Elvira Nabiúlina, el salvavidas económico de Putin durante sus guerras en Ucrania
Moscú, 6 jun (EFE).- Al frente del Banco Central (BC) de Rusia desde 2013, Elvira Nabiúlina ha sido la figura clave a la hora de mantener a flote la economía nacional desde el inicio del conflicto con Ucrania pese a las numerosas sanciones occidentales y el drástico descenso de los ingresos por la exportación de materias primas.
Nacida en 1963 en la región de Bashkiria, comenzó su carrera tras la caída de la URSS, entrando en el gobierno a través del todopoderoso director de Sberbank, Herman Gref, quien conoció al presidente ruso, Vladímir Putin, durante sus años en el Ayuntamiento de San Petersburgo.
Antes de encabezar la entidad emisora por orden del presidente, fue nombrada en 2007 ministra de Desarrollo Económico reemplazando a Gref, quien pasó a encabezar la principal caja de ahorros.
Al año siguiente, Nabiúlina se enfrentó a su primera guerra, la invasión rusa de Georgia en 2008, y, posteriormente, se centró en llevar a cabo un ambicioso programa de privatización
Al frente del Banco Central
Putin regresó al Kremlin en 2012, Nabiúlina le siguió como su asesora y más de un año después asumió la dirección del BC con el objetivo de sanear el sistema financiero del país, retirándole la licencia a más de 300 bancos privados.
Después de labrarse fama a nivel nacional, cobró protagonismo internacional con la gestión de la crisis financiera en 2014 que coincidió con el impacto de las sanciones occidentales impuestas tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en marzo de ese año.
Nabiúlina logró estabilizar la economía al permitir flotar la moneda libremente e imponer altas tasas de interés para contener la inflación, aunque a costa de estancar las inversiones exteriores.
La política de las altas tasas de interés para el control inflacionario se convirtió en algo que la caracteriza, pues esto volvió a suceder al inicio de la guerra en 2022.
De influencia moderada a engranaje de guerra
Nabiúlina ha sido siempre vista como una tecnócrata con influencia política moderada dentro del equipo de Putin, ya que está fuera del círculo de halcones representado por figuras como Nikolái Pátrushev, asesor presidencial.
Sin embargo, a causa de su alta eficiencia durante las guerras contra Ucrania, los opositores a la guerra la señalaron como cómplice al evitar el colapso económico y favorecer así la ofensiva rusa.
Durante su dirección del BC también se caracterizó por jugar con el simbolismo y enviar mensajes a través de su indumentaria, principalmente a través de broches.
Sin embargo, dejó de hacerlo cuando el 28 de febrero de 2022 apareció completamente vestida de negro, lo que algunos relacionaron con el luto y su oposición a la guerra.
En junio de ese mismo año con la llegada de una nueva andanada de sanciones occidentales dijo: «Creo que está claro que nada volverá a ser como antes. Sin lugar a dudas, las condiciones externas han cambiado mucho y para largo, si no para siempre».
Circularon rumores de que quiso dimitir al comienzo de la guerra en 2022, pero Putin no la dejó marchar, aunque también hubo quienes desmintieron este hecho y aseguraron que Nabiúlina desde el primer día se aseguró de que el deber del banco sería que los rusos perdieran «lo menos posible», señaló la plataforma independiente Meduza.
Críticas a su gestión, de funcionarios a oligarcas
Pero sus duras políticas monetarias y antiinflacionarias también se ganaron opositores a nivel nacional, como los oligarcas Alexéi Mordashov y Oleg Deripaska; y el influyente director de la corporación tecnológica estatal Rostec, Serguéi Chémezov.
El primer ministro, Mijaíl Mishustin, también discrepó con Nabiúlina, al igual que Dmitri Pianov, vicepresidente del banco VTB, que pidió a través de una carta pública en la Navidad de 2024 que el BC modificase su política.
Ante las críticas, Nabiúlina, a quien en su día alabó Christine Lagarde cuando era jefa del Fondo Monetario Internacional en 2018, se limitó a decir sobriamente que en momentos en los que se elevan los tipos de interés es común que surjan este tipo de detractores.
A pesar de críticas y presiones, ella y el BC han gozado de carta blanca para implementar sus políticas, lo que evidencia que cuenta con la aprobación de Putin.EFE
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