Ejército paquistaní mata al menos a 12 supuestos insurgentes que Islamabad vincula a India
Islamabad, 19 may (EFE).- Al menos doce presuntos insurgentes y dos militares murieron en varias operaciones del Ejército de Pakistán en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, en el oeste de este país asiático, que vinculó a los fallecidos con «organizaciones subsidiarias de la India».
El ala de medios del Ejército paquistaní (ISPR, por sus siglas en inglés) informó este lunes de cuatro operaciones acontecidas entre el 17 y el 18 de mayo en las conflictivas provincias de Khyber Paktunkhwa, con nueve muertos en dos operativos, y Baluchistán, con tres muertos en otros dos.
«Una operación basada en inteligencia fue llevada a cabo por las fuerzas de seguridad en el distrito de Lakki Marwat. Durante la operación, nuestras tropas atacaron de manera efectiva la ubicación de los kharijíes (insurgentes), lo que resultó en que cinco kharijíes patrocinados por la India fueran eliminados», informó el ISPR acerca de un primer incidente en Khyber Pakhtunkhwa
El Ejército de Pakistán informó de una segunda operación con muertos en esta provincia, en el noroeste de Afganistán, en la que fallecieron dos supuestos insurgentes y dos militares.
«Se están llevando a cabo operaciones de limpieza para eliminar a cualquier otro kharijí que se encuentre en la zona, ya que las fuerzas de seguridad de Pakistán están decididas a erradicar por completo la amenaza de terrorismo perpetrado por la India, y los sacrificios de nuestros valientes soldados fortalecen aún más nuestra determinación», añadió el ISPR en su comunicado.
En Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, tres presuntos insurgentes pertenecientes al Frente de Liberación de Baluchistán murieron en dos operaciones separadas, una en el distrito de Awaran, y otra en Kech. Ambas ocurrieron entre el 17 y el 18 de mayo.
«Se recuperaron armas, municiones y explosivos de los terroristas abatidos, quienes estaban implicados activamente en múltiples actos terroristas contra las fuerzas del orden, así como en asesinatos selectivos de civiles inocentes», según Pakistán, que también unió a estos supuestos insurgentes baluchís con «intentos de la India de sabotear la paz, la estabilidad y el progreso» de esta región.
Khyber Pakthunkhwa -fronteriza con Afganistán- y Baluchistán -fronteriza con Irán y Afganistán- han experimentado en el último año un incremento notable de la violencia. En el primer caso, Pakistán culpa al Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), hermanos ideológicos de los talibanes afganos.
En el caso de Baluchistán, el otro epicentro de la violencia, actúan varios grupos separatistas a los que Islamabad acusa de llevar a cabo ataques contra civiles, fuerzas de seguridad y proyectos chinos que se desarrollan en esta región.
Estas operaciones son las primeras en ser reportadas en territorio paquistaní después de que la India y Pakistán acordasen el pasado 10 de abril un alto el fuego, con la mediación de Estados Unidos, tras tres semanas de tensiones entre las dos potencias nucleares del Sur de Asia.
Este recrudecimiento del conflicto indo-paquistaní, el más grave desde 1999, tuvo su clímax de tensiones entre los días 7 y 10 de mayo, cuando ambos países se atacaron mutuamente, con carácter principal en la región de Cachemira, cuya soberanía se disputan Nueva Delhi e Islamabad desde la independencia del subcontinente indio del imperio Británico en 1947.
Pakistán acusa a la India de apoyar a los diferentes grupos que acometen acciones supuestamente terroristas, según Islamabad, en su territorio.
Nueva Delhi acusa a Islamabad de estar detrás del ataque de Pahalgam, en la Cachemira india, en el que murieron 26 civiles -en su mayoría turistas indios- y que dio inicio a las hostilidades. EFE
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