El Gobierno de Madagascar rechaza las peticiones de aplazamiento de las presidenciales
Antananarivo, 11 nov (EFE).- El Gobierno de Madagascar rechazó las petición de aplazamiento de las elecciones presidenciales previstas para el próximo 16 de noviembre, impulsada por la presidenta de la Asamblea Nacional, Christine Razanamahasoa, y la describió como un «intento de golpe de Estado institucional».
«No existe ninguna ley que confiera a esta jefa de una institución el poder de llevar a cabo cualquier mediación electoral para impedir la celebración de elecciones democráticas y llevar a Madagascar hacia un camino extraconstitucional», dijo a última hora de ayer el Ejecutivo en un comunicado difundido hoy por medios locales.
El Gobierno malgache condenó «todas las acciones subversivas que tienden a no respetar la Constitución» e hizo un llamamiento a respeta la carta magna y la ley electoral.
Esta fue la reacción ante la petición anunciada este jueves por Razanamahasoa, al frente de un equipo que busca mediar en la crisis política que atraviesa el país, para «suspender» los comicios, a causa de las protestas que están marcando la campaña electoral, dispersadas con violencia.
La presidenta de la Cámara baja del Parlamento lanzó este mensaje desde la sede de esa institución en la capital del país, Antananarivo, donde lamentó «la existencia de una crisis preelectoral».
La dirigente aseguró estar respondiendo a las peticiones de grupos de la sociedad civil y organizaciones sindicales y estudiantiles, con el objetivo de promover el «diálogo» entre los partidos políticos antes de acudir a las urnas.
Este viernes, cientos de personas que representaban diferentes sectores de la sociedad se reunieron, convocadas por Razanamahasoa, en el espacio de la cafetería de la Asamblea Nacional y resolvieron apoyar esa petición, que presentarán ante la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI).
Esto supone un nuevo giro de los acontecimientos en una campaña electoral marcada por una tensión creciente desde que el entonces presidente Andry Rajoelina dimitiera el pasado mes de septiembre, tal como obliga la Constitución del país a los mandatarios salientes que desean postularse para un nuevo segundo y último mandato de cinco años.
Tras ese movimiento, el presidente del Senado debería haber asumido el cargo de jefe de Estado, pero rechazó esa posición alegando en ese momento «motivos personales», si bien reveló el pasado 10 de octubre haber recibido amenazas contra él y sus familiares para forzarlo a tomar esa decisión.
En su lugar, el primer ministro de Rajoelina, Christian Ntsay, se convirtió en el nuevo jefe de Estado interino, algo que el Tribunal Superior del país aprobó pese al rechazo de la oposición, que alegó que este movimiento permitirá al presidente dimisionario modificar los resultados electorales a su favor.
Así, los candidatos opositores rechazaron continuar con sus campañas y han organizado numerosas protestas contra Rajoelina, a menudo dispersadas con violencia por las fuerzas de seguridad.
En un comunicado conjunto difundido este jueves, la Delegación de la Unión Europea en Madagascar y las embajadas de Reino Unido, Alemania, Suiza, Japón, Estados Unidos y Francia manifestaron su «profunda preocupación por los incidentes violentos de los últimos días», que han dejado heridos, así como por la «detención de ciertas personalidades políticas».
Las elecciones presidenciales debieron de haberse celebrado el 9 de noviembre, pero el Alto Tribunal Constitucional de Madagascar ordenó su aplazamiento después de que un aspirante de la oposición, Andry Raobelina, resultase herido por la Policía en una manifestación.
El presidente malgache, de 49 años, ha ignorado las críticas de sus rivales y ha llamado a la calma. EFE
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