El ‘canciller’ del Vaticano aboga por una iglesia «unida» durante su visita a Cuba
La Habana, 4 jun (EFE).- El ministro de Exteriores del Vaticano, Paul Richard Gallagher, pidió este miércoles, durante una misa en la catedral de La Habana, una Iglesia católica «unida» en un «mundo reconciliado».
Durante su primer día en Cuba, Gallagher transmitió a los presentes -entre ellos altos cargos del Gobierno insular, como el canciller, Bruno Rodríguez, «un saludo» del papa León XIV durante la homilía (discurso principal en la misa).
«Él mismo me ha pedido que les traiga hasta aquí, para los obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas, y para todos los hijos pueblo cubano, un saludo afectuoso, asegurándoles que tienen todos un rinconcito en el corazón del santo padre», aseguró .
La visita -que incluye reuniones con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel- había sido agendada hace semanas, pero se ha convertido en la primera que realiza el británico -en el cargo desde 2014- desde la entronización de León XIV y sirve para conmemorar el 90 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales,
Gallagher, que el viernes se encontrará con sacerdotes y religiosos y religiosas que se desempeñan en obras caritativas como comedores, asilos y hospitales, se reunió ya esta mañana con los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC).
Según fuentes de la COCC, trajo un «mensaje de afecto y de comunión del papa León XIV a la iglesia y el pueblo cubanos».
Las relaciones entre Cuba y el Vaticano han ido transformándose en las últimas décadas, de la confrontación inicial luego del triunfo de la revolución al entendimiento actual, algo en lo que han sido claves los distintos liderazgos de ambas partes.
Cuba, que entre 1959 y 1992 fue formalmente un país ateo, es uno de los escasos países que han acogido visitas de los últimos tres papas, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
Especialmente relevante fue el papel de este último, quien fue instrumental en el reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos en 2014, el llamado «deshielo», un período breve pero esperanzador para la isla, no solo en el ámbito económico.
Asimismo, el Vaticano medió en los últimos días de la presidencia de Joe Biden en Estados Unidos para que Washington sacase a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo a la vez que La Habana excarcelaba a 553 presos.
La llegada a la Casa Blanca de Donald Trump truncó este acuerdo, con el regreso de Cuba a esa «lista negra», que tiene serias consecuencias económicas y financieras para un país sumido en una grave y polifacética crisis.
El Vaticano también ha propiciado varias excarcelaciones de presos en Cuba a lo largo de los años, algunas con hasta 3.000 beneficiarios, aunque muchos de ellos eran reos comunes (y no presos por motivos políticos). EFE
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