario privado ruso, puede repercutir en los acontecimientos, debido al papel clave que desempeñaba en el frente de guerra. Mientras tanto, ambos bandos parecen esforzarse por reponer sus suministros de armas. El líder norcoreano Kim Jong-un se ha reunido con el presidente ruso Vladímir Putin, mientras que la empresa británica de defensa BAE Systems ha declarado que ha firmado un acuerdo para producir armas en Ucrania. ¿Cómo ve estos acontecimientos?

T.P: Lo que en las guerras es muy normal es que las partes traten de seguir luchando para obtener beneficios, especialmente cuando la posibilidad de entablar negociaciones está en el aire. Por lo general, vemos que la actividad militar aumenta, porque ambas partes intentan ganar el mayor territorio posible para poder sentarse en la mesa de negociaciones. Y vemos, asimismo, que ambas partes intentan mantener el ritmo consiguiendo más suministros, lo que también indica un estancamiento militar, pues ninguna de las partes se está moviendo mucho. Las ganancias y pérdidas territoriales, por lo que sabemos, son muy pequeñas.

La situación actual del Grupo Wagner es una gran incógnita. Es una conjetura, incluso para los analistas, si implica una desestabilización de Rusia. La muerte de Prigozhin, de momento, preocupa más a África, porque Wagner es muy poderoso en Mali y en otros países y gobiernos enteros dependen de Wagner para su propia seguridad. En Ucrania, las tropas de Wagner siguen allí, pero ¿bajo qué dominio? ¿Se quedarán en Ucrania? Creo que es una gran pregunta.

SWI: ¿Podrían desempeñar algún papel en este proceso Ginebra y sus organizaciones internacionales? La UNCTAD, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, por ejemplo, ha sido clave en la negociación de la Iniciativa sobre los cereales del Mar Negro.

T.P: Lo que sugerimos en el estudio es que, debido a la complejidad de la guerra, es posible que veamos que se llevan a cabo distintas negociaciones sobre distintos temas, quizá incluso en distintos espacios. Puede haber conversaciones sobre el cereal, otras sobre la destrucción medioambiental de la guerra y lo que se puede hacer, así como debates sobre la reconstrucción del país. Puede que haya conversaciones concertadas sobre la integridad y la soberanía, y conversaciones sobre cuestiones de seguridad y un alto el fuego. Habrá todo tipo de temas que surgirán y se irán perfilando en cada momento. Cabe imaginar que habrá diferentes actores implicados en la elaboración de la agenda y el desarrollo de propuestas en todos estos temas.

Dentro de la comunidad de especialistas de la que formamos parte, instituciones y gobiernos —como el suizo— o diversas agencias de la ONU pueden desempeñar un papel en esas conversaciones temáticas concretas. No vemos un gran proceso de paz global dirigido por la ONU, como en el pasado. Esto coincide con la nueva Agenda para la Paz del secretario general de la ONU, en la que explica las nuevas dimensiones geopolíticas y señala que, en el futuro, la ONU desempeñará un papel de apoyo en los debates sobre cuestiones difíciles, en lugar de un papel principal. Creo que, muy probablemente, esto sea lo que veremos.

Texto adaptado del inglés por Lupe Calvo

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