El fin de semana, último punto de fricción religioso en Irán
Teherán, 5 mar (EFE).- El fin de semana se ha convertido en uno de los últimos puntos de fricción entre moderados y conservadores en Irán, donde el Parlamento ha votado este miércoles que los días de asueto sean jueves y viernes, en detrimento del sábado, día que muchos consideran anti islámico por ser festivo para los judíos.
La República Islámica de Irán lleva años discutiendo los días que deben formar parte del fin de semana, con el viernes como jornada libre ineludible por ser sagrado para los musulmanes y un profundo desacuerdo acerca del jueves o sábado como segundo festivo semanal.
Aunque no era oficial, el jueves ha sido a lo largo de los años jornada libre en el país, pero parte del espectro político iraní quería instaurar el sábado como festivo para estar más sincronizado con el resto de países, lo que en teoría ayudaría a la golpeada economía de la nación persa.
Así, el Parlamento iraní aprobó en mayo de 2024 que los viernes y sábados fueran fin de semana, con 136 votos a favor y 66 votos en contra.
Los políticos en favor de la nueva legislación estimaban que el fin de semana de jueves y viernes cuesta al país 8.300 millones de dólares anuales.
“Las estadísticas muestran que el jueves no laboral cuesta 8.300 millones de dólares y daña el comercio internacional del país”, dijo entonces el presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Minas y Agricultura de la provincia de Isfahán, Amir Keshani, uno de los impulsores de la ley.
Un argumento que apoyaron religiosos como el ayatolá Javadi Amoli, quien sostuvo que si la medida se tomaba para mejorar la economía del país, hundida por las sanciones estadounidenses, y no para “imitar al infiel”, no veía problemas.
Otros países musulmanes han dado pasos similares en los últimos años, como es el caso de Emiratos Árabes Unidos, que en 2023 cambió el fin de semana a sábado y domingo con el objetivo de mejorar su posición en el mercado económico global.
Pero otras importantes figuras religiosas iraníes se mostraron en contra, al considerar que era una costumbre muy cercana al Judaísmo, religión de Israel, acérrimo enemigo de Irán.
“El sábado es una de las normas, costumbres y símbolos de la religión judía y hacerlo en países musulmanes es similar a lo que hacen los judíos y debilita la cultura islámica”, dijo el ayatolá Nasser Makarem Shirazi.
En medio de estas discusiones, la medida fue desestimada por el Consejo de los Guardianes, organismo compuesto por doce miembros, seis juristas y seis clérigos, que revisa la legislación adoptada por el Parlamento y tiene capacidad de veto sobre las decisiones del hemiciclo.
El motivo: la medida era contraria a la ley islámica.
La ley volvió al Parlamento, que hoy a votado en favor de un fin de semana oficial de jueves y viernes para la República Islámica, además de rebajar la jornada de 44 a 40 horas semanales, informó IRNA, que no ofreció información acerca del número de votos a favor o en contra.
La ley aún debe ser aprobada por el Consejo de los Guardianes. EFE
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